¡Ay, Dios mío! El caso Gamboa y Malespín sigue dando de qué hablar, y ahora la Fiscalía le está echando toda la carne al asador pidiendo un añito de cárcel para el ex magistrado y dos pa’ Malespín. Esto se ha puesto interesante, diay. Parece que el asunto de ese documento falso para justificar la ausencia de Gamboa en Cartago no va a quedar así nomás.
Como ya saben, todo esto viene de atrás, desde aquella movida en la Policía de Control Fiscal. Se les acusó de trucos para que Gamboa no tuviera que ir a la audiencia, y ahora toca pagar la música. El juicio ha sido un circo, con presentación de pruebas y testimonios que han sacado muchas verdades a relucir, y las conclusiones del Ministerio Público no pintan bien para ninguno de los dos, mánguido.
Este viernes, durante el juicio que se lleva a cabo en el Primer Circuito Judicial de San José, vimos cómo se desplegaban todos los argumentos. La Fiscalía no anduvo con rodeos y pidió que ambos cumplan sus condenas, argumentando que la falsedad ideológica es un delito grave que atenta contra la integridad del sistema judicial. ¡Qué barbaridad!, sinceramente uno esperaria mas respeto a las instituciones del pais.
Lo curioso es que Malespín salió a dar su propia versión de la historia, diciendo que, al salir de las oficinas de la Policía de Control Fiscal, su carro quedó atrapado entre otros vehículos en el estacionamiento. Según él, eso fue todo, una simple coincidencia. Pero claro, la Fiscalía no se tragó esas excusas, y siguió insistiendo en que hubo manipulación intencional. Uno se queda pensando, ¿será cierto lo que dice o simplemente está buscando una salida?
Pero ahí no acabó la telenovela, porque también apareció el propio fiscal general, Carlo Díaz, visitando las salas de juicio. Algunos dicen que fue para echar un vistazo al proceso, otros aseguran que estaba negociando con la defensa de Gamboa para acelerar su extradición a Estados Unidos. ¡Imagínense!, mientras tanto, nosotros aquí en Costa Rica seguimos viendo cómo se desarrolla este drama legal.
Y hablando de extradiciones, recordemos que esto coincide con el anuncio de la resolución del juez que dio luz verde a la entrega de los tres primeros costarricenses acusados de narcotráfico. El ambiente está cargado, chunche. No es cualquier cosa tener al fiscal general metido en medio de este lío. El caso Gamboa parece estar entrelazado con otros asuntos más grandes, y quién sabe qué sorpresas nos esperan.
Ahora, si me preguntan mi opinión, creo que el tema de la corrupción en Costa Rica es una vara que hay que tomar muy en serio. Tenemos que exigir transparencia y rendición de cuentas a nuestros funcionarios públicos. Ya estamos cansados de escándalos y de ver cómo algunos se aprovechan de su posición para beneficio personal. ¡Qué torta! Pero bueno, vamos con calma, pues aún falta mucho camino por recorrer.
Esta maraña política y legal nos deja pensando: ¿Hasta dónde llegará la justicia en este caso y cómo afectará la imagen de nuestro país frente a la comunidad internacional? Compartan sus opiniones y veamos si llegamos a alguna conclusión, ¡que estoy deseando leerlas!
Como ya saben, todo esto viene de atrás, desde aquella movida en la Policía de Control Fiscal. Se les acusó de trucos para que Gamboa no tuviera que ir a la audiencia, y ahora toca pagar la música. El juicio ha sido un circo, con presentación de pruebas y testimonios que han sacado muchas verdades a relucir, y las conclusiones del Ministerio Público no pintan bien para ninguno de los dos, mánguido.
Este viernes, durante el juicio que se lleva a cabo en el Primer Circuito Judicial de San José, vimos cómo se desplegaban todos los argumentos. La Fiscalía no anduvo con rodeos y pidió que ambos cumplan sus condenas, argumentando que la falsedad ideológica es un delito grave que atenta contra la integridad del sistema judicial. ¡Qué barbaridad!, sinceramente uno esperaria mas respeto a las instituciones del pais.
Lo curioso es que Malespín salió a dar su propia versión de la historia, diciendo que, al salir de las oficinas de la Policía de Control Fiscal, su carro quedó atrapado entre otros vehículos en el estacionamiento. Según él, eso fue todo, una simple coincidencia. Pero claro, la Fiscalía no se tragó esas excusas, y siguió insistiendo en que hubo manipulación intencional. Uno se queda pensando, ¿será cierto lo que dice o simplemente está buscando una salida?
Pero ahí no acabó la telenovela, porque también apareció el propio fiscal general, Carlo Díaz, visitando las salas de juicio. Algunos dicen que fue para echar un vistazo al proceso, otros aseguran que estaba negociando con la defensa de Gamboa para acelerar su extradición a Estados Unidos. ¡Imagínense!, mientras tanto, nosotros aquí en Costa Rica seguimos viendo cómo se desarrolla este drama legal.
Y hablando de extradiciones, recordemos que esto coincide con el anuncio de la resolución del juez que dio luz verde a la entrega de los tres primeros costarricenses acusados de narcotráfico. El ambiente está cargado, chunche. No es cualquier cosa tener al fiscal general metido en medio de este lío. El caso Gamboa parece estar entrelazado con otros asuntos más grandes, y quién sabe qué sorpresas nos esperan.
Ahora, si me preguntan mi opinión, creo que el tema de la corrupción en Costa Rica es una vara que hay que tomar muy en serio. Tenemos que exigir transparencia y rendición de cuentas a nuestros funcionarios públicos. Ya estamos cansados de escándalos y de ver cómo algunos se aprovechan de su posición para beneficio personal. ¡Qué torta! Pero bueno, vamos con calma, pues aún falta mucho camino por recorrer.
Esta maraña política y legal nos deja pensando: ¿Hasta dónde llegará la justicia en este caso y cómo afectará la imagen de nuestro país frente a la comunidad internacional? Compartan sus opiniones y veamos si llegamos a alguna conclusión, ¡que estoy deseando leerlas!
