¡Ay, Dios mío! Parece que estamos viviendo en una película de terror, pero la realidad es que los ataques de pánico están azotando a más y más gente acá en Costa Rica. Según datos preliminares de varios centros de salud, ha habido un incremento notable en las consultas relacionadas con ansiedad y episodios de pánico, especialmente entre jóvenes y adultos trabajadores. ¡Qué torta nos hemos metido!
La psicóloga Vera Campos, experta en temas de salud mental, nos aclara que un ataque de pánico no es simplemente “estar nervioso”. Es una experiencia intensamente desagradable, donde la persona siente que va a morir, perder el control o incluso enloquecer. Piensa en ese mareo súbito, el corazón latiendo a mil por hora, las manos sudorosas… ¡Un brete, te digo!
Campos explica que aunque cualquiera puede sufrir un ataque de pánico, hay ciertos factores de riesgo. Gente con historial de ansiedad, personas que viven vidas aceleradas, con mucho estrés laboral o familiar, son más propensas a experimentar estos episodios. Nos vemos obligados a reflexionar: ¿Será que la pura carrera por llegar a ningún lado nos está pasando factura?
Pero calma, no todo está perdido. La buena noticia, como bien dice la psicóloga, es que una vez que reconocemos qué nos está pasando, podemos aplicar técnicas sencillas para manejar la situación. La clave está en distraerse: escuchar música, hacer ejercicios de respiración, hablar con alguien cercano, ¡cualquier cosa que saque tu mente del problema!
“El pico de la crisis suele durar unos diez minutos”, nos comenta Campos. “Si logramos mantenernos enfocados en algo diferente durante esos minutos cruciales, podemos evitar que el ataque se agrave y empiece a ceder. ¡Imagínate, solo diez minutitos!” Es un alivio saber que no estamos indefensos frente a estas situaciones.
Muchos piensan que los ataques de pánico son una debilidad, que es una cuestión de “aguantar”. Pero eso es totalmente falso. Son una reacción fisiológica natural ante situaciones percibidas como amenazantes, aunque objetivamente no lo sean. Es importante recordar que buscar ayuda profesional no es signo de fracaso, sino de valentía y compromiso con nuestra propia salud mental. ¡Al contrario, qué chiva es reconocer que necesitamos una mano!
En este contexto, desde el Ministerio de Salud han anunciado campañas informativas y talleres gratuitos para enseñar técnicas de manejo de la ansiedad y prevención de ataques de pánico. También están ampliando la red de profesionales de la salud mental disponibles para atender a la población. Sin embargo, la psicóloga Campos enfatiza que la prevención es fundamental: llevar un estilo de vida saludable, practicar ejercicio regularmente, dormir bien y aprender a manejar el estrés son pilares esenciales.
Así que ya sabes, si sientes que estás perdiendo el control y te invade una sensación abrumadora de miedo, respira hondo, busca algo que te distraiga y recuerda que no estás solo. ¡Y dime, tú, has experimentado alguna vez un ataque de pánico? ¿Cuáles técnicas te han ayudado a superarlo?
La psicóloga Vera Campos, experta en temas de salud mental, nos aclara que un ataque de pánico no es simplemente “estar nervioso”. Es una experiencia intensamente desagradable, donde la persona siente que va a morir, perder el control o incluso enloquecer. Piensa en ese mareo súbito, el corazón latiendo a mil por hora, las manos sudorosas… ¡Un brete, te digo!
Campos explica que aunque cualquiera puede sufrir un ataque de pánico, hay ciertos factores de riesgo. Gente con historial de ansiedad, personas que viven vidas aceleradas, con mucho estrés laboral o familiar, son más propensas a experimentar estos episodios. Nos vemos obligados a reflexionar: ¿Será que la pura carrera por llegar a ningún lado nos está pasando factura?
Pero calma, no todo está perdido. La buena noticia, como bien dice la psicóloga, es que una vez que reconocemos qué nos está pasando, podemos aplicar técnicas sencillas para manejar la situación. La clave está en distraerse: escuchar música, hacer ejercicios de respiración, hablar con alguien cercano, ¡cualquier cosa que saque tu mente del problema!
“El pico de la crisis suele durar unos diez minutos”, nos comenta Campos. “Si logramos mantenernos enfocados en algo diferente durante esos minutos cruciales, podemos evitar que el ataque se agrave y empiece a ceder. ¡Imagínate, solo diez minutitos!” Es un alivio saber que no estamos indefensos frente a estas situaciones.
Muchos piensan que los ataques de pánico son una debilidad, que es una cuestión de “aguantar”. Pero eso es totalmente falso. Son una reacción fisiológica natural ante situaciones percibidas como amenazantes, aunque objetivamente no lo sean. Es importante recordar que buscar ayuda profesional no es signo de fracaso, sino de valentía y compromiso con nuestra propia salud mental. ¡Al contrario, qué chiva es reconocer que necesitamos una mano!
En este contexto, desde el Ministerio de Salud han anunciado campañas informativas y talleres gratuitos para enseñar técnicas de manejo de la ansiedad y prevención de ataques de pánico. También están ampliando la red de profesionales de la salud mental disponibles para atender a la población. Sin embargo, la psicóloga Campos enfatiza que la prevención es fundamental: llevar un estilo de vida saludable, practicar ejercicio regularmente, dormir bien y aprender a manejar el estrés son pilares esenciales.
Así que ya sabes, si sientes que estás perdiendo el control y te invade una sensación abrumadora de miedo, respira hondo, busca algo que te distraiga y recuerda que no estás solo. ¡Y dime, tú, has experimentado alguna vez un ataque de pánico? ¿Cuáles técnicas te han ayudado a superarlo?
