¡Bandazos, gente! El asunto del caso BCIE-Cariñitos sigue sacando espuma, y ahora Christian Bulgarelli, el publicista que ha sido clave en toda esta movida, ha ido a la Fiscalía a poner una denuncia penal contra el mismísimo Presidente Rodrigo Chaves y contra Erwen Masís, nuestro representante en el BCIE. ¡Imagínate el bronco que se armó!
Según la denuncia, que lleva el número 25-000115-033-PE, Bulgarelli asegura haber recibido una catarata de amenazas, algunas más directas que otras, para que cambie su testimonio en el caso. Básicamente, quieren que se calle y que diga que todo fue un invento para no levantarle la inmunidad al Presidente. ¡Pero claro, ahí sí que se pasaron!
Lo más jugoso de la historia es que estas presiones, según Bulgarelli, empezaron hace unos días, específicamente el 27 de junio, cuando empezó a recibir mensajes de Chaves, pero siempre a través de Masís, ¡el mensajero del diablo, dicen algunos! Incluso, parece ser que anduvieron contactando a sus familiares. ¡A sus familiares, pa’ encima! Esto ya suena a novela venezolana, díganme.
En la denuncia, Bulgarelli detalla que Masís le ofreció una “paz”, una propuesta sospechosa que incluía un audio del propio Presidente hablando de “enterrar las hachas y los instrumentos de guerra”. ¡Una frasecita digna de un manual de diplomacia turbia! Pero él, inteligentemente, le preguntó qué significaba esa “paz” y quién estaba detrás de todo esto. ¡Buen criterio, don Christian!
Y la cosa no termina ahí, porque Masís, al parecer, también se reunió con el hermano de Bulgarelli en el Hotel Hilton, donde le soltó unas verdades duras sobre que iban a “volar a Carlo Díaz, el Fiscal General”. Además, le advirtió que si Bulgarelli no cambiaba su versión, le iban a “cobrar los $405,000 del contrato relacionado con BCIE-Cariñitos”. ¡Eso sí que es presión, pura y dura! Y, ¡oh sorpresa!, también le comunicó que Bac Créditomatic le había cerrado las cuentas. ¡Un combo de hostilidades!
Para colmo, resulta que Masís también habló con un alto funcionario de la empresa donde trabaja la esposa de Bulgarelli. ¡Parece que están buscando afectar a toda la familia! Según Bulgarelli, le dijeron que podrían “afectar” a su cónyuge, buscando presionarlo aún más para que se retracte de su testimonio. ¡Esto ya parece una película de espías, señores!
Bulgarelli ha pedido protección a la Fiscalía, sintiéndose amenazado por estas acciones. Recordemos que él es el testigo clave en el caso, y precisamente por eso es que este lunes se decidirá si se le levanta o no la inmunidad al Presidente. ¡Todo se puso más picante que un picante gallina!
Esta es la tercera vez que Bulgarelli dice haber sido víctima de intentos de intimidación por parte de Chaves. Primero, en enero pasado, con un comunicado extrañísimo sobre una “investigación preliminar”. Después, en marzo, justo después de que se conocieran los dictámenes de la Comisión de la Asamblea Legislativa. Y ahora, con este intento de chantaje. ¿Será que el Presidente tiene algo que esconder? Dicen que la verdad siempre sale a la luz, ¡pero a veces hay que remover bastante polvo! Ahora les pregunto, ¿creen que estos señalamientos tienen fundamento o es parte de una estrategia política para desviar la atención del caso BCIE-Cariñitos?
Según la denuncia, que lleva el número 25-000115-033-PE, Bulgarelli asegura haber recibido una catarata de amenazas, algunas más directas que otras, para que cambie su testimonio en el caso. Básicamente, quieren que se calle y que diga que todo fue un invento para no levantarle la inmunidad al Presidente. ¡Pero claro, ahí sí que se pasaron!
Lo más jugoso de la historia es que estas presiones, según Bulgarelli, empezaron hace unos días, específicamente el 27 de junio, cuando empezó a recibir mensajes de Chaves, pero siempre a través de Masís, ¡el mensajero del diablo, dicen algunos! Incluso, parece ser que anduvieron contactando a sus familiares. ¡A sus familiares, pa’ encima! Esto ya suena a novela venezolana, díganme.
En la denuncia, Bulgarelli detalla que Masís le ofreció una “paz”, una propuesta sospechosa que incluía un audio del propio Presidente hablando de “enterrar las hachas y los instrumentos de guerra”. ¡Una frasecita digna de un manual de diplomacia turbia! Pero él, inteligentemente, le preguntó qué significaba esa “paz” y quién estaba detrás de todo esto. ¡Buen criterio, don Christian!
Y la cosa no termina ahí, porque Masís, al parecer, también se reunió con el hermano de Bulgarelli en el Hotel Hilton, donde le soltó unas verdades duras sobre que iban a “volar a Carlo Díaz, el Fiscal General”. Además, le advirtió que si Bulgarelli no cambiaba su versión, le iban a “cobrar los $405,000 del contrato relacionado con BCIE-Cariñitos”. ¡Eso sí que es presión, pura y dura! Y, ¡oh sorpresa!, también le comunicó que Bac Créditomatic le había cerrado las cuentas. ¡Un combo de hostilidades!
Para colmo, resulta que Masís también habló con un alto funcionario de la empresa donde trabaja la esposa de Bulgarelli. ¡Parece que están buscando afectar a toda la familia! Según Bulgarelli, le dijeron que podrían “afectar” a su cónyuge, buscando presionarlo aún más para que se retracte de su testimonio. ¡Esto ya parece una película de espías, señores!
Bulgarelli ha pedido protección a la Fiscalía, sintiéndose amenazado por estas acciones. Recordemos que él es el testigo clave en el caso, y precisamente por eso es que este lunes se decidirá si se le levanta o no la inmunidad al Presidente. ¡Todo se puso más picante que un picante gallina!
Esta es la tercera vez que Bulgarelli dice haber sido víctima de intentos de intimidación por parte de Chaves. Primero, en enero pasado, con un comunicado extrañísimo sobre una “investigación preliminar”. Después, en marzo, justo después de que se conocieran los dictámenes de la Comisión de la Asamblea Legislativa. Y ahora, con este intento de chantaje. ¿Será que el Presidente tiene algo que esconder? Dicen que la verdad siempre sale a la luz, ¡pero a veces hay que remover bastante polvo! Ahora les pregunto, ¿creen que estos señalamientos tienen fundamento o es parte de una estrategia política para desviar la atención del caso BCIE-Cariñitos?
