¡Ay, mae! Quién diría que la Laura Brenes, esa que nos da la lata con sus noticias en vivo, estaría pasando por un brete así. La verdad, tocar temas familiares siempre es sensible, pero esta vez tocó muy adentro con la partida de su abu. Parece que la vida nos recuerda que todos estamos pa' llá, y hasta las figuras públicas tienen sus momentos de bajón.
Resulta que su abu, doña Elena, estaba peleándola con la demencia senil desde hace rato. Según cuenta Laura, la cosa se puso bien feíta en 2022 con la muerte de su abuecita, porque el abu nunca se recuperó del susto. Pobre viejito, seguro que se quedó bien salado después de perder a su compañera de toda la vida. Imagínate, perder hasta el nombre de tus propios hijos... ¡qué torta!
Y claro, Laura no se quedó calladita, pues ella es de esas que le gusta compartirlo todo en sus redes. Escribió unas verdades sobre lo duro que es ver a alguien que quieres perderse poquito a poco. Dijo que te destroza ver cómo se confunden, olvidan cosas, incluso, quiénes son ellos mismos. Eso sí que duele, especialmente cuando vienen acompañado de broncas y enojos. ¡Más encima ella ahora es mamá! Se imaginarán el combo emocional que debe estar viviendo, pobre diay.
Pero no todo ha sido pena y lamento. En medio de todo este panorama, Laura compartió un video que me hizo agua la boca, de pura nostalgia. Ahí sale su abu enseñándole a hacer tortillas palmeadas a Jota, su esposo. El abu intentaba ayudar, pero parecía que tenía dos manos izquierdas, jeje. ¡Qué carga! Pero lo importante es que ambos se estaban riendo juntos, creando un recuerdo lindo antes de que fuera demasiado tarde.
Y hablando de recuerdos bonitos, Laura publicó un mensaje de despedida que dio en el clavo. Le dijo adiós a su abuelito, deseándole que descansara en paz, libre de esa angustia y confusión que lo atormentaban. Le imaginó con una sonrisa tranquila, recordando todos los buenos tiempos que vivieron juntos. ¡Qué chiva poder tener esos momentos grabados en el corazón!
La verdad es que esta noticia me recordó que la vida es corta y hay que aprovecharla al máximo. No podemos andar postergando abrazos, besos, y decirle a nuestros seres queridos cuánto los queremos. Porque al final, eso es lo único que realmente importa. Olvidémonos de las tonterías y enfoquémonos en lo que vale la pena, ¿eh?
Esta experiencia de Laura nos invita a reflexionar sobre el cuidado de nuestros adultos mayores y la importancia de brindarles apoyo emocional durante estos momentos difíciles. Demencia no es fácil ni para los que la padecen ni para sus familias. Además, nos demuestra que aunque las cosas se pongan feas, siempre hay motivos para reír y crear recuerdos inolvidables. Y si a eso le sumamos una tortilla palmeada, ¡pues mejor todavía! Esta historia de Laura y su abu me dejó pensando en mis propias abuelas y en cuánto las quiero.
Ahora dime, ¿tú qué opinas? ¿Alguna vez has vivido una experiencia similar con algún familiar cercano? ¿Cómo manejaste el día a día mientras cuidabas de él o ella? ¡Compártelo en los comentarios, vamos a construir un espacio donde podamos apoyarnos mutuamente en estas situaciones tan complejas!
Resulta que su abu, doña Elena, estaba peleándola con la demencia senil desde hace rato. Según cuenta Laura, la cosa se puso bien feíta en 2022 con la muerte de su abuecita, porque el abu nunca se recuperó del susto. Pobre viejito, seguro que se quedó bien salado después de perder a su compañera de toda la vida. Imagínate, perder hasta el nombre de tus propios hijos... ¡qué torta!
Y claro, Laura no se quedó calladita, pues ella es de esas que le gusta compartirlo todo en sus redes. Escribió unas verdades sobre lo duro que es ver a alguien que quieres perderse poquito a poco. Dijo que te destroza ver cómo se confunden, olvidan cosas, incluso, quiénes son ellos mismos. Eso sí que duele, especialmente cuando vienen acompañado de broncas y enojos. ¡Más encima ella ahora es mamá! Se imaginarán el combo emocional que debe estar viviendo, pobre diay.
Pero no todo ha sido pena y lamento. En medio de todo este panorama, Laura compartió un video que me hizo agua la boca, de pura nostalgia. Ahí sale su abu enseñándole a hacer tortillas palmeadas a Jota, su esposo. El abu intentaba ayudar, pero parecía que tenía dos manos izquierdas, jeje. ¡Qué carga! Pero lo importante es que ambos se estaban riendo juntos, creando un recuerdo lindo antes de que fuera demasiado tarde.
Y hablando de recuerdos bonitos, Laura publicó un mensaje de despedida que dio en el clavo. Le dijo adiós a su abuelito, deseándole que descansara en paz, libre de esa angustia y confusión que lo atormentaban. Le imaginó con una sonrisa tranquila, recordando todos los buenos tiempos que vivieron juntos. ¡Qué chiva poder tener esos momentos grabados en el corazón!
La verdad es que esta noticia me recordó que la vida es corta y hay que aprovecharla al máximo. No podemos andar postergando abrazos, besos, y decirle a nuestros seres queridos cuánto los queremos. Porque al final, eso es lo único que realmente importa. Olvidémonos de las tonterías y enfoquémonos en lo que vale la pena, ¿eh?
Esta experiencia de Laura nos invita a reflexionar sobre el cuidado de nuestros adultos mayores y la importancia de brindarles apoyo emocional durante estos momentos difíciles. Demencia no es fácil ni para los que la padecen ni para sus familias. Además, nos demuestra que aunque las cosas se pongan feas, siempre hay motivos para reír y crear recuerdos inolvidables. Y si a eso le sumamos una tortilla palmeada, ¡pues mejor todavía! Esta historia de Laura y su abu me dejó pensando en mis propias abuelas y en cuánto las quiero.
Ahora dime, ¿tú qué opinas? ¿Alguna vez has vivido una experiencia similar con algún familiar cercano? ¿Cómo manejaste el día a día mientras cuidabas de él o ella? ¡Compártelo en los comentarios, vamos a construir un espacio donde podamos apoyarnos mutuamente en estas situaciones tan complejas!