Hay un toque muy bueno que se aprende con los años de experiencia con las nenas de la vida pecaminosa.
Cuando es primera vez, o sea son dos perfectos desconocidos, y ya se han despojado de todas sus prendas:
Maes, no se vayan directo a la acción,
Permitan que la nena se ponga cómoda, que se abra de patas, maes pasen unos minutos mirándola, háblenle de lo hermosa que es, vean fijamente su panocha como si estuvieran contemplando una obra de arte en el museo.
Eso ayuda demasiado, le activa el impulso exhibicionista a la nena y la pone más calenturienta.
Con eso que ustedes hagan casi siempre es una fórmula mágica, el resto del tiempo la chica te va a tratar bien, no va a ser relojera, y todo saldrá de maravilla.
Es un consejo para los maes de poca experiencia.
Cuando es primera vez, o sea son dos perfectos desconocidos, y ya se han despojado de todas sus prendas:
Maes, no se vayan directo a la acción,
Permitan que la nena se ponga cómoda, que se abra de patas, maes pasen unos minutos mirándola, háblenle de lo hermosa que es, vean fijamente su panocha como si estuvieran contemplando una obra de arte en el museo.
Eso ayuda demasiado, le activa el impulso exhibicionista a la nena y la pone más calenturienta.
Con eso que ustedes hagan casi siempre es una fórmula mágica, el resto del tiempo la chica te va a tratar bien, no va a ser relojera, y todo saldrá de maravilla.
Es un consejo para los maes de poca experiencia.