Diay maes, ¿todo bien? A ver, levante la mano el que está cansado de que los únicos planes del finde sean ir a un mall o pegarse en una presa. Si andan buscando algo diferente, una vara que les mueva el piso y que encima no les cueste ni un cinco, pónganle atención a esto porque está demasiado chiva. Resulta que el Centro Cultural Costarricense Norteamericano, allá en San Pedro, se acaba de apuntar un golaso con una exposición que celebra a tres leyendas del arte tico: Lola Fernández, Zulay Soto y Elizabeth Thompson. La muestra se llama “Lola, Zulay, Elizabeth – Ensambles y Collages” y, con solo el nombre, ya nos están diciendo que esta no es la típica expo tiesa y aburrida. Es un homenaje directo, sin apellidos, a tres mujeres que rompieron esquemas cuando ser artista y mujer era el doble de complicado. Y lo mejor de todo: la entrada es de gratis. Así que no hay excusa.
Ahora, hablemos de lo que de verdad importa: estas tres mujeres. ¡Qué cargas, en serio! No estamos hablando de artistas cualquiera; estamos hablando de pioneras. Lola, Zulay y Elizabeth no solo se dedicaron a crear, sino que también fueron maestras, investigadoras y, básicamente, las que abrieron la trocha para que un montón de artistas (hombres y mujeres) pudieran caminar más tranquilos hoy. La exposición hace un gesto que me parece un nivel de detalle: se refiere a ellas solo por su nombre de pila. ¿Por qué? Porque es una declaración de principios. Es decir 'nosotras no necesitamos el apellido de un hombre para ser reconocidas, nuestro brete y nuestro nombre son suficientes'. En una sociedad donde a las mujeres históricamente se nos ha identificado por nuestra relación con otros, esta vara es un statement potentísimo. Es un recordatorio de que su identidad y su poder creativo eran y son suyos y de nadie más.
Pero bueno, ¿qué se van a encontrar si se dan la vuelta por la Galería Sophia Wanamaker? La cosa va de collages y ensambles, lo que significa que van a ver arte hecho con una mezcla de materiales que uno ni se imagina. Son 18 obras, entre grandes y medianas, donde estas maes agarraron de todo un poco —objetos encontrados, chereques del día a día, policromías— y los transformaron en algo completamente nuevo. Es esa capacidad de ver arte donde otros ven basura, de unir piezas que no tienen nada que ver para contar una historia. Según cuentan los organizadores, hay desde trípticos hasta trabajos enmarcados que demuestran una fuerza visual impresionante. Es el tipo de arte que te deja pensando, que te obliga a acercarte para ver cada detallito y preguntarte: '¿cómo se le ocurrió juntar este chunche con este otro?'. Es una cátedra de creatividad en estado puro.
El líder cultural del CCCN, Juan Diego Roldán, dijo algo que resume muy bien el espíritu de la exposición. Mencionó que estas artistas son como las 'tejedoras del destino', una frase que suena poética pero que es increíblemente certera. Ellas tejieron su propio camino y, de paso, el de muchas otras. Su legado no está solo en los cuadros que colgaron, sino en las aulas donde enseñaron y en la mentalidad que ayudaron a cambiar. Esta muestra es más que una simple colección de obras bonitas; es un acto de justicia histórica. Es un reconocimiento necesario a las mujeres creadoras que, por demasiado tiempo, quedaron en la sombra o fueron mencionadas como una nota al pie de página en la historia del arte costarricense. Ver su trabajo reunido es una forma de decir: 'aquí están, siempre estuvieron y su influencia es innegable'.
Así que ya saben, la recomendación está hecha y, sinceramente, está a cachete. La exposición “Lola, Zulay, Elizabeth – Ensambles y Collages” va a estar abierta hasta el 10 de octubre. Pueden ir de lunes a viernes de 9 de la mañana a 6 de la tarde, o los sábados hasta las 4 p.m. De verdad, dense la oportunidad de conocer el brete de estas tres figuras emblemáticas. Es un planazo para ir solo, con compas, con la pareja... con quien sea. Vayan, inspírense y después me cuentan qué les pareció. Ahora les lanzo la pregunta al foro: más allá de estas tres gigantes, ¿cuáles otras artistas ticas (históricas o actuales) creen ustedes que se merecen un homenaje así de tuanis y por qué? ¡Los leo!
Ahora, hablemos de lo que de verdad importa: estas tres mujeres. ¡Qué cargas, en serio! No estamos hablando de artistas cualquiera; estamos hablando de pioneras. Lola, Zulay y Elizabeth no solo se dedicaron a crear, sino que también fueron maestras, investigadoras y, básicamente, las que abrieron la trocha para que un montón de artistas (hombres y mujeres) pudieran caminar más tranquilos hoy. La exposición hace un gesto que me parece un nivel de detalle: se refiere a ellas solo por su nombre de pila. ¿Por qué? Porque es una declaración de principios. Es decir 'nosotras no necesitamos el apellido de un hombre para ser reconocidas, nuestro brete y nuestro nombre son suficientes'. En una sociedad donde a las mujeres históricamente se nos ha identificado por nuestra relación con otros, esta vara es un statement potentísimo. Es un recordatorio de que su identidad y su poder creativo eran y son suyos y de nadie más.
Pero bueno, ¿qué se van a encontrar si se dan la vuelta por la Galería Sophia Wanamaker? La cosa va de collages y ensambles, lo que significa que van a ver arte hecho con una mezcla de materiales que uno ni se imagina. Son 18 obras, entre grandes y medianas, donde estas maes agarraron de todo un poco —objetos encontrados, chereques del día a día, policromías— y los transformaron en algo completamente nuevo. Es esa capacidad de ver arte donde otros ven basura, de unir piezas que no tienen nada que ver para contar una historia. Según cuentan los organizadores, hay desde trípticos hasta trabajos enmarcados que demuestran una fuerza visual impresionante. Es el tipo de arte que te deja pensando, que te obliga a acercarte para ver cada detallito y preguntarte: '¿cómo se le ocurrió juntar este chunche con este otro?'. Es una cátedra de creatividad en estado puro.
El líder cultural del CCCN, Juan Diego Roldán, dijo algo que resume muy bien el espíritu de la exposición. Mencionó que estas artistas son como las 'tejedoras del destino', una frase que suena poética pero que es increíblemente certera. Ellas tejieron su propio camino y, de paso, el de muchas otras. Su legado no está solo en los cuadros que colgaron, sino en las aulas donde enseñaron y en la mentalidad que ayudaron a cambiar. Esta muestra es más que una simple colección de obras bonitas; es un acto de justicia histórica. Es un reconocimiento necesario a las mujeres creadoras que, por demasiado tiempo, quedaron en la sombra o fueron mencionadas como una nota al pie de página en la historia del arte costarricense. Ver su trabajo reunido es una forma de decir: 'aquí están, siempre estuvieron y su influencia es innegable'.
Así que ya saben, la recomendación está hecha y, sinceramente, está a cachete. La exposición “Lola, Zulay, Elizabeth – Ensambles y Collages” va a estar abierta hasta el 10 de octubre. Pueden ir de lunes a viernes de 9 de la mañana a 6 de la tarde, o los sábados hasta las 4 p.m. De verdad, dense la oportunidad de conocer el brete de estas tres figuras emblemáticas. Es un planazo para ir solo, con compas, con la pareja... con quien sea. Vayan, inspírense y después me cuentan qué les pareció. Ahora les lanzo la pregunta al foro: más allá de estas tres gigantes, ¿cuáles otras artistas ticas (históricas o actuales) creen ustedes que se merecen un homenaje así de tuanis y por qué? ¡Los leo!