Mae, hay noticias que a uno le caen como un baldazo de agua fría apenas se despierta, y la de hoy es una de esas. La vara es que la madrugada de este domingo se tiñó de tragedia en la Ruta 1, justo en el peaje de Río Segundo en Alajuela. Las imágenes que empezaron a circular desde temprano son de esas que se le quedan a uno en la retina y te dejan con un nudo en la garganta. Un carro, o lo que quedó de él, hecho prácticamente un acordeón contra una de las casetas de cobro. ¡Qué torta, en serio!
Según el reporte del OIJ, las víctimas ya fueron identificadas. Se trata de un muchacho de apenas 22 años, de apellido González, quien lamentablemente falleció en el sitio. Diay, mae, uno se pone a pensar... 22 años. Toda una vida por delante que se fue al traste en un segundo. Su acompañante, una joven de 19 años de apellido Muñoz, se salvó de milagro, pero la reportan en estado crítico en el Hospital San Rafael de Alajuela. La tuvieron que trasladar de emergencia con una herida grave en el abdomen. ¡Qué sal! De verdad, demasiada mala suerte para unos chiquillos que de fijo solo andaban en sus vueltas.
Ahora, la pregunta del millón que todos nos hacemos: ¿qué diablos pasó? El OIJ ya está en pleno brete investigando las causas, porque por ahora todo es un misterio. Las autoridades dicen que "por razones que se desconocen, el vehículo colisionó". Pero seamos honestos, las especulaciones no se hacen esperar. ¿Será que el conductor se quedó dormido? ¿Iba a exceso de velocidad y no le dio tiempo de frenar? ¿Alguna falla mecánica de ese chunche? Es la parte más frustrante, porque las respuestas no le van a devolver la vida a nadie, pero al menos ayudan a entender cómo se puede evitar que una tragedia así se repita.
Lo que sí está claro es el nivel del impacto. Para que un carro quede en ese estado y para que una estructura de concreto como la de un peaje sufra daños, la velocidad tuvo que haber sido un factor clave. Esta vara nos tiene que sacudir. Uno a veces anda por la calle, ya sea manejando o de pasajero, y ve cada loco al volante... gente pegada al celular, otros que creen que la pista es de ellos, y al final, una pequeña distracción o una mala decisión puede terminar en esto. La pregunta que queda en el aire es si el muchacho se jaló una torta o si fue algo completamente fuera de su control. Eso ya le tocará determinarlo a la gente de la Medicatura Forense y a los investigadores judiciales.
Esta noticia es un recordatorio durísimo de lo frágiles que somos. Dos familias, una destrozada por la pérdida y otra en vilo en un hospital, todo por un evento de segundos. Más allá de lamentarnos, esto debería abrir un debate serio en el foro. Me gustaría saber qué piensan ustedes, maes. ¿Qué creen que está pasando en nuestras carreteras? ¿Es pura imprudencia, falta de educación vial, o es que andamos todos demasiado acelerados y con la cabeza en otro lado?
Según el reporte del OIJ, las víctimas ya fueron identificadas. Se trata de un muchacho de apenas 22 años, de apellido González, quien lamentablemente falleció en el sitio. Diay, mae, uno se pone a pensar... 22 años. Toda una vida por delante que se fue al traste en un segundo. Su acompañante, una joven de 19 años de apellido Muñoz, se salvó de milagro, pero la reportan en estado crítico en el Hospital San Rafael de Alajuela. La tuvieron que trasladar de emergencia con una herida grave en el abdomen. ¡Qué sal! De verdad, demasiada mala suerte para unos chiquillos que de fijo solo andaban en sus vueltas.
Ahora, la pregunta del millón que todos nos hacemos: ¿qué diablos pasó? El OIJ ya está en pleno brete investigando las causas, porque por ahora todo es un misterio. Las autoridades dicen que "por razones que se desconocen, el vehículo colisionó". Pero seamos honestos, las especulaciones no se hacen esperar. ¿Será que el conductor se quedó dormido? ¿Iba a exceso de velocidad y no le dio tiempo de frenar? ¿Alguna falla mecánica de ese chunche? Es la parte más frustrante, porque las respuestas no le van a devolver la vida a nadie, pero al menos ayudan a entender cómo se puede evitar que una tragedia así se repita.
Lo que sí está claro es el nivel del impacto. Para que un carro quede en ese estado y para que una estructura de concreto como la de un peaje sufra daños, la velocidad tuvo que haber sido un factor clave. Esta vara nos tiene que sacudir. Uno a veces anda por la calle, ya sea manejando o de pasajero, y ve cada loco al volante... gente pegada al celular, otros que creen que la pista es de ellos, y al final, una pequeña distracción o una mala decisión puede terminar en esto. La pregunta que queda en el aire es si el muchacho se jaló una torta o si fue algo completamente fuera de su control. Eso ya le tocará determinarlo a la gente de la Medicatura Forense y a los investigadores judiciales.
Esta noticia es un recordatorio durísimo de lo frágiles que somos. Dos familias, una destrozada por la pérdida y otra en vilo en un hospital, todo por un evento de segundos. Más allá de lamentarnos, esto debería abrir un debate serio en el foro. Me gustaría saber qué piensan ustedes, maes. ¿Qué creen que está pasando en nuestras carreteras? ¿Es pura imprudencia, falta de educación vial, o es que andamos todos demasiado acelerados y con la cabeza en otro lado?
