¡Aguante! Resulta que la cosa se puso turbia con estas visas H-1B, esos papeles que muchos profes usan para venir a trabajar a Estados Unidos. Inicialmente pensábamos que esto era solamente un problema para los programadores y gente de alta tecnología en California, pero parece que va a afectar a muchísimas más áreas, hasta acá en Costa Rica, diay.
La cosa empezó con Trump, que quiere ponerle un cobro de cien mil dólares a cada empresa que quiera traer a alguien con esta visa. Según dicen, quieren que las empresas gringas contraten a sus propios nacionales, ¡qué carga! Pero los abogados de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) le gritan al viento que esto no es tan simple. No es solo Apple ni Google los que van a sufrir, sino muchísima otra gente.
Imagínate, hospitales pequeños, clínicas rurales, universidades... ¡hasta agricultores! El abogado Jeff Joseph, que está al frente de la AILA, soltó la bomba diciendo que depende de esas visas para tener doctores, ingenieros, personal técnico... Imagínate un hospitalcito en Bagaces que necesita un radiólogo especializado. ¿Cómo va a pagar él cien mil dólares? Se va al traste, chunche.
Y no solo eso, sino que los negocios pequeños y las ONGs que trabajan con poco presupuesto se van a llevar una tremenda patada. Ellas dependen de esta visa para atraer talento joven y capacitado, especialmente en sectores como la agricultura orgánica, donde necesitamos gente que conozca técnicas innovadoras. Este cobro las deja K.O., ¡má pura sal!
Shev Dalal-Dheini, otra representante de la AILA, está furiosa porque la Casa Blanca ni siquiera ha explicado bien cómo va a funcionar este cobro. ¿Quiénes pueden pedir exenciones? ¿Cómo se paga? ¡Un brete de preguntas sin respuesta! Parece que están tratando de armar un quilombo pa' ver qué pasa, qué torta.
Aquí en Costa Rica, esto podría afectar indirectamente. Muchos profesionales ticos que estudian en Estados Unidos con la esperanza de quedarse a trabajar ahí, se encontrarán con este obstáculo. Aunque algunos puedan conseguir becas o financiamiento, la competencia será feroz y el proceso muchísimo más complicado. Además, muchas empresas extranjeras que invierten en Costa Rica y necesitan contratar personal extranjero especializado, podrían verse afectadas.
Por otro lado, podríamos ver un aumento en el interés de profesionales estadounidenses buscando oportunidades laborales en Costa Rica, si las restricciones en Estados Unidos se vuelven demasiado difíciles. Ya hemos visto cómo varios emprendedores tecnológicos han optado por mudarse a países con mejores condiciones fiscales y regulatorias. ¡Sería bastante chiva tener más cerebritos trabajando en nuestro país!
Definitivamente, esto pinta para ser un tema candente. Con tanta incertidumbre y tantos intereses en juego, es difícil predecir qué pasará. Ahora, dime tú, ¿crees que este cobro a las visas H-1B afectará realmente a todos los sectores como dice la AILA, o simplemente es un golpe puntual a la industria tecnológica? ¿Y cómo crees que esta situación podría influir en el futuro laboral de nuestros compatriotas que estudian en el extranjero?
La cosa empezó con Trump, que quiere ponerle un cobro de cien mil dólares a cada empresa que quiera traer a alguien con esta visa. Según dicen, quieren que las empresas gringas contraten a sus propios nacionales, ¡qué carga! Pero los abogados de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) le gritan al viento que esto no es tan simple. No es solo Apple ni Google los que van a sufrir, sino muchísima otra gente.
Imagínate, hospitales pequeños, clínicas rurales, universidades... ¡hasta agricultores! El abogado Jeff Joseph, que está al frente de la AILA, soltó la bomba diciendo que depende de esas visas para tener doctores, ingenieros, personal técnico... Imagínate un hospitalcito en Bagaces que necesita un radiólogo especializado. ¿Cómo va a pagar él cien mil dólares? Se va al traste, chunche.
Y no solo eso, sino que los negocios pequeños y las ONGs que trabajan con poco presupuesto se van a llevar una tremenda patada. Ellas dependen de esta visa para atraer talento joven y capacitado, especialmente en sectores como la agricultura orgánica, donde necesitamos gente que conozca técnicas innovadoras. Este cobro las deja K.O., ¡má pura sal!
Shev Dalal-Dheini, otra representante de la AILA, está furiosa porque la Casa Blanca ni siquiera ha explicado bien cómo va a funcionar este cobro. ¿Quiénes pueden pedir exenciones? ¿Cómo se paga? ¡Un brete de preguntas sin respuesta! Parece que están tratando de armar un quilombo pa' ver qué pasa, qué torta.
Aquí en Costa Rica, esto podría afectar indirectamente. Muchos profesionales ticos que estudian en Estados Unidos con la esperanza de quedarse a trabajar ahí, se encontrarán con este obstáculo. Aunque algunos puedan conseguir becas o financiamiento, la competencia será feroz y el proceso muchísimo más complicado. Además, muchas empresas extranjeras que invierten en Costa Rica y necesitan contratar personal extranjero especializado, podrían verse afectadas.
Por otro lado, podríamos ver un aumento en el interés de profesionales estadounidenses buscando oportunidades laborales en Costa Rica, si las restricciones en Estados Unidos se vuelven demasiado difíciles. Ya hemos visto cómo varios emprendedores tecnológicos han optado por mudarse a países con mejores condiciones fiscales y regulatorias. ¡Sería bastante chiva tener más cerebritos trabajando en nuestro país!
Definitivamente, esto pinta para ser un tema candente. Con tanta incertidumbre y tantos intereses en juego, es difícil predecir qué pasará. Ahora, dime tú, ¿crees que este cobro a las visas H-1B afectará realmente a todos los sectores como dice la AILA, o simplemente es un golpe puntual a la industria tecnológica? ¿Y cómo crees que esta situación podría influir en el futuro laboral de nuestros compatriotas que estudian en el extranjero?