¡Ay, Dios mío, qué bronca la que se armó! Resulta que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se encontró con una sorpresa aterrizando en Bogotá: le revocaron la visa de Estados Unidos. Todo por unas palabritas que soltó en medio de una marcha pro-Palestina en Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU. Parece que la cosa se puso más caliente que un tamal en diciembre, diay.
Según el Departamento de Estado gringo, Petro estaría “incitando a la violencia” y haciendo “actos imprudentes e incendiarios”. Lo que pasó, según cuentan, es que el man se subió a un podio con un megáfono y empezó a llamar a los soldados yanquis a desobedecer órdenes y a apoyar a Palestina. Una movida bastante audaz, sin duda alguna, pero parece que a los de Washington no les sentó nada bien. ¡Esto sí que es echarle dinamita al fuego!
Petro, como buen líder izquierdista, no se quedó callado. Publicó un video en sus redes mostrando el momento exacto de su arengón y luego tiró un comentario picantito sobre el expresidente Trump, diciendo que “no volvería a ver el Pato Donald, por ahora, eso es todo”. Un toque de humor tico para bajar la tensión, aunque la situación sigue siendo complicada. El mae tiene ciudadanía italiana, así que si las cosas se ponen feas, siempre puede buscar refugio en Europa, chunche.
Armando Benedetti, el ministro del Interior colombiano, tampoco tardó en opinar. Dijo que era más lógico revocarle la visa al premier israelí Netanyahu, “pero como el imperio lo protege”, claro, toman represalias con el único presidente que tuvo el valor de decirles la verdad a la cara. ¡Qué razón tiene el hombre! La política mundial está más retorcida que un batido de fresa con hielo, ¿eh?
Ahora, analizando la jugada, esto tiene varias vueltas. Por un lado, Petro siempre ha sido un crítico duro de la ofensiva israelí en Gaza, hasta calificándola de “genocidio”. Eso ya le había valido algunas críticas, pero esta vez la cosa escaló de manera importante. Además, recordemos que hace poco abrió una lista de voluntarios colombianos para “luchar por la liberación de Palestina”, una declaración que seguramente no agradó a Washington. Esto demuestra que el mae va con todo, sin importar las consecuencias.
Por otro lado, no podemos ignorar el contexto general. Las tensiones entre Colombia y Estados Unidos han ido en aumento últimamente, especialmente por temas de narcotráfico y seguridad regional. Recordemos que la semana pasada, Trump retiró a Colombia la certificación como aliado en la lucha contra las drogas, una medida que generó bastante polémica. Este asunto de la visa podría ser otra pieza en este tablero de ajedrez geopolítico, brete.
Y ni hablar de la reacción de la comunidad internacional. Países como Rusia y China ya han mostrado su apoyo a Petro, mientras que otros aliados tradicionales de Estados Unidos se mantienen expectantes. Esta situación podría tener un impacto significativo en las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos, y en la estabilidad regional. Veremos cómo termina todo esto, ¡porque la cosa está que arde!
En fin, esta bronca entre Petro y Estados Unidos nos deja varios interrogantes. ¿Es justo que se limite la libertad de expresión de un jefe de estado por expresar sus opiniones políticas? ¿Hasta dónde llega el poder de Estados Unidos para influir en los gobiernos de otros países? Y la pregunta clave para nosotros acá en Costa Rica: ¿Crees que el gobierno de nuestro país debería tomar partido en este conflicto, o mantener una postura neutral? Déjanos tus comentarios y dime qué piensas de todo esto, ¡la bola está en tu cancha!
Según el Departamento de Estado gringo, Petro estaría “incitando a la violencia” y haciendo “actos imprudentes e incendiarios”. Lo que pasó, según cuentan, es que el man se subió a un podio con un megáfono y empezó a llamar a los soldados yanquis a desobedecer órdenes y a apoyar a Palestina. Una movida bastante audaz, sin duda alguna, pero parece que a los de Washington no les sentó nada bien. ¡Esto sí que es echarle dinamita al fuego!
Petro, como buen líder izquierdista, no se quedó callado. Publicó un video en sus redes mostrando el momento exacto de su arengón y luego tiró un comentario picantito sobre el expresidente Trump, diciendo que “no volvería a ver el Pato Donald, por ahora, eso es todo”. Un toque de humor tico para bajar la tensión, aunque la situación sigue siendo complicada. El mae tiene ciudadanía italiana, así que si las cosas se ponen feas, siempre puede buscar refugio en Europa, chunche.
Armando Benedetti, el ministro del Interior colombiano, tampoco tardó en opinar. Dijo que era más lógico revocarle la visa al premier israelí Netanyahu, “pero como el imperio lo protege”, claro, toman represalias con el único presidente que tuvo el valor de decirles la verdad a la cara. ¡Qué razón tiene el hombre! La política mundial está más retorcida que un batido de fresa con hielo, ¿eh?
Ahora, analizando la jugada, esto tiene varias vueltas. Por un lado, Petro siempre ha sido un crítico duro de la ofensiva israelí en Gaza, hasta calificándola de “genocidio”. Eso ya le había valido algunas críticas, pero esta vez la cosa escaló de manera importante. Además, recordemos que hace poco abrió una lista de voluntarios colombianos para “luchar por la liberación de Palestina”, una declaración que seguramente no agradó a Washington. Esto demuestra que el mae va con todo, sin importar las consecuencias.
Por otro lado, no podemos ignorar el contexto general. Las tensiones entre Colombia y Estados Unidos han ido en aumento últimamente, especialmente por temas de narcotráfico y seguridad regional. Recordemos que la semana pasada, Trump retiró a Colombia la certificación como aliado en la lucha contra las drogas, una medida que generó bastante polémica. Este asunto de la visa podría ser otra pieza en este tablero de ajedrez geopolítico, brete.
Y ni hablar de la reacción de la comunidad internacional. Países como Rusia y China ya han mostrado su apoyo a Petro, mientras que otros aliados tradicionales de Estados Unidos se mantienen expectantes. Esta situación podría tener un impacto significativo en las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos, y en la estabilidad regional. Veremos cómo termina todo esto, ¡porque la cosa está que arde!
En fin, esta bronca entre Petro y Estados Unidos nos deja varios interrogantes. ¿Es justo que se limite la libertad de expresión de un jefe de estado por expresar sus opiniones políticas? ¿Hasta dónde llega el poder de Estados Unidos para influir en los gobiernos de otros países? Y la pregunta clave para nosotros acá en Costa Rica: ¿Crees que el gobierno de nuestro país debería tomar partido en este conflicto, o mantener una postura neutral? Déjanos tus comentarios y dime qué piensas de todo esto, ¡la bola está en tu cancha!