http://www.diarioextra.com/2009/noviembre/10/opinion15.php
Bueno, otro más de los abanderados de la verdades morales objetivas, donde nos señala que la palabra Diversidad no está muy presente en el vocabulario celestial.
Y que otra cuestión es que los fornicarios y los adúlteros para Dios están al mismo nivel de inmundicia que los homosexuales, entonces quienes usan la Biblia o la religión para atacar a los homosexuales son unos habladores a menos de que nunca hayan fornicado o caído en adulterio.
Jesucristo bien dejo claro cuanto le molestan los fariseos en el sermón del Monte, entonces es probable que la mayoría del clero católico y sus fieles se quemarán en el infierno, de acuerdo a su propia doctrina.
La homosexualidad sí es condenada por la Biblia
Solón Armando Murillo Cruz*
He leído con interés en Página Abierta dos entregas de un artículo del señor Carlos Bonilla Avendaño, pastor luterano. Mi interés radica en la permanente actualidad que encierra el tema de la homosexualidad.
El artículo indica que el término “homosexual” se inventó en el siglo XIX. Lo importante no es el nacimiento del término, sino la existencia de los homosexuales; es decir, de aquellas personas que tienen tendencias sexuales orientadas hacia su propio género. Pero se equivoca el autor del artículo cuando dice que ni en las versiones originales del Antiguo Testamento (hebreo), ni del Nuevo Testamento (griego), aparece ninguna condena a los “homosexuales”, pues tal palabra no existía. Si el vocablo “homosexual” no existía en los tiempos en los que se estaba escribiendo la Palabra de Dios, no puede haber condena contra ese término específico. Pero, lo que Dios condena son las prácticas implícitas en ese término. En la carta a los romanos 1:26, 27, Pablo dice:
“Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” La acción está tan claramente descrita y tan definitivamente rechazada y condenada, que no es necesario hacer elucubraciones para comprender a qué práctica se refiere Pablo en dicho comunicado epistolar. Si aceptamos que al Final Cristo no preguntará si fuimos homosexuales, entonces aceptemos que tampoco condenará actos como delitos informáticos, observación de pornografía por televisión, conducción en estado de embriaguez o, en fin, cada una de las acciones ilícitas o inmorales del mundo tecnológico moderno.
No mucho de lo que hoy es socialmente condenable sería condenado por el Señor en el juicio final (tampoco en las épocas bíblicas existían términos como cocaína o anfetaminas y, ahora que me doy cuenta, tampoco existía el término “luterano”). ¡Menudo problema para justificar el ingreso al Reino!
Al final del artículo comentado afirma que son los promiscuos, homo o heterosexuales, quienes no entrarán al Reino de los Cielos. Esto es cierto. A la unión sexual entre solteros (hombre–mujer) en la Biblia se le denomina fornicación y, si alguien casado tiene relación sexual con persona de otro género, sin ser su cónyuge, comete adulterio; pero a la unión homosexual ya vimos cómo se la condena, aunque no se le denomine con ese nombre.
Pablo, dirigiéndose a las congregaciones cristianas de Galacia, les dice: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, […]. Gálatas 5.19.
Lascivia, el mismo pecado por el que Dios entregó a aquellos hombres y mujeres de Roma unos con otros, según vimos más arriba.
Como hemos podido apreciar, la Palabra de Dios es incontrovertible. Por más maniobras evasivas que el ser humano adopte, por más juegos sintácticos que procure, siempre se encontrará de frente con Su justicia.
La palabra “Diversidad” aparece únicamente tres veces, en la Biblia. En 1ª Corintios 12: 4–6. Dice allí que hay diversidad de dones, ministerios y actividades; pero que el Espíritu, el Señor y Dios, es el mismo. No existe otra clase de diversidad. No existe la tal diversidad sexual aprobada por Dios.
*Licenciado en Derecho.
Bueno, otro más de los abanderados de la verdades morales objetivas, donde nos señala que la palabra Diversidad no está muy presente en el vocabulario celestial.
Y que otra cuestión es que los fornicarios y los adúlteros para Dios están al mismo nivel de inmundicia que los homosexuales, entonces quienes usan la Biblia o la religión para atacar a los homosexuales son unos habladores a menos de que nunca hayan fornicado o caído en adulterio.
Jesucristo bien dejo claro cuanto le molestan los fariseos en el sermón del Monte, entonces es probable que la mayoría del clero católico y sus fieles se quemarán en el infierno, de acuerdo a su propia doctrina.