Maes, seamos honestos: ¿cuántos de nosotros no hemos pasado por el ritual sagrado de meternos a CRAutos a medianoche solo para “ver qué hay”, soñando con cambiar el chunche que nos lleva al brete todos los días? Bueno, si usted es de los míos, pare todo lo que está haciendo, porque Scotiabank acaba de soltar una lista de carros en remate que, para ser sinceros, está para ponerle muchísima atención. Y no, no estamos hablando de carritos ahí más o menos. ¡Qué nivel de naves se soltaron!
Antes de que alguien brinque, aclaremos la vara. Cuando uno oye “remate bancario”, a veces se imagina un carro todo destartalado en un predio lleno de polvo. Y aunque hay que revisar bien, la realidad es otra. Estos son vehículos que el banco recuperó por A o B motivo. El negocio del banco no es vender carros, es prestar plata, así que lo que buscan es recuperar su inversión rápido y sin mucha complicación. ¿Qué significa eso para nosotros, los mortales? Precios que, en muchos casos, están bastante por debajo de lo que uno encontraría en una agencia de usados. Es, para el que sabe buscar, una oportunidad a cachete.
Como aquí en el Foro nos gusta la carnita, nos pusimos el sombrero de cazadores de ofertas y nos zambullimos en el listado completo para filtrar el oro. Dejando de lado la paja, encontramos unas cinco joyitas que destacan por esa relación mágica entre calidad, precio y, por qué no, el factor “qué chiva se ve”. Ojo a la selección:
Primero, un Audi A6 2017 por menos de 12 melones. Mae, estamos hablando del típico sedán de gerente que impone respeto en cualquier semáforo, con todo el lujo alemán que uno se pueda imaginar. Luego, para la familia que no quiere sacrificar estilo, un Mercedes-Benz GLE 350D 2017. Es una SUV espaciosa, diésel y con acabados que gritan “premium” por todos lados. Pero si el presupuesto es más ajustado, el MG GT 2018 por ₡6.7 millones es un negoción: tiene un look deportivo y moderno sin necesidad de empeñar un riñón. También vimos un Chery Tiggo 8 2022 casi nuevo por ₡13 millones. Y sí, ya sé, la marca genera debate, pero diay, es un SUV moderno de tres filas con garantía de fábrica aún vigente, ¡imposible no considerarlo! Y para cerrar, un Peugeot 3008 2019 para los que aprecian un diseño diferente y europeo.
Claro que la lista es mucho más larga. Hay desde un Geely GX3 por poco más de 5 millones hasta un eléctrico de alta gama como el BYD Tang GS en casi 30. La clave aquí no es comprar a ciegas. El proceso es digital: uno se mete al portal de Scotiabank, ve las fotos, las características, el peritaje (si está disponible) y hasta puede coordinar una visita para ver el carro en persona. No es de llegar con un maletín de plata y llevárselo, es un proceso ordenado donde uno hace una oferta formal. Hay que leer la letra pequeña, entender las condiciones y, si es posible, ir con un mecánico de confianza a echarle un ojo.
Al final del día, la decisión es muy personal. ¿Es un riesgo? Como toda compra de un bien usado, sí. Pero es un riesgo calculado que puede traer una recompensa enorme: manejar un carrazo que de otra forma estaría fuera del alcance. Es una movida inteligente para quien quiere darse un lujo, para quien necesita un buen carro para el brete o, incluso, para quien quiera pulsearla comprando y revendiendo. La información está ahí, pública y transparente. Quién quita un quite y el carro de sus sueños está esperando en un garaje del Scotia, aburrido y a un precio de ganga.
Maes, ahora en serio, viendo esta lista y los precios: ¿Se animarían a comprar un carro de remate bancario? ¿O prefieren ir a la segura con una agencia de usados aunque cueste más? ¿Cuál de estos chuzos les hace más ojitos? ¡Se abre el debate!
Antes de que alguien brinque, aclaremos la vara. Cuando uno oye “remate bancario”, a veces se imagina un carro todo destartalado en un predio lleno de polvo. Y aunque hay que revisar bien, la realidad es otra. Estos son vehículos que el banco recuperó por A o B motivo. El negocio del banco no es vender carros, es prestar plata, así que lo que buscan es recuperar su inversión rápido y sin mucha complicación. ¿Qué significa eso para nosotros, los mortales? Precios que, en muchos casos, están bastante por debajo de lo que uno encontraría en una agencia de usados. Es, para el que sabe buscar, una oportunidad a cachete.
Como aquí en el Foro nos gusta la carnita, nos pusimos el sombrero de cazadores de ofertas y nos zambullimos en el listado completo para filtrar el oro. Dejando de lado la paja, encontramos unas cinco joyitas que destacan por esa relación mágica entre calidad, precio y, por qué no, el factor “qué chiva se ve”. Ojo a la selección:
Primero, un Audi A6 2017 por menos de 12 melones. Mae, estamos hablando del típico sedán de gerente que impone respeto en cualquier semáforo, con todo el lujo alemán que uno se pueda imaginar. Luego, para la familia que no quiere sacrificar estilo, un Mercedes-Benz GLE 350D 2017. Es una SUV espaciosa, diésel y con acabados que gritan “premium” por todos lados. Pero si el presupuesto es más ajustado, el MG GT 2018 por ₡6.7 millones es un negoción: tiene un look deportivo y moderno sin necesidad de empeñar un riñón. También vimos un Chery Tiggo 8 2022 casi nuevo por ₡13 millones. Y sí, ya sé, la marca genera debate, pero diay, es un SUV moderno de tres filas con garantía de fábrica aún vigente, ¡imposible no considerarlo! Y para cerrar, un Peugeot 3008 2019 para los que aprecian un diseño diferente y europeo.
Claro que la lista es mucho más larga. Hay desde un Geely GX3 por poco más de 5 millones hasta un eléctrico de alta gama como el BYD Tang GS en casi 30. La clave aquí no es comprar a ciegas. El proceso es digital: uno se mete al portal de Scotiabank, ve las fotos, las características, el peritaje (si está disponible) y hasta puede coordinar una visita para ver el carro en persona. No es de llegar con un maletín de plata y llevárselo, es un proceso ordenado donde uno hace una oferta formal. Hay que leer la letra pequeña, entender las condiciones y, si es posible, ir con un mecánico de confianza a echarle un ojo.
Al final del día, la decisión es muy personal. ¿Es un riesgo? Como toda compra de un bien usado, sí. Pero es un riesgo calculado que puede traer una recompensa enorme: manejar un carrazo que de otra forma estaría fuera del alcance. Es una movida inteligente para quien quiere darse un lujo, para quien necesita un buen carro para el brete o, incluso, para quien quiera pulsearla comprando y revendiendo. La información está ahí, pública y transparente. Quién quita un quite y el carro de sus sueños está esperando en un garaje del Scotia, aburrido y a un precio de ganga.
Maes, ahora en serio, viendo esta lista y los precios: ¿Se animarían a comprar un carro de remate bancario? ¿O prefieren ir a la segura con una agencia de usados aunque cueste más? ¿Cuál de estos chuzos les hace más ojitos? ¡Se abre el debate!