¡Ay, Dios mío! Parece que la pachanga del ganado se interrumpió de golpe en Tagual de Osa. Resulta que un pobre bovejo cayó víctima de la rabia paralítica bovina, dejando a to' el mundo ganadero en alerta máxima. ¡Qué sal nos dio!
Y ojo, que esto no es ninguna bromita. El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), esos que siempre andan cuidando nuestro rancho, mandaron el aviso: un animal ya expiró debido a esta enfermedad que, vaya, es más seria que un examen sorpresa en la U.
Para que no se vayan de mata, la situación obligó a poner candado a la finca donde estaban los animales. Imaginen la bronca, 26 bovinos bajo cuarentena, sin poder salir ni entrar. ¡Qué brete! Senasa movilizó el personal y le puso lupa a toda la situación, porque esto no es pa’ jugar.
Pero no todo es drama, ¡para nada! Rápidamente, le pusieron la vacuna a todos los animales, como si les estuvieran dando un refuerzo para estar fuertes. Además, se comunicaron con el Ministerio de Salud para asegurar que las personas que tuvieron contacto con los pobres animales también reciban la dosis correspondiente. Así, evitan que la cosa se complique aún más, ¡diosito quiera!
Y ojo, que esto no es ninguna bromita. El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), esos que siempre andan cuidando nuestro rancho, mandaron el aviso: un animal ya expiró debido a esta enfermedad que, vaya, es más seria que un examen sorpresa en la U.
Para que no se vayan de mata, la situación obligó a poner candado a la finca donde estaban los animales. Imaginen la bronca, 26 bovinos bajo cuarentena, sin poder salir ni entrar. ¡Qué brete! Senasa movilizó el personal y le puso lupa a toda la situación, porque esto no es pa’ jugar.
Pero no todo es drama, ¡para nada! Rápidamente, le pusieron la vacuna a todos los animales, como si les estuvieran dando un refuerzo para estar fuertes. Además, se comunicaron con el Ministerio de Salud para asegurar que las personas que tuvieron contacto con los pobres animales también reciban la dosis correspondiente. Así, evitan que la cosa se complique aún más, ¡diosito quiera!