¡Buenas, mi gente del Foro! Aquí su colega echándole ojo a la onda y les traigo este rollo del agua que sale del grifo en la GAM. Resulta que el Ministerio de Salud y el AyA andan tranquilos asegurando que el agua que nos llegan a casa cumple con toda la normativa. Dicen que los químicos esos, los trihalometanos, están dentro de los límites seguros, así que podemos estar relajados… o eso dicen.
Para ponerlos en contextito, estos trihalometanos son subproductos que salen cuando se desinfecta el agua. No son precisamente la leche, porque estudios indican que a largo plazo podrían traerle dolores de cabeza a alguien. Por eso, estas instituciones están haciendo un esfuerzo por mantener todo bajo control, vigilando constantemente los niveles y ajustando los procesos para que todo esté bien chido.
La Dra. Mary Munive, la ministra de Salud, salió a decir que mantienen “una vigilancia constante”. Suena a que le están poniendo empeño, buscando asegurarse de que estamos bebiendo agua segura y cumpliendo con lo que marca la ley. Eso da cierta tranquilidad, pero también deja pensando… ¿realmente sabemos cómo funciona todo esto?
Ahora, lo de la precloración es otro tema aparte. Parece ser que no es algo que hagan siempre, sino solo en situaciones puntuales. Según el AyA, si lo aplican, es bajo “estricto control técnico” para evitar problemas. Lo que me hace preguntarme si esto es porque a veces tienen que apagar candela, ¿entienden qué digo? Porque si fuera tan sencillo, no tendrían que clorarla extra.
Lourdes Sáurez, la jefa del AyA, asegura que su meta es que cada familia tenga acceso a agua segura y de calidad. Suena lindo, claro, pero a veces uno piensa: ¿la calidad sigue siendo la misma en todos lados? Porque acá en San José tenemos buenos datos, pero ¿qué pasa allá arriba en Bagaces o allá abajo en Pococí? ¿Se les cae el mismo nivel de atención?
Lo bueno es que tanto el Ministerio de Salud como el AyA prometen transparencia y mejora continua. Van a seguir midiendo esos THM, especialmente en los lugares donde hay ríos y lagos cerca, y van a tratar de optimizar el uso del cloro para que salga todo perfecto. Son buenas intenciones, pero necesitamos ver acciones concretas, ¿me entienden?
Este brete del agua es serio, mi gente. Aunque nos digan que todo está controlado, es importante que sigamos informándonos y exigiendo cuentas. Porque al final, es nuestra salud la que está en juego. Además, el cambio climático anda jugando feo, y eso puede afectar la disponibilidad y calidad del agua en el futuro cercano. Imaginen la bronca si nos quedamos cortos de agua…
Dicho todo esto, me queda una pregunta pendiente para ustedes, compañeros del Foro: ¿confían plenamente en que el AyA y el Ministerio de Salud están haciendo todo lo posible para garantizar la calidad del agua que consumimos, o creen que deberíamos exigir mayor transparencia y mecanismos de supervisión independientes? ¡Déjenme sus opiniones!
Para ponerlos en contextito, estos trihalometanos son subproductos que salen cuando se desinfecta el agua. No son precisamente la leche, porque estudios indican que a largo plazo podrían traerle dolores de cabeza a alguien. Por eso, estas instituciones están haciendo un esfuerzo por mantener todo bajo control, vigilando constantemente los niveles y ajustando los procesos para que todo esté bien chido.
La Dra. Mary Munive, la ministra de Salud, salió a decir que mantienen “una vigilancia constante”. Suena a que le están poniendo empeño, buscando asegurarse de que estamos bebiendo agua segura y cumpliendo con lo que marca la ley. Eso da cierta tranquilidad, pero también deja pensando… ¿realmente sabemos cómo funciona todo esto?
Ahora, lo de la precloración es otro tema aparte. Parece ser que no es algo que hagan siempre, sino solo en situaciones puntuales. Según el AyA, si lo aplican, es bajo “estricto control técnico” para evitar problemas. Lo que me hace preguntarme si esto es porque a veces tienen que apagar candela, ¿entienden qué digo? Porque si fuera tan sencillo, no tendrían que clorarla extra.
Lourdes Sáurez, la jefa del AyA, asegura que su meta es que cada familia tenga acceso a agua segura y de calidad. Suena lindo, claro, pero a veces uno piensa: ¿la calidad sigue siendo la misma en todos lados? Porque acá en San José tenemos buenos datos, pero ¿qué pasa allá arriba en Bagaces o allá abajo en Pococí? ¿Se les cae el mismo nivel de atención?
Lo bueno es que tanto el Ministerio de Salud como el AyA prometen transparencia y mejora continua. Van a seguir midiendo esos THM, especialmente en los lugares donde hay ríos y lagos cerca, y van a tratar de optimizar el uso del cloro para que salga todo perfecto. Son buenas intenciones, pero necesitamos ver acciones concretas, ¿me entienden?
Este brete del agua es serio, mi gente. Aunque nos digan que todo está controlado, es importante que sigamos informándonos y exigiendo cuentas. Porque al final, es nuestra salud la que está en juego. Además, el cambio climático anda jugando feo, y eso puede afectar la disponibilidad y calidad del agua en el futuro cercano. Imaginen la bronca si nos quedamos cortos de agua…
Dicho todo esto, me queda una pregunta pendiente para ustedes, compañeros del Foro: ¿confían plenamente en que el AyA y el Ministerio de Salud están haciendo todo lo posible para garantizar la calidad del agua que consumimos, o creen que deberíamos exigir mayor transparencia y mecanismos de supervisión independientes? ¡Déjenme sus opiniones!