¡Qué fiasco, pura torta! Alajuelense viajará este domingo a Tegucigalpa, Honduras, para enfrentar a Motagua en la Copa Centroamericana, pero sin dos piezas clave: Creichel Pérez y John Paul Ruiz. La ausencia de estos futbolistas ha levantado polvo y especulaciones entre la afición manuda, quienes se preguntan qué pasó con sus ídolos.
Parece que la disciplina sigue siendo un problema en el club capitalino. Además de Pérez y Ruiz, también quedaron fuera Deylan Paz y Deylan Aguilar, todos ellos sancionados por el gerente deportivo, Carlos Vela, quien prefirió no entrar en detalles sobre las razones detrás de esta medida. “Se tomó una decisión y algunos jugadores no están haciendo el viaje por un tema de reglamento interno, pero estamos tranquilos”, declaró Vela a Tigo Sports al llegar al aeropuerto Juan Santamaría. Menos charla y más fútbol, dirían por ahí.
Lo que sí trascendió, gracias a las redes sociales – que nunca duermen – es que los jugadores fueron vistos la noche del sábado en una zona movida de San José, aparentemente involucrados en una discución que no terminó precisamente a baleadas. Estos rumores han encendido aún más la polémica y han generado críticas hacia la actitud de algunos miembros del equipo, especialmente considerando la importancia del partido contra Motagua.
La ausencia de Creichel Pérez es particularmente sentida, ya que el volante era una de las principales opciones ofensivas del conjunto manudo. Su velocidad y habilidad para romper líneas eran fundamentales en el esquema táctico del técnico Mauricio Vargas. Ahora, el entrenador tendrá que buscar alternativas creativas para suplir su ausencia y mantener viva la esperanza de remontar la serie, pues van perdiendo 1-0 tras el primer encuentro jugado en casa.
Y no se queda atrás la situación de John Paul Ruiz, quien estaba listo para ocupar el lugar de Ronald Matarrita, expulsado en el partido anterior. Su juventud y potencial eran vistos como una oportunidad para refrescar el mediocampo y darle mayor equilibrio al equipo. Con su ausencia, Vargas deberá improvisar en la defensa y confiar en otros jugadores para cubrir esa vacante.
Esta indisciplina llega en un momento delicado para Alajuelense, que necesita urgentemente sumar puntos en la Copa Centroamericana para clasificar a la siguiente ronda. La presión aumenta y la necesidad de resultados obliga a todos a estar enfocados y comprometidos con el objetivo. Carlos Vela, consciente de la gravedad de la situación, insistió en que se apegarán estrictamente al reglamento interno, aunque se negó a proporcionar mayores detalles.
Muchos se preguntan si esta sanción servirá como ejemplo para el resto del plantel, o si simplemente será un parche temporal que no solucionará los problemas de fondo. Además, surge la interrogante de si la dirigencia realmente tiene el control de la situación y si está tomando las medidas necesarias para evitar que este tipo de incidentes se repitan en el futuro. Porque, díganle a los muchachos, esto no es broma, ¡estamos representando a Costa Rica!
Sin embargo, la pregunta que queda flotando en el aire para la afición manuda es esta: ¿Creen que esta medida drástica tomada por la directiva ayudará a mejorar el rendimiento del equipo en la cancha, o consideren que es un exceso que podría afectar negativamente la moral del grupo y sus posibilidades de avanzar en la competencia? ¡Compártanos sus opiniones en el foro!
Parece que la disciplina sigue siendo un problema en el club capitalino. Además de Pérez y Ruiz, también quedaron fuera Deylan Paz y Deylan Aguilar, todos ellos sancionados por el gerente deportivo, Carlos Vela, quien prefirió no entrar en detalles sobre las razones detrás de esta medida. “Se tomó una decisión y algunos jugadores no están haciendo el viaje por un tema de reglamento interno, pero estamos tranquilos”, declaró Vela a Tigo Sports al llegar al aeropuerto Juan Santamaría. Menos charla y más fútbol, dirían por ahí.
Lo que sí trascendió, gracias a las redes sociales – que nunca duermen – es que los jugadores fueron vistos la noche del sábado en una zona movida de San José, aparentemente involucrados en una discución que no terminó precisamente a baleadas. Estos rumores han encendido aún más la polémica y han generado críticas hacia la actitud de algunos miembros del equipo, especialmente considerando la importancia del partido contra Motagua.
La ausencia de Creichel Pérez es particularmente sentida, ya que el volante era una de las principales opciones ofensivas del conjunto manudo. Su velocidad y habilidad para romper líneas eran fundamentales en el esquema táctico del técnico Mauricio Vargas. Ahora, el entrenador tendrá que buscar alternativas creativas para suplir su ausencia y mantener viva la esperanza de remontar la serie, pues van perdiendo 1-0 tras el primer encuentro jugado en casa.
Y no se queda atrás la situación de John Paul Ruiz, quien estaba listo para ocupar el lugar de Ronald Matarrita, expulsado en el partido anterior. Su juventud y potencial eran vistos como una oportunidad para refrescar el mediocampo y darle mayor equilibrio al equipo. Con su ausencia, Vargas deberá improvisar en la defensa y confiar en otros jugadores para cubrir esa vacante.
Esta indisciplina llega en un momento delicado para Alajuelense, que necesita urgentemente sumar puntos en la Copa Centroamericana para clasificar a la siguiente ronda. La presión aumenta y la necesidad de resultados obliga a todos a estar enfocados y comprometidos con el objetivo. Carlos Vela, consciente de la gravedad de la situación, insistió en que se apegarán estrictamente al reglamento interno, aunque se negó a proporcionar mayores detalles.
Muchos se preguntan si esta sanción servirá como ejemplo para el resto del plantel, o si simplemente será un parche temporal que no solucionará los problemas de fondo. Además, surge la interrogante de si la dirigencia realmente tiene el control de la situación y si está tomando las medidas necesarias para evitar que este tipo de incidentes se repitan en el futuro. Porque, díganle a los muchachos, esto no es broma, ¡estamos representando a Costa Rica!
Sin embargo, la pregunta que queda flotando en el aire para la afición manuda es esta: ¿Creen que esta medida drástica tomada por la directiva ayudará a mejorar el rendimiento del equipo en la cancha, o consideren que es un exceso que podría afectar negativamente la moral del grupo y sus posibilidades de avanzar en la competencia? ¡Compártanos sus opiniones en el foro!