¡Ay, Dios mío! La data llegó dura, pura verdá. Resulta que la salud mental en Costa Rica está dando un batacazo preocupante. Según datos oficiales, hemos visto un aumento del 44% en emergencias relacionadas con problemas psicológicos en los últimos cinco años. ¡Qué despiche! Esto significa que estamos hablando de miles de personas buscando ayuda urgente, y eso nos obliga a sentarnos a pensar qué está pasando con nosotros, ¿no?
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) soltó la bomba este viernes, revelando que en 2024 se atendieron 139 mil casos de emergencias y consultas externas por trastornos mentales. Comparémoslo con el 2020, donde apenas llegábamos a los 97 mil. Una diferencia abismal, que nos dice que la cosa está escalando rápido. Y ojo, esto incluye tanto hombres como mujeres, pero ahí viene lo más chungo…
Las mujeres jóvenes son las que más están llevando la peor parte. Parece que las presiones sociales, laborales, familiares... bueno, ya saben, la combinación letal de la vida moderna, les está cobrando factura. Pero no son las únicas afectadas. Lo que realmente me sacudió fue ver que los adultos jóvenes, entre 20 y 44 años, representan más de 68 mil casos. Eso sí que da que pensar; gente que debería estar construyendo sus vidas, topándose con estos problemas.
Y si pensaban que era cosa de “mayores”, piénsenlo de nuevo. Los adolescentes, esos de 15 a 19 años, también están mostrando un incremento notable. Imaginen la presión que sienten estos chavales, con las redes sociales, la escuela, las expectativas… ¡Un brete! Necesitamos ponerle atención a esta generación, porque si no, nos vamos a llevar una sorpresa bien fea.
Las causas principales detrás de esta crisis, según la CCSS, son los trastornos de ansiedad, los episodios depresivos y el consumo de alcohol. Ya ven, la triste realidad de muchos hogares ticos. No quiero sonar alarmista, pero esto pinta feo si no hacemos algo al respecto. Tenemos que romper con ese estigma que todavía pesa sobre la salud mental, esa idea equivocada de que “pedir ayuda es signo de debilidad”. ¡Qué tontería! Buscar apoyo es de valientes, ¡y todos necesitamos un empujón de vez en cuando!
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) soltó la bomba este viernes, revelando que en 2024 se atendieron 139 mil casos de emergencias y consultas externas por trastornos mentales. Comparémoslo con el 2020, donde apenas llegábamos a los 97 mil. Una diferencia abismal, que nos dice que la cosa está escalando rápido. Y ojo, esto incluye tanto hombres como mujeres, pero ahí viene lo más chungo…
Las mujeres jóvenes son las que más están llevando la peor parte. Parece que las presiones sociales, laborales, familiares... bueno, ya saben, la combinación letal de la vida moderna, les está cobrando factura. Pero no son las únicas afectadas. Lo que realmente me sacudió fue ver que los adultos jóvenes, entre 20 y 44 años, representan más de 68 mil casos. Eso sí que da que pensar; gente que debería estar construyendo sus vidas, topándose con estos problemas.
Y si pensaban que era cosa de “mayores”, piénsenlo de nuevo. Los adolescentes, esos de 15 a 19 años, también están mostrando un incremento notable. Imaginen la presión que sienten estos chavales, con las redes sociales, la escuela, las expectativas… ¡Un brete! Necesitamos ponerle atención a esta generación, porque si no, nos vamos a llevar una sorpresa bien fea.
Las causas principales detrás de esta crisis, según la CCSS, son los trastornos de ansiedad, los episodios depresivos y el consumo de alcohol. Ya ven, la triste realidad de muchos hogares ticos. No quiero sonar alarmista, pero esto pinta feo si no hacemos algo al respecto. Tenemos que romper con ese estigma que todavía pesa sobre la salud mental, esa idea equivocada de que “pedir ayuda es signo de debilidad”. ¡Qué tontería! Buscar apoyo es de valientes, ¡y todos necesitamos un empujón de vez en cuando!