¡Aguante, pura vida! Resulta que Bill Gates, el mismo que nos trajo Windows, anda ahora metido en cosas de salud global y la inteligencia artificial. Parece que el señor está convencido de que la IA puede solucionar problemas de salud en países donde hasta para ir al médico hay que agarrar un bus y rezar. La verdad, me da un poquito de cosquillas escuchar esas promesas grandilocuentes, pero bueno, vamos a ver qué onda.
Según lo que echó a relucir en una entrevista con EFE, Gates cree que la IA es la clave para acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos y vacunas, y también para distribuir esos medicamentos de una manera más eficiente. Imaginen, señores, la posibilidad de que una madre en África pueda consultar a través de su celular si tiene dudas sobre su embarazo o los síntomas de sus hijos. Suena chivé, claro, pero ¿será realmente tan fácil?
El man se ha propuesto algo ambicioso: salvar millones de vidas infantiles para el 2045. Ahí entra la inversión multimillonaria en salud global y la apuesta firme por la IA. Dice que ya están armando estudios piloto el próximo año para ver cómo funciona esto en la práctica. Esperemos que no se les vaya al traste el brete, porque imagínense las consecuencias si no sale como esperaban; sería una pena desperdiciar tanto recurso.
Lo que me llamó la atención es que Gates considera que la relación entre el gobierno y las 'Big Tech' es positiva, porque así el gobierno aprende sobre el potencial de la IA. Esto me recuerda a cuando el gobierno intentaba abrazar el blockchain… ¡qué carreta! Ya sabemos cómo quedó eso. A veces siento que nos dejamos engatusar fácilmente por la última moda tecnológica sin analizar a fondo las implicaciones. Pero bueno, quizás Gates tenga razón y esta vez sí será diferente.
Además, el tipo destacó que la gente que triunfa en el mundo tecnológico suele ser filantrópica, y puso como ejemplo a Sam Altman, el jefe de OpenAI. Eso sí, estaría bueno que compartieran un poquito más de esa riqueza, porque mientras algunos andamos haciendo fila para un plato de comida, ellos viven en mansiones. No digo que no tengan derecho a ganar dinero, pero un poquito de empatía nunca viene mal.
Ya saben, siempre surge el debate de si la IA quitará empleos o generará nuevos. En Costa Rica, con el desempleo como está, preocupa bastante. Aunque Gates mencionó esto brevemente, no profundizó en el tema. Sería importante que los gobiernos tomaran medidas para proteger a los trabajadores y preparar a la población para los cambios que trae consigo esta revolución tecnológica. Sino, ¡qué sal!
Lo que más me inquieta es la gobernanza de la IA. ¿Quién decide cómo se utiliza esta tecnología? ¿Cómo evitamos que se utilice para fines negativos, como la discriminación o la vigilancia masiva? Estos son temas cruciales que debemos empezar a abordar ya, antes de que sea demasiado tarde. Porque una cosa es usar la IA para diagnosticar enfermedades y otra muy distinta es permitir que el Estado la utilice para controlar a la ciudadanía.
En fin, veremos qué pasa con estas iniciativas de Bill Gates. Suena prometedor, pero yo prefiero mantener el ojo avispado. Sin embargo, me deja pensando: ¿Creemos que la IA es la solución definitiva a nuestros problemas de salud, o simplemente estamos delegando nuestra responsabilidad en una herramienta tecnológica que podría traer más complicaciones de las que imaginamos? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leerla!
Según lo que echó a relucir en una entrevista con EFE, Gates cree que la IA es la clave para acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos y vacunas, y también para distribuir esos medicamentos de una manera más eficiente. Imaginen, señores, la posibilidad de que una madre en África pueda consultar a través de su celular si tiene dudas sobre su embarazo o los síntomas de sus hijos. Suena chivé, claro, pero ¿será realmente tan fácil?
El man se ha propuesto algo ambicioso: salvar millones de vidas infantiles para el 2045. Ahí entra la inversión multimillonaria en salud global y la apuesta firme por la IA. Dice que ya están armando estudios piloto el próximo año para ver cómo funciona esto en la práctica. Esperemos que no se les vaya al traste el brete, porque imagínense las consecuencias si no sale como esperaban; sería una pena desperdiciar tanto recurso.
Lo que me llamó la atención es que Gates considera que la relación entre el gobierno y las 'Big Tech' es positiva, porque así el gobierno aprende sobre el potencial de la IA. Esto me recuerda a cuando el gobierno intentaba abrazar el blockchain… ¡qué carreta! Ya sabemos cómo quedó eso. A veces siento que nos dejamos engatusar fácilmente por la última moda tecnológica sin analizar a fondo las implicaciones. Pero bueno, quizás Gates tenga razón y esta vez sí será diferente.
Además, el tipo destacó que la gente que triunfa en el mundo tecnológico suele ser filantrópica, y puso como ejemplo a Sam Altman, el jefe de OpenAI. Eso sí, estaría bueno que compartieran un poquito más de esa riqueza, porque mientras algunos andamos haciendo fila para un plato de comida, ellos viven en mansiones. No digo que no tengan derecho a ganar dinero, pero un poquito de empatía nunca viene mal.
Ya saben, siempre surge el debate de si la IA quitará empleos o generará nuevos. En Costa Rica, con el desempleo como está, preocupa bastante. Aunque Gates mencionó esto brevemente, no profundizó en el tema. Sería importante que los gobiernos tomaran medidas para proteger a los trabajadores y preparar a la población para los cambios que trae consigo esta revolución tecnológica. Sino, ¡qué sal!
Lo que más me inquieta es la gobernanza de la IA. ¿Quién decide cómo se utiliza esta tecnología? ¿Cómo evitamos que se utilice para fines negativos, como la discriminación o la vigilancia masiva? Estos son temas cruciales que debemos empezar a abordar ya, antes de que sea demasiado tarde. Porque una cosa es usar la IA para diagnosticar enfermedades y otra muy distinta es permitir que el Estado la utilice para controlar a la ciudadanía.
En fin, veremos qué pasa con estas iniciativas de Bill Gates. Suena prometedor, pero yo prefiero mantener el ojo avispado. Sin embargo, me deja pensando: ¿Creemos que la IA es la solución definitiva a nuestros problemas de salud, o simplemente estamos delegando nuestra responsabilidad en una herramienta tecnológica que podría traer más complicaciones de las que imaginamos? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leerla!