¡Ay, Dios mío! El lío alrededor del diputado Luis Diego Vargas Rodríguez sigue dando de qué hablar. Resulta que el representante, que anda buscando reelegirse como vicepresidente con Natalia Díaz, desapareció justo cuando se necesitaba echar andar la votación sobre si se le quitaba o no la inmunidad al Presidente Chaves. Un maje que iba a ser clave en la decisión y, ¡pum!, se esfumó. No vaya a ser que se le metió el miedo a la piel, diay.
Como bien sabemos, la Asamblea Legislativa se reunió el lunes pasado para decidir si enviaban al Presidente Chaves a enfrentar cargos penales relacionados con el caso BCIE-Cariñitos. Se necesitaban 38 votos para levantarle el fuero, pero solamente llegaron 34. Una verdadera torta, porque eso significa que Chaves seguirá campante, al menos por ahora, y la oposición tendrá que buscar otra jugada. La tensión era a flor de piel en el Congreso, se sentía la presión en el ambiente; nadie quería meterse en problemas con sus compañeros de bancada, parecía que todos estaban nerviosos por ver cómo caía el escenario.
Lo curioso del caso es que Vargas sí estuvo presente en el plenario, se le vio rondando el lugar, pero cuando llegó el momento crucial, se dice que recibió una llamada urgente sobre la salud de su mamá. Según la campaña del PUP, esto lo obligó a salir corriendo para atender esa emergencia familiar. “Permaneció en el recinto hasta pasadas las 4:00 p. m., a la espera de que se procediera con la votación,” explican en su comunicado. Pero ahí es donde empieza la polémica, porque parece que hay quien sospecha que la historia de la mamá es un poquito inventada, chunche.
En el grupo de WhatsApp que el despacho de Vargas utiliza para comunicarse con la prensa, ya habían preguntado sobre su postura antes de la votación. Preguntan si iba a favor o en contra de quitarle el fuero a Chaves y, ¿qué creen?, el comunicado oficial del PUP ni siquiera mencionó esa consulta. Es decir, dejaron flotando la bolita, no dieron ninguna respuesta clara sobre dónde estaban parados en la controversia. Esto ha provocado un montón de especulaciones y críticas, especialmente entre los periodistas que andan buscando la verdad detrás de toda esta movida.
Para ponerlos en contexto, Vargas Rodríguez es el candidato a la vicepresidencia por Unidos Podemos, el mismo partido que Natalia Díaz encabeza. Imaginen el daño político que le puede hacer a la campaña este tipo de situaciones. La gente quiere transparencia, quiere saber dónde están los representantes, no pueden andar jugando a esconderse cuando se trata de decisiones importantes para el país. Y encima, con la bronca del caso BCIE-Cariñitos, la cosa se pone aún más complicada.
Las reacciones no se hicieron esperar. El PLN, el Frente Amplio, PLP, y otras fuerzas políticas respaldaron el intento de levantar el fuero, mientras que Nuevas República y los diputados chavistas del PPSD, liderados por Pilar Cisneros, se opusieron rotundamente. Estuvo pegao’ el debate, con discursos largos y acalorados de ambos lados. Muchos dicen que la votación se definió mucho antes de que se llegara al momento de votar, y que todo era un teatro para aparentar. ¿Será cierto?
Este episodio levanta muchas preguntas sobre la ética de los políticos y la importancia de cumplir con las responsabilidades que les confiere la ciudadanía. ¿Cómo podemos confiar en nuestros representantes si no son honestos sobre sus intenciones? Y más grave aún, ¿qué mensaje estamos enviando a la juventud cuando vemos este tipo de comportamientos? Además, la falta de claridad del diputado Vargas agrava la situación, generando desconfianza y alimentando la percepción de que muchos políticos solo buscan proteger sus propios intereses. Este brete es complicado para el PUP, no lo vamos a negar.
Ahora me pregunto, ¿cree usted que el argumento de la emergencia familiar de la madre del diputado Vargas fue genuino o una estrategia política para evitar la controversia? Deje su opinión en los comentarios, quiero saber qué piensa la gente al respecto de este asunto tan turbio. ¡Vamos a debatir!
Como bien sabemos, la Asamblea Legislativa se reunió el lunes pasado para decidir si enviaban al Presidente Chaves a enfrentar cargos penales relacionados con el caso BCIE-Cariñitos. Se necesitaban 38 votos para levantarle el fuero, pero solamente llegaron 34. Una verdadera torta, porque eso significa que Chaves seguirá campante, al menos por ahora, y la oposición tendrá que buscar otra jugada. La tensión era a flor de piel en el Congreso, se sentía la presión en el ambiente; nadie quería meterse en problemas con sus compañeros de bancada, parecía que todos estaban nerviosos por ver cómo caía el escenario.
Lo curioso del caso es que Vargas sí estuvo presente en el plenario, se le vio rondando el lugar, pero cuando llegó el momento crucial, se dice que recibió una llamada urgente sobre la salud de su mamá. Según la campaña del PUP, esto lo obligó a salir corriendo para atender esa emergencia familiar. “Permaneció en el recinto hasta pasadas las 4:00 p. m., a la espera de que se procediera con la votación,” explican en su comunicado. Pero ahí es donde empieza la polémica, porque parece que hay quien sospecha que la historia de la mamá es un poquito inventada, chunche.
En el grupo de WhatsApp que el despacho de Vargas utiliza para comunicarse con la prensa, ya habían preguntado sobre su postura antes de la votación. Preguntan si iba a favor o en contra de quitarle el fuero a Chaves y, ¿qué creen?, el comunicado oficial del PUP ni siquiera mencionó esa consulta. Es decir, dejaron flotando la bolita, no dieron ninguna respuesta clara sobre dónde estaban parados en la controversia. Esto ha provocado un montón de especulaciones y críticas, especialmente entre los periodistas que andan buscando la verdad detrás de toda esta movida.
Para ponerlos en contexto, Vargas Rodríguez es el candidato a la vicepresidencia por Unidos Podemos, el mismo partido que Natalia Díaz encabeza. Imaginen el daño político que le puede hacer a la campaña este tipo de situaciones. La gente quiere transparencia, quiere saber dónde están los representantes, no pueden andar jugando a esconderse cuando se trata de decisiones importantes para el país. Y encima, con la bronca del caso BCIE-Cariñitos, la cosa se pone aún más complicada.
Las reacciones no se hicieron esperar. El PLN, el Frente Amplio, PLP, y otras fuerzas políticas respaldaron el intento de levantar el fuero, mientras que Nuevas República y los diputados chavistas del PPSD, liderados por Pilar Cisneros, se opusieron rotundamente. Estuvo pegao’ el debate, con discursos largos y acalorados de ambos lados. Muchos dicen que la votación se definió mucho antes de que se llegara al momento de votar, y que todo era un teatro para aparentar. ¿Será cierto?
Este episodio levanta muchas preguntas sobre la ética de los políticos y la importancia de cumplir con las responsabilidades que les confiere la ciudadanía. ¿Cómo podemos confiar en nuestros representantes si no son honestos sobre sus intenciones? Y más grave aún, ¿qué mensaje estamos enviando a la juventud cuando vemos este tipo de comportamientos? Además, la falta de claridad del diputado Vargas agrava la situación, generando desconfianza y alimentando la percepción de que muchos políticos solo buscan proteger sus propios intereses. Este brete es complicado para el PUP, no lo vamos a negar.
Ahora me pregunto, ¿cree usted que el argumento de la emergencia familiar de la madre del diputado Vargas fue genuino o una estrategia política para evitar la controversia? Deje su opinión en los comentarios, quiero saber qué piensa la gente al respecto de este asunto tan turbio. ¡Vamos a debatir!