Bueno, maes, parece que en Liberación Nacional ya están poniendo las cartas sobre la mesa para el 2026 y la primera jugada fuerte acaba de caer. Resulta que Álvaro Ramírez Bogantes, a quien hemos visto hasta en la sopa últimamente, se amarró el primer lugar por San José para la diputación. Y no fue por un pelito, ¿ah? La Asamblea Nacional del PLN lo ratificó con 179 votos de 198 posibles. Diay, eso es un respaldo que ya quisiera más de uno.
Para los que andan un toque perdidos, recapitulemos quién es este mae. Ahorita mismo tiene el brete de ser el jefe de campaña de Álvaro Ramos, el candidato presidencial verdiblanco. Pero la vara no queda ahí. En las elecciones pasadas del 2022, fue la fórmula vicepresidencial de José María Figueres. O sea, el tipo no es ningún novato en las altas esferas del partido. Su currículum es de peso: economista, con pasado en la OIT y, aquí viene lo interesante, fue el director de la Uccaep. Sí, la cúpula de las cúpulas del sector empresarial. Esta no es una elección al azar, es un mensaje clarísimo.
Y aquí es donde el asunto se pone bueno para el análisis. Que el PLN ponga de número uno por San José –la provincia que básicamente define elecciones– a una figura tan ligada al empresariado, dice mucho del rumbo que quieren tomar. Es una apuesta para tratar de sacudirse esa imagen de partido tradicional y, quizás, para pescar votos en el río revuelto de la centro-derecha que se siente huérfana. Están diciendo, "vean, no solo somos el partido de las garantías sociales, también entendemos de números y de cómo se mueve la plata". Es un intento de jugar en dos canchas, de ser el puente entre el discurso socialdemócrata de siempre y las demandas del sector productivo.
Ahora, la pregunta del millón es si la jugada les va a salir. Por un lado, tener a Ramírez en una curul podría darle al PLN una voz muy potente en temas económicos, un vocero que puede hablarle de tú a tú a los grandes capitales y a los ministros de Hacienda de turno. Eso, en el papel, suena como una estrategia sólida. Pero por el otro, ¿qué pensará la base liberacionista de toda la vida? Aquella que todavía recuerda al PLN de los años 70 y 80. ¿Verán en Ramírez a un aliado o a un caballo de Troya del neoliberalismo que se les coló en la casa? Es un balance delicado y un riesgo calculado.
Al final, esta movida es un reflejo del despiche ideológico que viven todos los partidos grandes. Están intentando reinventarse a la fuerza porque el electorado cambió. Ya la lealtad ciega no existe y cada voto hay que pulsearlo. La candidatura de Ramírez es, en esencia, la gran apuesta del PLN por demostrar que pueden ser modernos y pragmáticos, aunque eso signifique poner en la vitrina principal a alguien que hasta hace poco era la cara visible del "otro bando". La vara es si el votante promedio, el que anda a pie, se va a creer el cuento o si lo va a ver como más de la misma politiquería de siempre.
Pero bueno, les tiro la bola a ustedes, maes. ¿Qué opinan de esta movida? ¿Es un fichaje de lujo que le va a dar un aire nuevo al PLN en San José o es una señal de que el partido ya no sabe ni para dónde va? ¡Los leo en los comentarios!
Para los que andan un toque perdidos, recapitulemos quién es este mae. Ahorita mismo tiene el brete de ser el jefe de campaña de Álvaro Ramos, el candidato presidencial verdiblanco. Pero la vara no queda ahí. En las elecciones pasadas del 2022, fue la fórmula vicepresidencial de José María Figueres. O sea, el tipo no es ningún novato en las altas esferas del partido. Su currículum es de peso: economista, con pasado en la OIT y, aquí viene lo interesante, fue el director de la Uccaep. Sí, la cúpula de las cúpulas del sector empresarial. Esta no es una elección al azar, es un mensaje clarísimo.
Y aquí es donde el asunto se pone bueno para el análisis. Que el PLN ponga de número uno por San José –la provincia que básicamente define elecciones– a una figura tan ligada al empresariado, dice mucho del rumbo que quieren tomar. Es una apuesta para tratar de sacudirse esa imagen de partido tradicional y, quizás, para pescar votos en el río revuelto de la centro-derecha que se siente huérfana. Están diciendo, "vean, no solo somos el partido de las garantías sociales, también entendemos de números y de cómo se mueve la plata". Es un intento de jugar en dos canchas, de ser el puente entre el discurso socialdemócrata de siempre y las demandas del sector productivo.
Ahora, la pregunta del millón es si la jugada les va a salir. Por un lado, tener a Ramírez en una curul podría darle al PLN una voz muy potente en temas económicos, un vocero que puede hablarle de tú a tú a los grandes capitales y a los ministros de Hacienda de turno. Eso, en el papel, suena como una estrategia sólida. Pero por el otro, ¿qué pensará la base liberacionista de toda la vida? Aquella que todavía recuerda al PLN de los años 70 y 80. ¿Verán en Ramírez a un aliado o a un caballo de Troya del neoliberalismo que se les coló en la casa? Es un balance delicado y un riesgo calculado.
Al final, esta movida es un reflejo del despiche ideológico que viven todos los partidos grandes. Están intentando reinventarse a la fuerza porque el electorado cambió. Ya la lealtad ciega no existe y cada voto hay que pulsearlo. La candidatura de Ramírez es, en esencia, la gran apuesta del PLN por demostrar que pueden ser modernos y pragmáticos, aunque eso signifique poner en la vitrina principal a alguien que hasta hace poco era la cara visible del "otro bando". La vara es si el votante promedio, el que anda a pie, se va a creer el cuento o si lo va a ver como más de la misma politiquería de siempre.
Pero bueno, les tiro la bola a ustedes, maes. ¿Qué opinan de esta movida? ¿Es un fichaje de lujo que le va a dar un aire nuevo al PLN en San José o es una señal de que el partido ya no sabe ni para dónde va? ¡Los leo en los comentarios!
