¡Ay, Dios mío! Se armó un berrinche en la Asamblea Legislativa, puras arengas y ultimadamente le dieron luz verde a los ¢7.870 millones para construir una mega cárcel en La Reforma. Parece que ahora sí quieren ponerle "mano dura" al asunto de la seguridad, inspirándose en el estilo Bukele, pa' ver si así logran frenar el relajo que tenemos en las cárceles. Pero bueno, con todo este rollo presupuestario... uno no sabe qué esperar.
La idea es levantar un "Centro de Alta Contención de la Criminalidad" (Cacco), que suena elegante, pero en el fondo es otra prisión para los más peligrosos. Dicen que será de última generación, con tecnología avanzada y controles estrictísimos. Lo raro es que para conseguir la plata tuvieron que recortarle a varios ministerios; ¡qué bronca! Imagínate, Seguridad Pública perdío más de cuatro mil millones, el MOPT tuvo que ceder también... hasta Salud se llevó un susto. Uno piensa, ¿realmente vale la pena sacrificar otras áreas esenciales para mandar a alguien detrás de barrotes?
Y ojo, porque esto apenas va por el 40% del presupuesto total, dicen que el resto estará incluido en el próximo año. Eso significa que probablemente habrá más recortes y ajustes, ¡y ahí sí nos vamos a emparejar todos! El presidente Chaves parece decidido a seguir apostando por esta política de "mano dura", aunque muchos cuestionan si esta es la solución correcta, o si simplemente estamos poniendo parche pa' un problema que requiere cirugía mayor. ¿Será que nos van a empezar a meter preso por pensar diferente?
Liberación Nacional (PLN) y el Frente Amplio (FA) no se quedaron callados. Aunque al final votaron a favor, hicieron mucho ruido diciendo que mientras se le echa la pasta a las cárceles, el Poder Judicial sigue cojeando y la inversión social está hecha trizas. Que razón tienen, ¿eh? Porque si no hay educación ni oportunidades, siempre habrá gente lista pa' meterse en líos. ¿No sería mejor invertir en programas sociales que eviten que la gente llegue al punto de necesitar una cárcel de máxima seguridad?
El modelo salvadoreño, con todo respeto, tiene sus cositas. Allí el tema es la velocidad y la contundencia, pero aquí somos diferentes. Tenemos un sistema judicial que valora los derechos humanos y un pueblo que no tolera atropellos. ¿Podremos adaptar ese modelo a nuestra realidad, sin caer en excesos o arbitrariedades? Algunos expertos ya advierten que un esquema tan cerrado podría ser blanco de denuncias por violaciones a los derechos fundamentales. Uno no quiere que terminemos teniendo otro escándalo de corrupción o abusos policiales, ¡eso sería la gota que derrama el vaso!
Además, no olvidemos que el hacinamiento en las cárceles es solo un síntoma de un problema mucho más profundo: la desigualdad, la pobreza, la falta de acceso a la justicia. Construir más prisiones puede aliviar temporalmente la presión, pero no soluciona la raíz del problema. Necesitamos políticas integrales que aborden estas causas estructurales, pa' que la gente tenga una oportunidad real de cambiar su vida. ¿De verdad creemos que encerrar a más personas es la respuesta mágica a todos nuestros males?
Ahora la bola está en el patio del Ministerio de Justicia. Tendrán que demostrar que pueden ejecutar este proyecto de manera eficiente, transparente y respetuosa de los derechos humanos. Y nosotros, como ciudadanos, tendremos que estar pendientes, vigilando que no se desvíe ni un colón y que se cumplan todas las garantías procesales. ¡Esto es pa' echarle ojo avizor, mi pana! Porque si no, fácilmente nos vamos a llevar otra decepción. Siempre termina siendo lo mismo, ¿verdad?... Un brete detrás de otro.
En fin, con todo este panorama, me pregunto: ¿crees que la construcción de esta mega cárcel realmente contribuirá a mejorar la seguridad en Costa Rica, o es solo una medida superficial que no aborda las causas profundas del problema? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios, queremos saber qué piensas tú!
La idea es levantar un "Centro de Alta Contención de la Criminalidad" (Cacco), que suena elegante, pero en el fondo es otra prisión para los más peligrosos. Dicen que será de última generación, con tecnología avanzada y controles estrictísimos. Lo raro es que para conseguir la plata tuvieron que recortarle a varios ministerios; ¡qué bronca! Imagínate, Seguridad Pública perdío más de cuatro mil millones, el MOPT tuvo que ceder también... hasta Salud se llevó un susto. Uno piensa, ¿realmente vale la pena sacrificar otras áreas esenciales para mandar a alguien detrás de barrotes?
Y ojo, porque esto apenas va por el 40% del presupuesto total, dicen que el resto estará incluido en el próximo año. Eso significa que probablemente habrá más recortes y ajustes, ¡y ahí sí nos vamos a emparejar todos! El presidente Chaves parece decidido a seguir apostando por esta política de "mano dura", aunque muchos cuestionan si esta es la solución correcta, o si simplemente estamos poniendo parche pa' un problema que requiere cirugía mayor. ¿Será que nos van a empezar a meter preso por pensar diferente?
Liberación Nacional (PLN) y el Frente Amplio (FA) no se quedaron callados. Aunque al final votaron a favor, hicieron mucho ruido diciendo que mientras se le echa la pasta a las cárceles, el Poder Judicial sigue cojeando y la inversión social está hecha trizas. Que razón tienen, ¿eh? Porque si no hay educación ni oportunidades, siempre habrá gente lista pa' meterse en líos. ¿No sería mejor invertir en programas sociales que eviten que la gente llegue al punto de necesitar una cárcel de máxima seguridad?
El modelo salvadoreño, con todo respeto, tiene sus cositas. Allí el tema es la velocidad y la contundencia, pero aquí somos diferentes. Tenemos un sistema judicial que valora los derechos humanos y un pueblo que no tolera atropellos. ¿Podremos adaptar ese modelo a nuestra realidad, sin caer en excesos o arbitrariedades? Algunos expertos ya advierten que un esquema tan cerrado podría ser blanco de denuncias por violaciones a los derechos fundamentales. Uno no quiere que terminemos teniendo otro escándalo de corrupción o abusos policiales, ¡eso sería la gota que derrama el vaso!
Además, no olvidemos que el hacinamiento en las cárceles es solo un síntoma de un problema mucho más profundo: la desigualdad, la pobreza, la falta de acceso a la justicia. Construir más prisiones puede aliviar temporalmente la presión, pero no soluciona la raíz del problema. Necesitamos políticas integrales que aborden estas causas estructurales, pa' que la gente tenga una oportunidad real de cambiar su vida. ¿De verdad creemos que encerrar a más personas es la respuesta mágica a todos nuestros males?
Ahora la bola está en el patio del Ministerio de Justicia. Tendrán que demostrar que pueden ejecutar este proyecto de manera eficiente, transparente y respetuosa de los derechos humanos. Y nosotros, como ciudadanos, tendremos que estar pendientes, vigilando que no se desvíe ni un colón y que se cumplan todas las garantías procesales. ¡Esto es pa' echarle ojo avizor, mi pana! Porque si no, fácilmente nos vamos a llevar otra decepción. Siempre termina siendo lo mismo, ¿verdad?... Un brete detrás de otro.
En fin, con todo este panorama, me pregunto: ¿crees que la construcción de esta mega cárcel realmente contribuirá a mejorar la seguridad en Costa Rica, o es solo una medida superficial que no aborda las causas profundas del problema? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios, queremos saber qué piensas tú!
