¡Ay, Dios mío! Resulta que el proyecto de vivienda La Esperanza en Naranjo, ese que el Presidente Chaves estaba apurando pa' inaugurarle al país, anda con más broncas que un partido de soccer en la cancha de cemento. Parece que el Cuerpo de Bomberos descubrió que todavía le falta bastante pa' estar a toda raja, vamos, cumple con todo lo que debe.
La jugada es así: el gobierno quería hacer pompa con la entrega, precisamente hoy, martes, en un evento presidido por Don Rodrigo mismo. Pero resulta que un informe de Bomberos, con lupa y todo, sacó a relucir seis 'chingazos' de problemas de seguridad que aún tienen pendiente. Imagínate, ¡el proyecto casi terminado y con estas laxas! Una verdadera torta, digámoslo así.
Según Héctor Chaves León, el jefe de los bomberos, ellos han ido guiando la obra desde el principio, recomendando mejoras y corrigiendo algunas cosas. Pero parece que todavía hay unas vareadas de detalles que hay que ponerle manos encima. Dicen que han hecho seguimiento constante, pero vaya que todavía hay que solucionar varias cositas, justo a último momento, ¿qué carga?
Casa Presidencial, como siempre, le hace caso omiso a los técnicos y sigue adelante con la inauguración. Insisten en que todo está listo, que ya se pueden mudar las familias. ¡Pero a qué riesgo, maes! Un incendio en esas condiciones podría convertirse en una tragedia de proporciones, y ahí sí nos tocaría llorar a todos.
Y la cosa no termina ahí, porque recuerden la pelea que hubo con el Alcalde Randall Vega por el tema del agua. El gobierno se mandó pa’ arriba, pasó por encima del ayuntamiento y conectó el agua sin permiso, ignorando todas las alertas técnicas. ¡Se fueron al traste las reglas, ey! Lo peor es que ahora andan metidos en un lío legal, con un recurso presentado ante la Sala Constitucional. ¡Qué sal!
Pero miren, esto del proyecto de vivienda tiene detrás una historia más compleja. Se vende como una solución pa’ familias de bajos recursos, pero la realidad es otra. De las 80 familias que viven en el lugar, apenas ocho cumplen con los requisitos. Las demás van a seguir en el mismo brete, en un asentamiento precarizado. ¡Qué engaño, diay!
Además, los diputados de Naranjo, Montserrat Ruiz y Priscilla Vindas, también están dando lata. Denunciaron conexiones ilegales al sistema de acueductos, la ausencia de energía eléctrica hace poco y, sobre todo, la premura con la que quieren entregar el condominio. No es poca cosa, señores. Apuntan a que se están acelerando las cosas para poder mostrar una obra antes del inicio de la campaña electoral. ¡Ya ven cómo siempre, buscando quedar bien a cualquier precio!
Así que ahí estamos, con un proyecto de vivienda que debería ser motivo de celebración, pero que terminó convertido en un escándalo. ¿Será que realmente priorizamos la seguridad y el bienestar de las personas, o solo buscamos figurar en las fotos de inauguración? ¿Ustedes creen que el gobierno debería posponer la entrega del proyecto hasta que se corrijan todas las fallas, o deberían seguir adelante a pesar de los riesgos?
La jugada es así: el gobierno quería hacer pompa con la entrega, precisamente hoy, martes, en un evento presidido por Don Rodrigo mismo. Pero resulta que un informe de Bomberos, con lupa y todo, sacó a relucir seis 'chingazos' de problemas de seguridad que aún tienen pendiente. Imagínate, ¡el proyecto casi terminado y con estas laxas! Una verdadera torta, digámoslo así.
Según Héctor Chaves León, el jefe de los bomberos, ellos han ido guiando la obra desde el principio, recomendando mejoras y corrigiendo algunas cosas. Pero parece que todavía hay unas vareadas de detalles que hay que ponerle manos encima. Dicen que han hecho seguimiento constante, pero vaya que todavía hay que solucionar varias cositas, justo a último momento, ¿qué carga?
Casa Presidencial, como siempre, le hace caso omiso a los técnicos y sigue adelante con la inauguración. Insisten en que todo está listo, que ya se pueden mudar las familias. ¡Pero a qué riesgo, maes! Un incendio en esas condiciones podría convertirse en una tragedia de proporciones, y ahí sí nos tocaría llorar a todos.
Y la cosa no termina ahí, porque recuerden la pelea que hubo con el Alcalde Randall Vega por el tema del agua. El gobierno se mandó pa’ arriba, pasó por encima del ayuntamiento y conectó el agua sin permiso, ignorando todas las alertas técnicas. ¡Se fueron al traste las reglas, ey! Lo peor es que ahora andan metidos en un lío legal, con un recurso presentado ante la Sala Constitucional. ¡Qué sal!
Pero miren, esto del proyecto de vivienda tiene detrás una historia más compleja. Se vende como una solución pa’ familias de bajos recursos, pero la realidad es otra. De las 80 familias que viven en el lugar, apenas ocho cumplen con los requisitos. Las demás van a seguir en el mismo brete, en un asentamiento precarizado. ¡Qué engaño, diay!
Además, los diputados de Naranjo, Montserrat Ruiz y Priscilla Vindas, también están dando lata. Denunciaron conexiones ilegales al sistema de acueductos, la ausencia de energía eléctrica hace poco y, sobre todo, la premura con la que quieren entregar el condominio. No es poca cosa, señores. Apuntan a que se están acelerando las cosas para poder mostrar una obra antes del inicio de la campaña electoral. ¡Ya ven cómo siempre, buscando quedar bien a cualquier precio!
Así que ahí estamos, con un proyecto de vivienda que debería ser motivo de celebración, pero que terminó convertido en un escándalo. ¿Será que realmente priorizamos la seguridad y el bienestar de las personas, o solo buscamos figurar en las fotos de inauguración? ¿Ustedes creen que el gobierno debería posponer la entrega del proyecto hasta que se corrijan todas las fallas, o deberían seguir adelante a pesar de los riesgos?