Maes, seamos honestos. Uno abre las noticias cualquier día y es el mismo despiche de siempre: que si el dólar, que si un político se jaló una torta, que si ya no alcanza la plata para nada. Es para ponerse a llorar. Pero de vez en cuando, entre todo ese ruido, aparece una historia que le devuelve a uno la fe en el maní. Y esta es una de esas. Resulta que mientras aquí seguimos enredados en las mismas varas de siempre, hay una tica, una científica de Cartago, que está jugando en las grandes ligas y poniendo el nombre de Costa Rica en un lugar donde de verdad importa.
Se llama Marcela Loría Salazar, y apúntense ese nombre. La Dra. Loría es una carga en su campo, que es la física de aerosoles (ya casi les explico qué es esa vaina). La cosa es que la acaban de nombrar miembro de un comité de súper élite en la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos. Para que se hagan una idea, de más de 150 científicos top que aplicaron, solo escogieron a 14. Y una de ellas es tica. ¡Qué nivel! El brete que le tocó no es cualquier chunche: va a ayudar a definir la política federal gringa sobre incendios forestales y el humo que producen. O sea, su trabajo va a tener un impacto directo en la salud de millones de personas y en la protección de ecosistemas.
Ahora, ¿qué es esa vara de la "física de aerosoles"? Diay, en palabras sencillas, la Dra. Loría es una experta en entender cómo viajan las partículas de humo de los incendios. Ella estudia cómo ese humo nos jode los pulmones, cómo afecta la calidad del aire, cómo puede cambiar el clima y hasta cómo forma nubes. Su investigación es clave porque, hoy por hoy, los modelos que predicen el comportamiento de los incendios tienen un montón de incertidumbre. Los fuegos son tan masivos que crean sus propios microclimas, y los modelos actuales se quedan cortos. El trabajo de este comité es, básicamente, encontrar las herramientas para que las "quemas controladas" se puedan hacer de forma segura y así obtener los datos que hacen falta para que los pronósticos sean mucho más certeros.
Y aquí es donde la historia se pone todavía más chiva. Una de las razones principales por las que la escogieron a ella es por su experiencia trabajando con las Naciones Tribales de Estados Unidos. En lugar de llegar con la típica actitud de "la ciencia lo sabe todo", la Dra. Loría ha colaborado directamente con las comunidades indígenas, que llevan miles de años manejando el fuego. Ellos tienen un conocimiento ancestral profundísimo sobre las quemas controladas, una sabiduría que se ha pasado de generación en generación. Ella no solo respeta ese conocimiento, sino que lo integra a su brete, co-creando herramientas que sirvan a las tribus y que estén adaptadas a su cultura. ¡Qué tuanis ese enfoque!
Al final de todo este proceso, que durará como año y medio, el comité va a publicar un informe que llegará al Congreso de Estados Unidos y a todas las agencias importantes. Ese documento será la base para las nuevas estrategias de manejo de incendios en todo el país. Es un logro monumental. Una cartaga, formada aquí, está liderando una conversación importantísima a nivel mundial, combinando la ciencia más avanzada con el respeto por la sabiduría ancestral. Eso, maes, es para sentirse increíblemente orgulloso.
Así que, la próxima vez que nos sintamos agüevados por las noticias de siempre, acordémonos de que hay gente como Marcela Loría Salazar allá afuera. La pregunta que les dejo para el foro es: más allá del orgullo, ¿creen que en Costa Rica realmente valoramos y apoyamos a nuestros científicos, o seguimos esperando a que triunfen afuera para darnos cuenta del nivel de talento que tenemos?
Se llama Marcela Loría Salazar, y apúntense ese nombre. La Dra. Loría es una carga en su campo, que es la física de aerosoles (ya casi les explico qué es esa vaina). La cosa es que la acaban de nombrar miembro de un comité de súper élite en la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos. Para que se hagan una idea, de más de 150 científicos top que aplicaron, solo escogieron a 14. Y una de ellas es tica. ¡Qué nivel! El brete que le tocó no es cualquier chunche: va a ayudar a definir la política federal gringa sobre incendios forestales y el humo que producen. O sea, su trabajo va a tener un impacto directo en la salud de millones de personas y en la protección de ecosistemas.
Ahora, ¿qué es esa vara de la "física de aerosoles"? Diay, en palabras sencillas, la Dra. Loría es una experta en entender cómo viajan las partículas de humo de los incendios. Ella estudia cómo ese humo nos jode los pulmones, cómo afecta la calidad del aire, cómo puede cambiar el clima y hasta cómo forma nubes. Su investigación es clave porque, hoy por hoy, los modelos que predicen el comportamiento de los incendios tienen un montón de incertidumbre. Los fuegos son tan masivos que crean sus propios microclimas, y los modelos actuales se quedan cortos. El trabajo de este comité es, básicamente, encontrar las herramientas para que las "quemas controladas" se puedan hacer de forma segura y así obtener los datos que hacen falta para que los pronósticos sean mucho más certeros.
Y aquí es donde la historia se pone todavía más chiva. Una de las razones principales por las que la escogieron a ella es por su experiencia trabajando con las Naciones Tribales de Estados Unidos. En lugar de llegar con la típica actitud de "la ciencia lo sabe todo", la Dra. Loría ha colaborado directamente con las comunidades indígenas, que llevan miles de años manejando el fuego. Ellos tienen un conocimiento ancestral profundísimo sobre las quemas controladas, una sabiduría que se ha pasado de generación en generación. Ella no solo respeta ese conocimiento, sino que lo integra a su brete, co-creando herramientas que sirvan a las tribus y que estén adaptadas a su cultura. ¡Qué tuanis ese enfoque!
Al final de todo este proceso, que durará como año y medio, el comité va a publicar un informe que llegará al Congreso de Estados Unidos y a todas las agencias importantes. Ese documento será la base para las nuevas estrategias de manejo de incendios en todo el país. Es un logro monumental. Una cartaga, formada aquí, está liderando una conversación importantísima a nivel mundial, combinando la ciencia más avanzada con el respeto por la sabiduría ancestral. Eso, maes, es para sentirse increíblemente orgulloso.
Así que, la próxima vez que nos sintamos agüevados por las noticias de siempre, acordémonos de que hay gente como Marcela Loría Salazar allá afuera. La pregunta que les dejo para el foro es: más allá del orgullo, ¿creen que en Costa Rica realmente valoramos y apoyamos a nuestros científicos, o seguimos esperando a que triunfen afuera para darnos cuenta del nivel de talento que tenemos?