¡Diay, qué movida la que cayó encima del Partido Liberal Progresista (PLP)! Resulta que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le metió freno a las elecciones internas para elegir a los candidatos a diputado, dejando a Cati Phillips y compañía en una situación más que apremiante. No vaya a ser que se les fue al traste toda la jugada.
Según fuentes cercanas al TSE, aunque no han dado todos los detalles, parece que hubo algo turbio en el proceso anterior, lo que obligó a anularlo. Ya sabían que podían tener problemas con la elección de diputados, pero seguramente no contaban con que se les fuera tan encima, justo ahora, cuando estaban preparando el terreno para las elecciones generales. Esto sí que es ponerle presión al partido.
La presidenta del PLP, Cati Phillips, salió a tranquilizar a la militancia, asegurando que todo está bajo control y que la ratificación de las candidaturas presidenciales y vicepresidenciales, así como el aval a la distribución de género, siguen firmes. Pero, vamos, se nota que no está precisamente celebrando la situación. Una cosa es querer mostrar optimismo y otra muy distinta es estar tranquila cuando te tienen que repetir unas elecciones a estas alturas.
Y ojo, porque no se trata de una simple repetición. Ahora tendrán que votar TODAS las candidaturas, incluyendo las presidenciales y vicepresidenciales, además de ajustar los encabezamientos de género por provincia. ¡Un verdadero dolor de cabeza! Definitivamente esto les dará bastante que hacer a los abogados y asesores políticos del partido durante los próximos días.
Eli Feinzaig, candidato a la presidencia, deberá reafirmar su apoyo entre los militantes, igual que Tania Molina, su compañera de fórmula. Aunque tenían ventaja, este contratiempo puede darle espacio a otros actores políticos para ganar terreno. En Costa Rica, como bien sabemos, la política es como el juego de los billares: una bolita empujada puede cambiar todo el rumbo.
Ahora, el PLP tendrá que apurarse para organizar una nueva Asamblea Nacional los días 27 y 28 de septiembre. Ahí, deberán presentar nuevamente a todos los aspirantes a diputado, buscando evitar cualquier tipo de falla que pueda ser cuestionada por el TSE. La presión es grande, porque necesitan salir adelante y demostrar que pueden superar este obstáculo y llegar con fuerza a las elecciones nacionales.
Algunos analistas políticos sugieren que esta situación podría ser producto de disputas internas dentro del PLP, mientras que otros apuntan a posibles irregularidades en el proceso inicial. Lo cierto es que el partido enfrentará un reto importante para mantener la unidad y el entusiasmo de sus seguidores. Se rumorea, y eso, diay, lo digo de pana, que algunos sectores del partido podrían haber aprovechado la oportunidad para frenar algunas candidaturas que no les caían bien.
En fin, este nuevo giro en la política nacional nos deja pensando: ¿Podrá el Partido Liberal Progresista recuperarse de este golpe y presentarse con una lista de candidatos competitiva en las próximas elecciones, o este revés marcará el inicio de su declive? ¿Creen que las disputas internas son el verdadero problema detrás de esta anulación?
Según fuentes cercanas al TSE, aunque no han dado todos los detalles, parece que hubo algo turbio en el proceso anterior, lo que obligó a anularlo. Ya sabían que podían tener problemas con la elección de diputados, pero seguramente no contaban con que se les fuera tan encima, justo ahora, cuando estaban preparando el terreno para las elecciones generales. Esto sí que es ponerle presión al partido.
La presidenta del PLP, Cati Phillips, salió a tranquilizar a la militancia, asegurando que todo está bajo control y que la ratificación de las candidaturas presidenciales y vicepresidenciales, así como el aval a la distribución de género, siguen firmes. Pero, vamos, se nota que no está precisamente celebrando la situación. Una cosa es querer mostrar optimismo y otra muy distinta es estar tranquila cuando te tienen que repetir unas elecciones a estas alturas.
Y ojo, porque no se trata de una simple repetición. Ahora tendrán que votar TODAS las candidaturas, incluyendo las presidenciales y vicepresidenciales, además de ajustar los encabezamientos de género por provincia. ¡Un verdadero dolor de cabeza! Definitivamente esto les dará bastante que hacer a los abogados y asesores políticos del partido durante los próximos días.
Eli Feinzaig, candidato a la presidencia, deberá reafirmar su apoyo entre los militantes, igual que Tania Molina, su compañera de fórmula. Aunque tenían ventaja, este contratiempo puede darle espacio a otros actores políticos para ganar terreno. En Costa Rica, como bien sabemos, la política es como el juego de los billares: una bolita empujada puede cambiar todo el rumbo.
Ahora, el PLP tendrá que apurarse para organizar una nueva Asamblea Nacional los días 27 y 28 de septiembre. Ahí, deberán presentar nuevamente a todos los aspirantes a diputado, buscando evitar cualquier tipo de falla que pueda ser cuestionada por el TSE. La presión es grande, porque necesitan salir adelante y demostrar que pueden superar este obstáculo y llegar con fuerza a las elecciones nacionales.
Algunos analistas políticos sugieren que esta situación podría ser producto de disputas internas dentro del PLP, mientras que otros apuntan a posibles irregularidades en el proceso inicial. Lo cierto es que el partido enfrentará un reto importante para mantener la unidad y el entusiasmo de sus seguidores. Se rumorea, y eso, diay, lo digo de pana, que algunos sectores del partido podrían haber aprovechado la oportunidad para frenar algunas candidaturas que no les caían bien.
En fin, este nuevo giro en la política nacional nos deja pensando: ¿Podrá el Partido Liberal Progresista recuperarse de este golpe y presentarse con una lista de candidatos competitiva en las próximas elecciones, o este revés marcará el inicio de su declive? ¿Creen que las disputas internas son el verdadero problema detrás de esta anulación?