Oscar Arias Sanchez es considerado por sectores del país como el introductor en su periodo de 1986 – 1990 del neoliberalismo, política que consideran que no solo no dio los resultados prometidos en ese momento, sino que deterioro las condiciones de vida de un sector importante de la población, y al amparo de estas políticas de apertura y privatización se dieron concesiones al sector privado desfavorables para el país.
Un ejemplo de esto es el caso Millicom, en el cual Oscar Arias Sánchez firmó el 4 de diciembre de 1987, el decreto N° 268 en el cual le concesionó, a la empresa COMCEL subsidiaria de Millicom en Costa Rica, la telefonía celular, cuando las telecomunicaciones son un monopolio estatal en Costa Rica. Este hecho fue declarado, años más tarde, inconstitucional por la Sala IV.
Otro intento de privatización en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), ocurrido durante la administración 1986–1990, fue la creación de la Empresa Costarricense de Telecomunicaciones (ECOTEL), proyecto que consistió en la venta de acciones del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Este último en la nueva empresa ECOTEL tendría el 40% de las acciones y se le dejaría al sector privado el resto. Este proyecto fue aprobado por la junta directiva del ICE de la administración 1986-1990, pero tuvo que ser archivado ante la resistencia de sectores de la sociedad costarricense.
Fue también en la primera administración de Arias, cuando se aprobó la Ley 7200, que autoriza la generación eléctrica privada. Esta ley permite que empresas privadas le vendan energía al Estado, generando una baja en los ingresos estatales, con tarifas calificadas como ilegales por la Contraloría General de la República en su informe N° 90-2000 de abril del año 2000. En el año 2003 se firmó, al amparo de la Ley 7200, un contrato de venta de electricidad entre el ICE y el Ingenio Taboga, propiedad de Oscar Arias.