¡Ay, Dios mío! Quién se habrá creído que el cariño de los heredianos se puede comprar así nomás. Resulta que Jafet Soto, el presi del Herediano, prendió la mecha y ahora va con todo contra las empresas que le dieron calabazo al proyecto del nuevo estadio Eladio Rosabal Cordero. Esto pinta pa’ bronca, mi pana.
La movida empezó en Radio Columbia, donde Soto soltó unas verdades que hicieron temblar las paredes. Según él, esas marcas, algunas «abajito de Río Segundo» y otras «por el Coyol», le dieron la espalda al club cuando más las necesitaban. “Salados los que no están”, dijo, con esa manera bien tica de expresar fastidio, “porque les digo a los heredianos que no consuman esa marca por una semana”. ¡Una semanita pa' que les entre la idea!
Ahora, hay que entender el contexto. Construir un estadio nuevo no es barato, ni fácil. El proyecto del Rosabal Cordero lleva años en la olla, y aunque dicen que van viento en popa con los espacios comerciales, la falta de apoyo de las grandes marcas duele, claro que sí. Soto quiere que sepan que la afición rojiamarilla tiene poder adquisitivo, y que si no te apoyan, pueden perder mucho más de lo que creen.
Y ojo, esto no es solo un problemita del Herediano, sino de todo el fútbol tico. Desde cuándo no se construye un estadio nuevo en Costa Rica, ¿eh? Soto lo hizo notar, recalcando que esto es un proyecto «para el país», algo que debería unirnos a todos, no dividirnos por intereses económicos. La verdad, ¡qué carga! Que siempre haya que luchar por cosas básicas como tener una cancha decente.
Las reacciones no se dejaron esperar. Las redes sociales explotaron con memes y opiniones encontradas. Algunos apoyan a rajatabla a Soto, diciendo que es hora de poner a esos empresarios en cintura. Otros, más tranquilos, sugieren buscar soluciones pacíficas y negociar, pero Soto parece decidido a ir por el camino del boicot. ¡Qué chimba se armó!
Expertos en marketing deportivo aseguran que esta estrategia, aunque arriesgada, podría funcionar. Al final del día, las empresas responden a los números, y si ven que la afición herediana deja de consumir sus productos, quizás cambien de opinión. Pero también advierten que podría haber represalias, y que el club podría sufrir consecuencias negativas a largo plazo. Veremos qué pasa, mi querido lector. La cosa está interesante.
Este movimiento pone de relieve la complicada relación entre los clubes de fútbol, sus aficionados y los patrocinadores. Se trata de un ecosistema delicado, donde la lealtad, el dinero y la imagen juegan un papel crucial. Un paso en falso, y todo puede irse al traste. Es como un brete lleno de cables, donde tocar el cable equivocado puede provocar una explosión.
Entonces, ¿cree usted que Jafet Soto se está pasando de listo con esta amenaza de boicot, o simplemente está haciendo lo necesario para defender el patrimonio de la afición rojiamarilla? ¿Deberían las empresas apoyar proyectos deportivos por convicción o solo por intereses económicos? ¡Déjeme su opinión en los comentarios y veamos qué piensa el Foro de Costa Rica!
La movida empezó en Radio Columbia, donde Soto soltó unas verdades que hicieron temblar las paredes. Según él, esas marcas, algunas «abajito de Río Segundo» y otras «por el Coyol», le dieron la espalda al club cuando más las necesitaban. “Salados los que no están”, dijo, con esa manera bien tica de expresar fastidio, “porque les digo a los heredianos que no consuman esa marca por una semana”. ¡Una semanita pa' que les entre la idea!
Ahora, hay que entender el contexto. Construir un estadio nuevo no es barato, ni fácil. El proyecto del Rosabal Cordero lleva años en la olla, y aunque dicen que van viento en popa con los espacios comerciales, la falta de apoyo de las grandes marcas duele, claro que sí. Soto quiere que sepan que la afición rojiamarilla tiene poder adquisitivo, y que si no te apoyan, pueden perder mucho más de lo que creen.
Y ojo, esto no es solo un problemita del Herediano, sino de todo el fútbol tico. Desde cuándo no se construye un estadio nuevo en Costa Rica, ¿eh? Soto lo hizo notar, recalcando que esto es un proyecto «para el país», algo que debería unirnos a todos, no dividirnos por intereses económicos. La verdad, ¡qué carga! Que siempre haya que luchar por cosas básicas como tener una cancha decente.
Las reacciones no se dejaron esperar. Las redes sociales explotaron con memes y opiniones encontradas. Algunos apoyan a rajatabla a Soto, diciendo que es hora de poner a esos empresarios en cintura. Otros, más tranquilos, sugieren buscar soluciones pacíficas y negociar, pero Soto parece decidido a ir por el camino del boicot. ¡Qué chimba se armó!
Expertos en marketing deportivo aseguran que esta estrategia, aunque arriesgada, podría funcionar. Al final del día, las empresas responden a los números, y si ven que la afición herediana deja de consumir sus productos, quizás cambien de opinión. Pero también advierten que podría haber represalias, y que el club podría sufrir consecuencias negativas a largo plazo. Veremos qué pasa, mi querido lector. La cosa está interesante.
Este movimiento pone de relieve la complicada relación entre los clubes de fútbol, sus aficionados y los patrocinadores. Se trata de un ecosistema delicado, donde la lealtad, el dinero y la imagen juegan un papel crucial. Un paso en falso, y todo puede irse al traste. Es como un brete lleno de cables, donde tocar el cable equivocado puede provocar una explosión.
Entonces, ¿cree usted que Jafet Soto se está pasando de listo con esta amenaza de boicot, o simplemente está haciendo lo necesario para defender el patrimonio de la afición rojiamarilla? ¿Deberían las empresas apoyar proyectos deportivos por convicción o solo por intereses económicos? ¡Déjeme su opinión en los comentarios y veamos qué piensa el Foro de Costa Rica!