Maes, hablemos paja un toque sobre la Inteligencia Artificial. Diay, es que esta vara es el chunche de moda que está en todas partes: puede ser la solución a un montón de problemas mundiales, desde curar enfermedades hasta optimizar la educación, o puede convertirse en el despiche que termine de amplificar todas las desigualdades que ya tenemos. Es como darle una navaja suiza con lásers a un carajillo: el potencial es increíble, pero si no le ponemos reglas claras, alguien va a salir sin una ceja, como mínimo. La IA tiene esa doble cara, y si no nos ponemos vivos, la parte fea nos puede morder durísimo.
Y aquí es donde la cosa se pone buena. En medio de todo este enredo tecnológico global, ¿adivinen quién se puso al frente del brete para poner orden en la choza? Sí, Costa Rica. Junto con España, nuestro país lideró una resolución histórica en la mismísima Asamblea General de la ONU, que fue apoyada por más de 120 países. ¡Qué nivel, maes! No estamos hablando de una declaración de "buenas intenciones" para la foto. Esto es una hoja de ruta con dos pilares bien puestos: un panel de cerebritos internacionales que van a analizar la vara a fondo, y una mesa de diálogo gigante donde gobiernos, empresas y la sociedad civil se van a sentar a hablar para que la IA jale para el bien de todos y no solo para unos pocos.
Y que nadie piense que esto es que a Tiquicia se le prendió el bombillo de la noche a la mañana. Esto tiene rato cocinándose. El gobierno, a través del MICITT, ya había lanzado la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (la ENIA), que es básicamente nuestro plan de juego local. O sea, no andamos predicando sin el ejemplo. La verdad, ¡qué carga ver que el país no solo habla paja en foros internacionales, sino que de verdad tiene un plan en casa, basado en principios éticos como la dignidad humana y la transparencia. Esto demuestra que para ser un peso pesado en el mundo del siglo XXI no se necesita un ejército ni una billetera infinita, se necesitan buenas ideas y la capacidad de poner a la gente de acuerdo.
Ahora, si alguno piensa que esto es pura hablada, los datos no mienten. Un informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (que son los maes que saben de estos chunches) dice que la IA podría acelerar hasta el 70% de las Metas de Desarrollo Sostenible. ¡Setenta por ciento! Pero, y aquí está el "pero" del tamaño del Chirripó, otro informe del PNUD advierte que si no manejamos bien la tecnología, la misma IA puede hacer que los ricos sean más ricos y los pobres... pues, ya saben cómo termina esa historia. La resolución que impulsó Tiquicia ataca ese problema de frente, buscando que todo el mundo tenga acceso a los beneficios y que la vara se desarrolle de forma segura y justa.
Al final, esta iniciativa nos enseña que el futuro de la IA no es algo que nos va a pasar por encima como un tráiler sin frenos; es algo que estamos construyendo ahora mismo con cada decisión. Me parece súper tuanis ver que un país chiquitico como el nuestro puede poner a gigantes a conversar y a trazar un camino. Demuestra que la diplomacia con visión y las buenas ideas todavía tienen un campo enorme en un mundo que a veces parece irse al traste. Es un recordatorio de que, aunque el panorama se vea complicado, bretear en equipo sigue siendo la mejor solución.
Pero bueno, esa es mi opinión. Ahora les toca a ustedes: ¿Qué piensan, maes? ¿Creen que de verdad este tipo de resoluciones pueden ponerle un freno a los riesgos de la IA, o es puro papel? ¿Confían en que Tiquicia siga siendo líder en esta vara? ¡Los leo en los comentarios!
Y aquí es donde la cosa se pone buena. En medio de todo este enredo tecnológico global, ¿adivinen quién se puso al frente del brete para poner orden en la choza? Sí, Costa Rica. Junto con España, nuestro país lideró una resolución histórica en la mismísima Asamblea General de la ONU, que fue apoyada por más de 120 países. ¡Qué nivel, maes! No estamos hablando de una declaración de "buenas intenciones" para la foto. Esto es una hoja de ruta con dos pilares bien puestos: un panel de cerebritos internacionales que van a analizar la vara a fondo, y una mesa de diálogo gigante donde gobiernos, empresas y la sociedad civil se van a sentar a hablar para que la IA jale para el bien de todos y no solo para unos pocos.
Y que nadie piense que esto es que a Tiquicia se le prendió el bombillo de la noche a la mañana. Esto tiene rato cocinándose. El gobierno, a través del MICITT, ya había lanzado la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (la ENIA), que es básicamente nuestro plan de juego local. O sea, no andamos predicando sin el ejemplo. La verdad, ¡qué carga ver que el país no solo habla paja en foros internacionales, sino que de verdad tiene un plan en casa, basado en principios éticos como la dignidad humana y la transparencia. Esto demuestra que para ser un peso pesado en el mundo del siglo XXI no se necesita un ejército ni una billetera infinita, se necesitan buenas ideas y la capacidad de poner a la gente de acuerdo.
Ahora, si alguno piensa que esto es pura hablada, los datos no mienten. Un informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (que son los maes que saben de estos chunches) dice que la IA podría acelerar hasta el 70% de las Metas de Desarrollo Sostenible. ¡Setenta por ciento! Pero, y aquí está el "pero" del tamaño del Chirripó, otro informe del PNUD advierte que si no manejamos bien la tecnología, la misma IA puede hacer que los ricos sean más ricos y los pobres... pues, ya saben cómo termina esa historia. La resolución que impulsó Tiquicia ataca ese problema de frente, buscando que todo el mundo tenga acceso a los beneficios y que la vara se desarrolle de forma segura y justa.
Al final, esta iniciativa nos enseña que el futuro de la IA no es algo que nos va a pasar por encima como un tráiler sin frenos; es algo que estamos construyendo ahora mismo con cada decisión. Me parece súper tuanis ver que un país chiquitico como el nuestro puede poner a gigantes a conversar y a trazar un camino. Demuestra que la diplomacia con visión y las buenas ideas todavía tienen un campo enorme en un mundo que a veces parece irse al traste. Es un recordatorio de que, aunque el panorama se vea complicado, bretear en equipo sigue siendo la mejor solución.
Pero bueno, esa es mi opinión. Ahora les toca a ustedes: ¿Qué piensan, maes? ¿Creen que de verdad este tipo de resoluciones pueden ponerle un freno a los riesgos de la IA, o es puro papel? ¿Confían en que Tiquicia siga siendo líder en esta vara? ¡Los leo en los comentarios!
