¡Aguante! La economía tica amaneció con mejores noticias de las que esperábamos, parece que le dimos vuelta a la tortilla. Según datos oficiales, registramos un crecimiento interanual del 4,8%, ¡una aceleración brutal de 0,8 puntos porcentuales respecto al año pasado! Esto quiere decir que estamos dando tumbos hacia arriba, dejando atrás esos tiempos grises.
Si nos metemos en los números, este repunte es el más grande que hemos visto en 21 meses. Desde diciembre de 2022 que no veíamos unas tasas de crecimiento así, superando el 4%. Y pa' echarle gasolina al fuego, durante los primeros ocho meses de este año, el crecimiento promedio se mantuvo firme en un 4,4% anual. ¡No es broma!
Pero, ¿cuál es el secreto de este revés? Pues resulta que las zonas francas fueron las principales responsables de este boom. Su producción se disparó un 18,1%, contribuyendo con nada menos que el 54,5% al aumento general del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAe). Mientras tanto, el régimen definitivo (RD) avanzó a paso más tranquilo, con un crecimiento del 2,8%, aunque eso sí, mostrando una tendencia positiva.
Como bien decía Daniel Suchar, analista económico, “Amanecimos con buenas noticias. Las zonas francas se están recuperando a velocidad increíble, con un 18%, y el resto de la economía a un 2,8%, que, aunque conserva un perfil prudente, indica una clara mejora”. Un buen golpe de ánimo para todos los que estamos remando.
Y es que el auge de las zonas francas refleja la apuesta que hemos hecho por atraer inversión extranjera. Aquí hay que reconocer que a veces nos dicen 'po', que somos demasiado dependientes de esto, pero parece que hasta ahora les ha ido chido. Industrias como la manufactura de alta tecnología, dispositivos médicos y servicios corporativos han demostrado una resistencia impresionante, sosteniendo el crecimiento y fortaleciendo su presencia en nuestro Producto Interno Bruto (PIB).
Ahora bien, no todo es color de rosa. Tenemos que tener claro que todavía enfrentamos retos considerables. Los aranceles de Estados Unidos y la apreciación del colón frente al dólar siguen siendo factores que podrían frenarnos. Aunque hasta ahora no han afectado significativamente el crecimiento, hay que estar ojo avizor, porque la situación puede cambiar rápidamente. Recordemos que el colón se ha puesto bastante bravo últimamente.
Muchos expertos señalan que el crecimiento del régimen definitivo, aunque más conservador, es una señal de que la economía costarricense está sentando las bases para un desarrollo más sólido y sostenible a largo plazo. Y eso, vamos, es lo que todos queremos: que no tengamos que andar viviendo siempre con el estrés de ver cómo nos va a ir el mes que viene. Que podamos planear con tranquilidad, mándale.
En fin, las cifras son alentadoras, pero queda la gran pregunta: ¿Podremos mantener este ritmo de crecimiento de manera sostenible, considerando los desafíos externos y la necesidad de diversificar nuestra economía? ¿Será que este tremendo crecimiento de las zonas francas es una burbuja o realmente podemos construir una base económica más sólida y resistente? ¡Mándales sus opiniones al Foro!
Si nos metemos en los números, este repunte es el más grande que hemos visto en 21 meses. Desde diciembre de 2022 que no veíamos unas tasas de crecimiento así, superando el 4%. Y pa' echarle gasolina al fuego, durante los primeros ocho meses de este año, el crecimiento promedio se mantuvo firme en un 4,4% anual. ¡No es broma!
Pero, ¿cuál es el secreto de este revés? Pues resulta que las zonas francas fueron las principales responsables de este boom. Su producción se disparó un 18,1%, contribuyendo con nada menos que el 54,5% al aumento general del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAe). Mientras tanto, el régimen definitivo (RD) avanzó a paso más tranquilo, con un crecimiento del 2,8%, aunque eso sí, mostrando una tendencia positiva.
Como bien decía Daniel Suchar, analista económico, “Amanecimos con buenas noticias. Las zonas francas se están recuperando a velocidad increíble, con un 18%, y el resto de la economía a un 2,8%, que, aunque conserva un perfil prudente, indica una clara mejora”. Un buen golpe de ánimo para todos los que estamos remando.
Y es que el auge de las zonas francas refleja la apuesta que hemos hecho por atraer inversión extranjera. Aquí hay que reconocer que a veces nos dicen 'po', que somos demasiado dependientes de esto, pero parece que hasta ahora les ha ido chido. Industrias como la manufactura de alta tecnología, dispositivos médicos y servicios corporativos han demostrado una resistencia impresionante, sosteniendo el crecimiento y fortaleciendo su presencia en nuestro Producto Interno Bruto (PIB).
Ahora bien, no todo es color de rosa. Tenemos que tener claro que todavía enfrentamos retos considerables. Los aranceles de Estados Unidos y la apreciación del colón frente al dólar siguen siendo factores que podrían frenarnos. Aunque hasta ahora no han afectado significativamente el crecimiento, hay que estar ojo avizor, porque la situación puede cambiar rápidamente. Recordemos que el colón se ha puesto bastante bravo últimamente.
Muchos expertos señalan que el crecimiento del régimen definitivo, aunque más conservador, es una señal de que la economía costarricense está sentando las bases para un desarrollo más sólido y sostenible a largo plazo. Y eso, vamos, es lo que todos queremos: que no tengamos que andar viviendo siempre con el estrés de ver cómo nos va a ir el mes que viene. Que podamos planear con tranquilidad, mándale.
En fin, las cifras son alentadoras, pero queda la gran pregunta: ¿Podremos mantener este ritmo de crecimiento de manera sostenible, considerando los desafíos externos y la necesidad de diversificar nuestra economía? ¿Será que este tremendo crecimiento de las zonas francas es una burbuja o realmente podemos construir una base económica más sólida y resistente? ¡Mándales sus opiniones al Foro!