¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que el presidente colombiano, Gustavo Petro, se metió en un buen lío con Estados Unidos. Después de dar un discurso en la Asamblea General de la ONU, salió a protestar en Nueva York, demostrando su apoyo a Palestina, y ahora le han cancelado la visa. ¡Imagínate la jugada!
Según el Departamento de Estado de EE. UU., Petro instigó a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes e incluso a incitar a la violencia durante la manifestación. En un tweet que ya se hizo viral, la institución no dudó en calificar sus acciones como “imprudentes e incendiarias”. Vamos, que le dieron duro, diay.
Parece que Petro, después de su discurso donde hablaba de la necesidad de un “Ejército de Salvación del Mundo” para apoyar a Palestina y desafiar las decisiones políticas de figuras como Trump y Netanyahu, salió a la calle a arengar a la gente. Según informes, les dijo a los militares que no apuntaran sus armas contra la humanidad y que desobedecieran las órdenes. ¡Un churro, vamos!
Esto ha levantado ampáyemas, porque Estados Unidos siempre ha sido el mayor aliado político y militar de Israel. La cancelación de la visa a Petro es un golpe directo a la relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos, y algunos analistas ya hablan de una crisis diplomática sin precedentes. No es cualquier cosilla, má.
El medio El País, allá en España, también está dando vueltas al asunto, resaltando la gravedad de la situación. Dicen que este incidente podría tener consecuencias significativas para la política exterior colombiana, especialmente si Petro persiste en sus posturas críticas hacia Washington. Se ve que esto no va a quedar así, chunche.
Ahora, hay que recordar que la propuesta de Petro sobre ese “Ejército de Salvación del Mundo” fue recibida con bastante escepticismo en muchos sectores internacionales. Su idea era crear una fuerza multinacional que actuara independientemente de las potencias tradicionales, para proteger a los pueblos oprimidos. Pero, claro, eso suena muy bonito en teoría, pero ponerlo en práctica… ¡eso sí que es brete!
Lo que nos queda claro es que esta cancelación de visa no es simplemente un capricho de la administración estadounidense; es una señal clara de que hay tensiones crecientes entre ambos países. Y considerando el rol histórico de Estados Unidos en la región y su apoyo incondicional a Israel, la postura de Petro representa un cambio radical que no parece gustarle mucho a Washington. ¡Qué carga!
En fin, compañeros, la cosa está que arde. Esta controversia ha puesto de manifiesto las complejas relaciones geopolíticas entre Colombia, Estados Unidos y Palestina, y deja muchas preguntas abiertas. ¿Será que estamos ante el inicio de una nueva era en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, o simplemente es un episodio aislado que pronto quedará atrás? ¿Creen ustedes que Petro debió moderar su discurso y sus acciones para evitar esta situación, o su firmeza es necesaria para defender los principios que cree?
Según el Departamento de Estado de EE. UU., Petro instigó a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes e incluso a incitar a la violencia durante la manifestación. En un tweet que ya se hizo viral, la institución no dudó en calificar sus acciones como “imprudentes e incendiarias”. Vamos, que le dieron duro, diay.
Parece que Petro, después de su discurso donde hablaba de la necesidad de un “Ejército de Salvación del Mundo” para apoyar a Palestina y desafiar las decisiones políticas de figuras como Trump y Netanyahu, salió a la calle a arengar a la gente. Según informes, les dijo a los militares que no apuntaran sus armas contra la humanidad y que desobedecieran las órdenes. ¡Un churro, vamos!
Esto ha levantado ampáyemas, porque Estados Unidos siempre ha sido el mayor aliado político y militar de Israel. La cancelación de la visa a Petro es un golpe directo a la relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos, y algunos analistas ya hablan de una crisis diplomática sin precedentes. No es cualquier cosilla, má.
El medio El País, allá en España, también está dando vueltas al asunto, resaltando la gravedad de la situación. Dicen que este incidente podría tener consecuencias significativas para la política exterior colombiana, especialmente si Petro persiste en sus posturas críticas hacia Washington. Se ve que esto no va a quedar así, chunche.
Ahora, hay que recordar que la propuesta de Petro sobre ese “Ejército de Salvación del Mundo” fue recibida con bastante escepticismo en muchos sectores internacionales. Su idea era crear una fuerza multinacional que actuara independientemente de las potencias tradicionales, para proteger a los pueblos oprimidos. Pero, claro, eso suena muy bonito en teoría, pero ponerlo en práctica… ¡eso sí que es brete!
Lo que nos queda claro es que esta cancelación de visa no es simplemente un capricho de la administración estadounidense; es una señal clara de que hay tensiones crecientes entre ambos países. Y considerando el rol histórico de Estados Unidos en la región y su apoyo incondicional a Israel, la postura de Petro representa un cambio radical que no parece gustarle mucho a Washington. ¡Qué carga!
En fin, compañeros, la cosa está que arde. Esta controversia ha puesto de manifiesto las complejas relaciones geopolíticas entre Colombia, Estados Unidos y Palestina, y deja muchas preguntas abiertas. ¿Será que estamos ante el inicio de una nueva era en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, o simplemente es un episodio aislado que pronto quedará atrás? ¿Creen ustedes que Petro debió moderar su discurso y sus acciones para evitar esta situación, o su firmeza es necesaria para defender los principios que cree?