¡Echale! Ya van 27 años que Portafolio Inmobiliario anda sembrando cambios en nuestras ciudades. No es broma, este brete les ha costado sudor, esfuerzo y una visión bien clara: transformar no solo el paisaje urbano, sino la forma en que vivimos y nos relacionamos en estos rincones de Costa Rica.
Siendo honestos, en sus inicios era pura funcionalidad, ubicaciones estratégicas y diseños bonitos, nada raro. Pero con el correr de los años, la compañía se dio cuenta de que debía ir más allá de levantar paredes y poner techos. Se metieron de lleno a construir espacios que realmente fomenten la comunidad, creen empleos dignos y, agárrense, atraigan inversión nacional e internacional. Eso sí que es marcar la diferencia, ¿verdad?
Alfredo Volio, el jefe de Portafolio, lo puso así: “Se trata de anticiparnos a lo que todavía no existe y construir con la mirada fija en el futuro”. Y vaya que han recorrido un camino largo. Con un equipo que le pone corazón a lo que hacen, han logrado ejecutar proyectos con una excelencia que ya es reconocida en todo el país. No se diga más, ¡son unos crack!
Pero la cosa no se quedó en la ambición de hacer cosas grandes. Portafolio decidió adoptar un modelo de triple impacto, buscando beneficios que lleguen a todos lados: económica, social y medioambientalmente hablando. Porque al final del día, nadie quiere vivir en una ciudad contaminada ni con problemas sociales, ¿quién lo diría?
En el año 2020 lanzaron su primera estrategia de sostenibilidad, y desde ahí no han parado. Ahora tienen una Estrategia Corporativa 2025–2030 con metas ambiciosísimas: cero pérdidas netas de naturaleza (sí, quieren ayudar a cuidar el planeta), fortalecer el liderazgo de las mujeres dentro de la empresa y ganarse la confianza de las comunidades donde trabajan. Eso demuestra que no solo hablan, ¡también actúan!
Ahora, el gran reto, según Volio, es seguir construyendo entornos urbanos que sean seguros, llenos de verde y que abran las puertas a todos. Especialmente porque más del 70% de los costarricenses vivimos en las ciudades. También reconocen que el talento humano es crucial. Como dicen ellos, “nuestro éxito no depende solo de las estrategias o de los proyectos, sino del compromiso y la pasión de la gente que trabaja acá.” Válgame, qué razón tienen.
Además, han puesto lupa en la transparencia, publicando sus informes estratégicos con estándares internacionales como el GRI (Global Reporting Initiative). Así comparten abiertamente sus logros, desafíos y acciones. Para ellos, la transparencia no es solo una obligación externa, sino parte de su filosofía de negocio. Esto te da una idea de que buscan hacer las cosas bien, con limpieza y responsabilidad.
De cara al futuro, Portafolio Inmobiliario sueña con convertirse en un referente en toda la región, no solo por la calidad de sus proyectos, sino también por su enfoque innovador, su apuesta por la sostenibilidad y su visión a largo plazo. Quién sabe, ¡quizás pronto veamos sus obras en otros países de Latinoamérica! Entonces, ¿creen que las empresas constructoras deberían enfocarse más en la sostenibilidad y el impacto social de sus proyectos, incluso si eso significa sacrificar ganancias a corto plazo?
Siendo honestos, en sus inicios era pura funcionalidad, ubicaciones estratégicas y diseños bonitos, nada raro. Pero con el correr de los años, la compañía se dio cuenta de que debía ir más allá de levantar paredes y poner techos. Se metieron de lleno a construir espacios que realmente fomenten la comunidad, creen empleos dignos y, agárrense, atraigan inversión nacional e internacional. Eso sí que es marcar la diferencia, ¿verdad?
Alfredo Volio, el jefe de Portafolio, lo puso así: “Se trata de anticiparnos a lo que todavía no existe y construir con la mirada fija en el futuro”. Y vaya que han recorrido un camino largo. Con un equipo que le pone corazón a lo que hacen, han logrado ejecutar proyectos con una excelencia que ya es reconocida en todo el país. No se diga más, ¡son unos crack!
Pero la cosa no se quedó en la ambición de hacer cosas grandes. Portafolio decidió adoptar un modelo de triple impacto, buscando beneficios que lleguen a todos lados: económica, social y medioambientalmente hablando. Porque al final del día, nadie quiere vivir en una ciudad contaminada ni con problemas sociales, ¿quién lo diría?
En el año 2020 lanzaron su primera estrategia de sostenibilidad, y desde ahí no han parado. Ahora tienen una Estrategia Corporativa 2025–2030 con metas ambiciosísimas: cero pérdidas netas de naturaleza (sí, quieren ayudar a cuidar el planeta), fortalecer el liderazgo de las mujeres dentro de la empresa y ganarse la confianza de las comunidades donde trabajan. Eso demuestra que no solo hablan, ¡también actúan!
Ahora, el gran reto, según Volio, es seguir construyendo entornos urbanos que sean seguros, llenos de verde y que abran las puertas a todos. Especialmente porque más del 70% de los costarricenses vivimos en las ciudades. También reconocen que el talento humano es crucial. Como dicen ellos, “nuestro éxito no depende solo de las estrategias o de los proyectos, sino del compromiso y la pasión de la gente que trabaja acá.” Válgame, qué razón tienen.
Además, han puesto lupa en la transparencia, publicando sus informes estratégicos con estándares internacionales como el GRI (Global Reporting Initiative). Así comparten abiertamente sus logros, desafíos y acciones. Para ellos, la transparencia no es solo una obligación externa, sino parte de su filosofía de negocio. Esto te da una idea de que buscan hacer las cosas bien, con limpieza y responsabilidad.
De cara al futuro, Portafolio Inmobiliario sueña con convertirse en un referente en toda la región, no solo por la calidad de sus proyectos, sino también por su enfoque innovador, su apuesta por la sostenibilidad y su visión a largo plazo. Quién sabe, ¡quizás pronto veamos sus obras en otros países de Latinoamérica! Entonces, ¿creen que las empresas constructoras deberían enfocarse más en la sostenibilidad y el impacto social de sus proyectos, incluso si eso significa sacrificar ganancias a corto plazo?
