Sí, maes, nos tocó ver otra mala vara. El sector de la construcción, que parecía que no iba a caer tan fácil, se ha jalado una torta bien grande. Según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), estamos viendo cinco meses seguidos sin crecimiento año tras año. ¡Y no es un chiste!
Así es, el BC01 nos hizo un favorcito y nos trajo la cruda realidad: después de empezar el año con buena onda, en marzo la producción empezó a caer más rápido que una torta en una romería.
Desde marzo, la construcción privada ha estado más pelada que un altar de Navidad sin luces. Según los datos, hubo una caída del -3,0% en comparación con el año anterior. Claro, hubo un poquito de alivio con el avance en naves industriales, locales comerciales y parqueos, pero no fue suficiente para salvar la vara.
Diay, la Cámara Costarricense de la Construcción nos explica que no es que todo esté mal, sino que el crecimiento no ha sido tan chiva como el año pasado. ¿Será porque estamos más salados o porque se acabó la pachanga? Lo cierto es que la construcción privada está más lenta que una tortuga en una carrera de liebres.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) nos deja otro dato cargoso: este sector da empleo a cerca de 129 mil personas. ¿Y ahora cómo les vamos a explicar que el trabajo no va a estar tan fijo como antes?
Pero no todo es mala vara. Desde la Cámara Costarricense de la Construcción nos dan un par de ideas para salir del bache: el Estado debe aumentar la inversión en obra pública, mejorar la formulación de proyectos y, sobre todo, hacer que se ejecuten más rápido que un refri de dos puertas enfrente de un transistor.
En el ámbito privado, nos toparnos con limitaciones como la disponible de infraestructura hidráulica y la incertidumbre que a nadie le gusta. La incertidumbre asusta más que un perrito en un auto. ¿Será que eso explica por qué a nadie le da la gana de invertir?
Así que, maes, estamos en una cruce de caminos. Si el sector de la construcción se sigue yendo al traste, entro en recesión. ¡Y ojo! que la agricultura ya está en esa mala vara. ¿Estamos al borde de una crisis? ¿O será que solo estamos en un bache?
Así es, el BC01 nos hizo un favorcito y nos trajo la cruda realidad: después de empezar el año con buena onda, en marzo la producción empezó a caer más rápido que una torta en una romería.
Desde marzo, la construcción privada ha estado más pelada que un altar de Navidad sin luces. Según los datos, hubo una caída del -3,0% en comparación con el año anterior. Claro, hubo un poquito de alivio con el avance en naves industriales, locales comerciales y parqueos, pero no fue suficiente para salvar la vara.
Diay, la Cámara Costarricense de la Construcción nos explica que no es que todo esté mal, sino que el crecimiento no ha sido tan chiva como el año pasado. ¿Será porque estamos más salados o porque se acabó la pachanga? Lo cierto es que la construcción privada está más lenta que una tortuga en una carrera de liebres.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) nos deja otro dato cargoso: este sector da empleo a cerca de 129 mil personas. ¿Y ahora cómo les vamos a explicar que el trabajo no va a estar tan fijo como antes?
Pero no todo es mala vara. Desde la Cámara Costarricense de la Construcción nos dan un par de ideas para salir del bache: el Estado debe aumentar la inversión en obra pública, mejorar la formulación de proyectos y, sobre todo, hacer que se ejecuten más rápido que un refri de dos puertas enfrente de un transistor.
En el ámbito privado, nos toparnos con limitaciones como la disponible de infraestructura hidráulica y la incertidumbre que a nadie le gusta. La incertidumbre asusta más que un perrito en un auto. ¿Será que eso explica por qué a nadie le da la gana de invertir?
Así que, maes, estamos en una cruce de caminos. Si el sector de la construcción se sigue yendo al traste, entro en recesión. ¡Y ojo! que la agricultura ya está en esa mala vara. ¿Estamos al borde de una crisis? ¿O será que solo estamos en un bache?
