¡Ay, Dios mío! La situación en el Hospital San Vicente de Paúl de Heredia está que arde, raza. Resulta que el lugar tuvo que activar el famoso 'protocolo plétora tipo tres', un nombre que suena más a película de ciencia ficción que a realidad médica. Esto significa, traducido al español bien claro, que el servicio de emergencias estaba reventado, con una ocupación que superaba el 200%. Un verdadero desmadre, si me permiten decirlo.
Según Joumana Zaglul, la directora del hospital, el lunes pasado llegó a punto crítico. Las salas de choque estaban bloqueadas, así que imagínate la bronca: no había espacio ni para los pacientes graves que llegaban corriendo, ni siquiera cama en las áreas generales. Este protocolo, que según dice, usan todos los hospitales del país, sirve para coordinar cómo distribuir a los enfermos entre diferentes centros, mientras intentan volver a la normalidad en el San Vicente. Pero, vamos, unos parches rápidos no solucionan la raíz del problema, ¿verdad?
Lo más preocupante es que esto no es algo puntual, brete. La doctora Zaglul reconoce que tienen una demanda altísima y constante. Y no es para menos, pues son el único hospital en toda la provincia de Heredia, atendiendo a más de medio millón de personas. Eso ya es una carga considerable, fiarme. Además, cuando un paciente necesita pasar a hospitalización, ahí sí se complica; puede tardar entre cinco y diez días en poder irse a casa, dependiendo de qué tan grave esté. ¡Imagínatelo!
Y claro, con todas esas camas ocupadas, los nuevos pacientes en urgencias tienen que esperar. No se les atiende con la velocidad que deberíamos, admitió la directora. Han tenido que recurrir a la llamada 'alerta institucional de plétora', que es como ponerle pausa al sistema, avisándole a todos que andamos apurados. Pero, mi gente, ¿hasta cuándo vamos a seguir parcheando en vez de darle solución de verdad a esta problemática?
Ahora, algunos podrían decir que es culpa de la pandemia, o de la falta de inversión en salud pública. Bueno, quizás tengan razón en parte, pero la verdad es que esta situación se viene gestando desde hace tiempo. Necesitamos más recursos, más personal médico, y sobre todo, una planificación adecuada para atender a toda la población. Porque así, con este ritmo, vamos terminando por irnos al traste, fiarme. Se requiere una reestructuración completa del sistema, no solo taparle el hoyo con banditas.
Es importante recalcar que, pese a todo este lío, aseguran que atienden a los pacientes en el servicio de emergencias. Lo hacen como pueden, con lo poco que tienen. Pero la realidad es dura, y nadie puede negar que el sistema sanitario está al límite. Escuché a varios vecinos comentando que prefieren ir al vecino país, Ecuador, para recibir atención médica, y vaya que eso da mucho que pensar.
La situación nos lleva a reflexionar sobre la importancia de invertir en salud pública, no solo cuando estamos apurados, sino como una prioridad nacional. Necesitamos soluciones a largo plazo, que permitan garantizar el acceso a una atención médica digna para todos los costarricenses. Que no tengamos que estar pendientes de la próxima ‘plétora’ para saber si podremos recibir la ayuda necesaria cuando la necesitemos. ¡Qué torta esta situación!
En fin, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para solucionar la crisis en el sistema de salud, o necesitamos medidas más drásticas? ¿Y qué alternativas podríamos implementar para mejorar la atención médica en provincias como Heredia, donde la demanda supera la capacidad de respuesta actual?
Según Joumana Zaglul, la directora del hospital, el lunes pasado llegó a punto crítico. Las salas de choque estaban bloqueadas, así que imagínate la bronca: no había espacio ni para los pacientes graves que llegaban corriendo, ni siquiera cama en las áreas generales. Este protocolo, que según dice, usan todos los hospitales del país, sirve para coordinar cómo distribuir a los enfermos entre diferentes centros, mientras intentan volver a la normalidad en el San Vicente. Pero, vamos, unos parches rápidos no solucionan la raíz del problema, ¿verdad?
Lo más preocupante es que esto no es algo puntual, brete. La doctora Zaglul reconoce que tienen una demanda altísima y constante. Y no es para menos, pues son el único hospital en toda la provincia de Heredia, atendiendo a más de medio millón de personas. Eso ya es una carga considerable, fiarme. Además, cuando un paciente necesita pasar a hospitalización, ahí sí se complica; puede tardar entre cinco y diez días en poder irse a casa, dependiendo de qué tan grave esté. ¡Imagínatelo!
Y claro, con todas esas camas ocupadas, los nuevos pacientes en urgencias tienen que esperar. No se les atiende con la velocidad que deberíamos, admitió la directora. Han tenido que recurrir a la llamada 'alerta institucional de plétora', que es como ponerle pausa al sistema, avisándole a todos que andamos apurados. Pero, mi gente, ¿hasta cuándo vamos a seguir parcheando en vez de darle solución de verdad a esta problemática?
Ahora, algunos podrían decir que es culpa de la pandemia, o de la falta de inversión en salud pública. Bueno, quizás tengan razón en parte, pero la verdad es que esta situación se viene gestando desde hace tiempo. Necesitamos más recursos, más personal médico, y sobre todo, una planificación adecuada para atender a toda la población. Porque así, con este ritmo, vamos terminando por irnos al traste, fiarme. Se requiere una reestructuración completa del sistema, no solo taparle el hoyo con banditas.
Es importante recalcar que, pese a todo este lío, aseguran que atienden a los pacientes en el servicio de emergencias. Lo hacen como pueden, con lo poco que tienen. Pero la realidad es dura, y nadie puede negar que el sistema sanitario está al límite. Escuché a varios vecinos comentando que prefieren ir al vecino país, Ecuador, para recibir atención médica, y vaya que eso da mucho que pensar.
La situación nos lleva a reflexionar sobre la importancia de invertir en salud pública, no solo cuando estamos apurados, sino como una prioridad nacional. Necesitamos soluciones a largo plazo, que permitan garantizar el acceso a una atención médica digna para todos los costarricenses. Que no tengamos que estar pendientes de la próxima ‘plétora’ para saber si podremos recibir la ayuda necesaria cuando la necesitemos. ¡Qué torta esta situación!
En fin, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para solucionar la crisis en el sistema de salud, o necesitamos medidas más drásticas? ¿Y qué alternativas podríamos implementar para mejorar la atención médica en provincias como Heredia, donde la demanda supera la capacidad de respuesta actual?