¡Ay, mándale! Qué le vamos a decir, San Pablo se rifó. Después de tanto tiempo siendo un cantón tranquilo, casi aburrido, ahora le pusieron un empujoncito que lo hizo brillar como sol de fin de semana en Jacó. Hablamos de la entrada principal, que quedó totalmente renovada, gracias a un proyecto bien bacán financiado por la Unión Europea. Ya no es solo un punto de acceso, sino un espacio pa’ parar, respirar y echarle ojo a unas cositas interesantes.
Todo esto entra dentro del proyecto mUEve, que es un intento serio de darle una manita de gato a varias ciudades del país. Lo que hace la Unión Europea es ponerle la plata, pero la UNGL (Unión Nacional de Gobiernos Locales) se encarga de llevarle la voz cantante y asegurarse de que las cosas se hagan bien. Parece que esta vez sí le pegaron al clavo, porque la transformación es visible desde lejos. Dejemos claro que no es solamente pintura fresca y unos jardines bonitos; hay mucho más detrás de esto.
La idea central es crear entornos urbanos más amigables, seguros y accesibles para todos. Piensen en las personas mayores, en las mamás con niños pequeños, en los amigos que andan en silla de ruedas... antes, entrar a San Pablo era como si te estuvieras metiendo en un laberinto. Ahora, con aceras más anchas, cruces peatonales bien señalizados y espacios pa' descansar, la cosa cambió radicalmente. Además, quitaron barreras arquitectónicas, así que ya nadie tiene excusa para no poder moverse con facilidad.
Pero lo que realmente me voló la cabeza fue el museo virtual con realidad aumentada. ¡Imagínense! Ahí mismo, donde antes había concreto y asfalto, ahora puedes usar tu celular y ver recreaciones virtuales de piezas del Museo del Oro Precolombino. Es como si te transportaran a otra época, mientras estás parado en medio de la calle. No sé ustedes, pero yo creo que eso le da un plus cultural importantísimo al lugar. Un verdadero churrito de innovación tecnológica.
Bernardo Porras López, el alcalde de San Pablo, no podía estar más contento. Dijo que la obra le dio un nuevo aire a la ciudad, tanto en términos de seguridad como de imagen. “Esto repercute en todo, en la tranquilidad de nuestros vecinos, en el ornato, en cómo nos presentan al mundo”, declaró con justa razón. Y vaya que es cierto. Antes, la gente pasaba por ahí corriendo, sin prestar atención a nada. Ahora, se detienen a mirar, a tomar fotos, a conversar… Se crea un ambiente mucho más agradable y vibrante.
Y no piensen que San Pablo es la única ciudad que se beneficia de este proyecto. mUEve ya ha inaugurado obras similares en otros 14 cantones del país, como Paraíso, Cartago, Goicoechea, Heredia y Alajuela. Dicen que lo buscan es transformar nuestras ciudades con soluciones creativas y eficientes. Suena ambicioso, pero viendo lo que hicieron en San Pablo, uno se anima a pensar que sí pueden lograrlo. Además, dicen que viene también el tren eléctrico, entonces ya estamos hablando de una movida seria para modernizar el transporte público en Costa Rica.
Claro que toda esta maravilla tiene un precio. La inversión rondó los 127 millones de colones, que no es poco. Pero considerando todas las mejoras que trajo consigo, muchos dirían que valió la pena. Pierre-Louis Lempereur, el embajador de la UE, recalcó que este proyecto refleja el compromiso de Europa con la sostenibilidad y la inclusión. Una apuesta firme por un futuro más verde y justo para todos nosotros, los ticos.
En fin, San Pablo está de moda. Con esta nueva entrada, se espera que el comercio local dé un vuelco y que más turistas decidan visitar el cantón. Pero más allá de eso, lo importante es que se hayan creado espacios públicos dignos de ser disfrutados por todos. Y ahora les pregunto, ¿creen que proyectos como este podrían replicarse en otras comunidades del país, o la falta de recursos y voluntad política serían un obstáculo insuperable?
Todo esto entra dentro del proyecto mUEve, que es un intento serio de darle una manita de gato a varias ciudades del país. Lo que hace la Unión Europea es ponerle la plata, pero la UNGL (Unión Nacional de Gobiernos Locales) se encarga de llevarle la voz cantante y asegurarse de que las cosas se hagan bien. Parece que esta vez sí le pegaron al clavo, porque la transformación es visible desde lejos. Dejemos claro que no es solamente pintura fresca y unos jardines bonitos; hay mucho más detrás de esto.
La idea central es crear entornos urbanos más amigables, seguros y accesibles para todos. Piensen en las personas mayores, en las mamás con niños pequeños, en los amigos que andan en silla de ruedas... antes, entrar a San Pablo era como si te estuvieras metiendo en un laberinto. Ahora, con aceras más anchas, cruces peatonales bien señalizados y espacios pa' descansar, la cosa cambió radicalmente. Además, quitaron barreras arquitectónicas, así que ya nadie tiene excusa para no poder moverse con facilidad.
Pero lo que realmente me voló la cabeza fue el museo virtual con realidad aumentada. ¡Imagínense! Ahí mismo, donde antes había concreto y asfalto, ahora puedes usar tu celular y ver recreaciones virtuales de piezas del Museo del Oro Precolombino. Es como si te transportaran a otra época, mientras estás parado en medio de la calle. No sé ustedes, pero yo creo que eso le da un plus cultural importantísimo al lugar. Un verdadero churrito de innovación tecnológica.
Bernardo Porras López, el alcalde de San Pablo, no podía estar más contento. Dijo que la obra le dio un nuevo aire a la ciudad, tanto en términos de seguridad como de imagen. “Esto repercute en todo, en la tranquilidad de nuestros vecinos, en el ornato, en cómo nos presentan al mundo”, declaró con justa razón. Y vaya que es cierto. Antes, la gente pasaba por ahí corriendo, sin prestar atención a nada. Ahora, se detienen a mirar, a tomar fotos, a conversar… Se crea un ambiente mucho más agradable y vibrante.
Y no piensen que San Pablo es la única ciudad que se beneficia de este proyecto. mUEve ya ha inaugurado obras similares en otros 14 cantones del país, como Paraíso, Cartago, Goicoechea, Heredia y Alajuela. Dicen que lo buscan es transformar nuestras ciudades con soluciones creativas y eficientes. Suena ambicioso, pero viendo lo que hicieron en San Pablo, uno se anima a pensar que sí pueden lograrlo. Además, dicen que viene también el tren eléctrico, entonces ya estamos hablando de una movida seria para modernizar el transporte público en Costa Rica.
Claro que toda esta maravilla tiene un precio. La inversión rondó los 127 millones de colones, que no es poco. Pero considerando todas las mejoras que trajo consigo, muchos dirían que valió la pena. Pierre-Louis Lempereur, el embajador de la UE, recalcó que este proyecto refleja el compromiso de Europa con la sostenibilidad y la inclusión. Una apuesta firme por un futuro más verde y justo para todos nosotros, los ticos.
En fin, San Pablo está de moda. Con esta nueva entrada, se espera que el comercio local dé un vuelco y que más turistas decidan visitar el cantón. Pero más allá de eso, lo importante es que se hayan creado espacios públicos dignos de ser disfrutados por todos. Y ahora les pregunto, ¿creen que proyectos como este podrían replicarse en otras comunidades del país, o la falta de recursos y voluntad política serían un obstáculo insuperable?