¡Ay, Dios mío! Se armó un batiburrillo tremendo en Zapote. La diputada Johana Obando soltó la bombshell ayer, acusando directamente al Poder Ejecutivo de estar ofreciendo jugosos puestos –embajadas, ¿eh?– a varios dipuatas para que le tapen el ojo a la petición de levantarle la inmunidad al Presidente Chaves. Parece que la cosa está más caliente que gallina pochada.
La jugada, según Obando, ha ido escalando de intensidad durante la última semana, con llamadas y ofrecimientos directos a legisladores indecisos. No estamos hablando de unos colones, diay, sino de posiciones estratégicas, maquinando para asegurarles un futuro si Chaves y Laura siguen en la silla. Esto pinta para un circo político de primer nivel y nos deja pensando qué tan lejos está dispuesto a llegar el oficialismo para proteger al Presidente.
La situación es complicada. Para destituir al Presidente Chaves, se necesitan 38 votos en el Plenario. Hasta hace poco, solo contaban con 33 apoyos confirmados: 16 del PLN, seis del Frente Amplio, tres del PUSC, dos del PLP y cinco de dipuatas independientes. Esa diferencia de cinco votos es lo que ahora tienen en la mira el equipo de Chaves, aparentemente utilizando todos los recursos disponibles, incluyendo, según la denuncia, la promesa de favores.
Y ahí entra la carga de los socialcristianos, esos tres votos que parecen flotar en el aire, sin saber dónde caerán. También está Luis Diego Vargas, un independiente que puede decidir el rumbo de la votación. Y ni hablar de Carolina Delgado y José Joaquín Hernández, liberacionistas que podrían cambiar la historia. Estos seis son quienes definen si Chaves enfrenta o no las consecuencias legales de sus actos; ¡una verdadera película!
Todo esto surge de una investigación de la Fiscalía relacionada con la contratación irregular de Christian Bulgarelli y su empresa Nocaut por más de $400 mil. Al parecer, a cambio de ese jugoso contrato, Bulgarelli habría hecho una entrega de $32 mil a Federico Cruz, el amigo personal y asesor de Chaves. ¿Se entiende la lleva? Parece que hay bastante humo y olor a corrupción en el ambiente. La Fiscalía está investigando si Chaves y la ministra de Comunicación, Jorge Rodríguez, tuvieron participación directa en estos asuntos.
Lo que dice Obando es fuerte, muy fuerte. Acusa explícitamente al Gobierno de utilizar puestos diplomáticos, futuros cargos e incluso la amenaza de despidos para manipular a los legisladores. Esta revelación, además, llega en un momento crucial, a tan solo cuatro meses de las elecciones presidenciales. Imagínate el impacto que esto puede tener en la popularidad del oficialismo si sale a la luz pública toda esta trama. ¡Es pura pólvora!
Muchos analistas políticos ya comentan que este escándalo podría marcar el fin de la luna de miel que aún mantiene el gobierno, pese a las controversias. La credibilidad del Presidente Chaves, ya golpeada por otras polémicas, podría quedar hecha trizas. Además, esto abre la puerta a nuevas investigaciones y demandas judiciales que podrían complicar aún más la situación. La presión interna en el PLN debe ser enorme, diay, tratando de evaluar cómo reaccionar ante esta tormenta perfecta.
En fin, qué bronca, ¿verdad? Esta novela judicial y política parece que va para largo. Con tantas vueltas y acusaciones cruzadas, queda difícil saber quién dice la verdad. Ahora, compas del foro, les pregunto: ¿creen posible que el Gobierno haya llegado tan lejos para evitar que levanten la inmunidad a Chaves? ¿Y qué medidas deberían tomar los diputados para garantizar la transparencia y defender la integridad del proceso legislativo?
La jugada, según Obando, ha ido escalando de intensidad durante la última semana, con llamadas y ofrecimientos directos a legisladores indecisos. No estamos hablando de unos colones, diay, sino de posiciones estratégicas, maquinando para asegurarles un futuro si Chaves y Laura siguen en la silla. Esto pinta para un circo político de primer nivel y nos deja pensando qué tan lejos está dispuesto a llegar el oficialismo para proteger al Presidente.
La situación es complicada. Para destituir al Presidente Chaves, se necesitan 38 votos en el Plenario. Hasta hace poco, solo contaban con 33 apoyos confirmados: 16 del PLN, seis del Frente Amplio, tres del PUSC, dos del PLP y cinco de dipuatas independientes. Esa diferencia de cinco votos es lo que ahora tienen en la mira el equipo de Chaves, aparentemente utilizando todos los recursos disponibles, incluyendo, según la denuncia, la promesa de favores.
Y ahí entra la carga de los socialcristianos, esos tres votos que parecen flotar en el aire, sin saber dónde caerán. También está Luis Diego Vargas, un independiente que puede decidir el rumbo de la votación. Y ni hablar de Carolina Delgado y José Joaquín Hernández, liberacionistas que podrían cambiar la historia. Estos seis son quienes definen si Chaves enfrenta o no las consecuencias legales de sus actos; ¡una verdadera película!
Todo esto surge de una investigación de la Fiscalía relacionada con la contratación irregular de Christian Bulgarelli y su empresa Nocaut por más de $400 mil. Al parecer, a cambio de ese jugoso contrato, Bulgarelli habría hecho una entrega de $32 mil a Federico Cruz, el amigo personal y asesor de Chaves. ¿Se entiende la lleva? Parece que hay bastante humo y olor a corrupción en el ambiente. La Fiscalía está investigando si Chaves y la ministra de Comunicación, Jorge Rodríguez, tuvieron participación directa en estos asuntos.
Lo que dice Obando es fuerte, muy fuerte. Acusa explícitamente al Gobierno de utilizar puestos diplomáticos, futuros cargos e incluso la amenaza de despidos para manipular a los legisladores. Esta revelación, además, llega en un momento crucial, a tan solo cuatro meses de las elecciones presidenciales. Imagínate el impacto que esto puede tener en la popularidad del oficialismo si sale a la luz pública toda esta trama. ¡Es pura pólvora!
Muchos analistas políticos ya comentan que este escándalo podría marcar el fin de la luna de miel que aún mantiene el gobierno, pese a las controversias. La credibilidad del Presidente Chaves, ya golpeada por otras polémicas, podría quedar hecha trizas. Además, esto abre la puerta a nuevas investigaciones y demandas judiciales que podrían complicar aún más la situación. La presión interna en el PLN debe ser enorme, diay, tratando de evaluar cómo reaccionar ante esta tormenta perfecta.
En fin, qué bronca, ¿verdad? Esta novela judicial y política parece que va para largo. Con tantas vueltas y acusaciones cruzadas, queda difícil saber quién dice la verdad. Ahora, compas del foro, les pregunto: ¿creen posible que el Gobierno haya llegado tan lejos para evitar que levanten la inmunidad a Chaves? ¿Y qué medidas deberían tomar los diputados para garantizar la transparencia y defender la integridad del proceso legislativo?