¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, apenas estabamos digiriendo el almuerzo de este sábado y nos sacude otro temblor. Resulta que luego del sismo de magnitud 4.7 que sentimos casi todos en la Zona Norte, el Observatorio Volcanológico y Sismológico (Ovsicori) anda reportando más de cien réplicas. Pa' que se hagan una idea, ¡más de cien! Imagínate el susto que le ha dado a la gente, especialmente a los abuelitos que ya no toman estos cosas como antes.
Según Marino Protti, el sismólogo que siempre nos explica las cosas con calma – aunque ahora seguro esté echándole horas extras –, el temblor principal se pegó bien cerquita de Tierras Morenas y al noroeste del Nuevo Arenal. La profundidad, unos ocho kilometros, así que no fue algo superficial. Eso sí, se sintió en to’ lao, nadie se salvó. Ya sé que estamos acostumbrados a temblores, pero este andaba con ganas de despertar a medio país, diay.
Protti, claro, fue explicando la movida: “Se presentó un evento sísmico de magnitud 4,7 en el flanco sureste del volcán Tenorio…”. Bueno, sí, lo dijo así, pero lo que nosotros necesitamos saber es que después de ese brinco, vinieron las réplicas, unas más fuertes que otras, manteniedo a los vecinos pendientes. El Ovsicori, pa' que sepan, está monitoreando todo esto, así que toca estar atentos a sus actualizaciones. Uno nunca sabe cuándo va a dar otra vuelta la tierra, ¿verdad?
Y vaya que la Zona Norte se siente diferente, imagínate. En algunos lugares, la tierra agrietada te hace pensar dos veces antes de caminar. Algunos negocios tuvieron que cerrar porque la clientela obviamente prefirió quedarse en casa buscando refugio. Otros, simplemente estaban demasiado asustados para salir, pues el rumor corrió como pólvora por Whatsapp sobre qué tan fuerte podrían ser las próximas réplicas. Pa' colmo, dicen que algunas zonas perdieron energía, así que tocará llevar velas y linternas si la cosa se pone fea.
En redes sociales, la cosa explotó, como era de esperarse. #TemblorCostaRica fue trending topic en cuestión de minutos. Gente compartiendo fotos de estanterías vacías, gatos escondidos debajo de camas y vídeos tratando de capturar el momento exacto del temblor. También hubo varios que aprovecharon para recordar viejas historias de terremotos pasados, contándolas como si estuvieran pasando frente a nuestros ojos. ¡Imagínate la nostalgia!
Lo bueno es que, hasta ahora, no hay reporte de heridos graves ni daños estructurales mayores. Por supuesto, siempre hay alguna gotera o pared que necesita arreglar, pero nada que poner en peligro vidas humanas. Sin embargo, las autoridades insisten en mantener la calma y estar preparados ante cualquier eventualidad. Ya saben, tener un kit de emergencia listo, conocer los puntos seguros de su casa y, sobre todo, no correr como pollo sin cabeza si empieza a temblar.
Ahora bien, esto me lleva a preguntarme... ¿Estamos realmente preparados para un terremoto grande en Costa Rica? Tenemos simulacros, sí, pero cuántos sabemos realmente qué hacer en esos momentos de pánico? ¿Tenemos casas construidas bajo normas antisísmicas adecuadas en todas las zonas vulnerables? ¿Invertimos lo suficiente en prevención y educación para proteger a nuestra población? Esas son preguntas que deberíamos hacernos, no solo después de un temblor, sino constantemente.
Entonces, mias queridos lectores, cuéntenme... ¿Cómo vivieron ustedes el temblor? ¿Qué medidas tomaron para protegerse? ¿Creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para prepararnos ante un posible evento mayor? Déjenme sus opiniones abajo, necesito descargarme un poco de esta tensión, diay, ¡esta tierra anda nerviosa!
Según Marino Protti, el sismólogo que siempre nos explica las cosas con calma – aunque ahora seguro esté echándole horas extras –, el temblor principal se pegó bien cerquita de Tierras Morenas y al noroeste del Nuevo Arenal. La profundidad, unos ocho kilometros, así que no fue algo superficial. Eso sí, se sintió en to’ lao, nadie se salvó. Ya sé que estamos acostumbrados a temblores, pero este andaba con ganas de despertar a medio país, diay.
Protti, claro, fue explicando la movida: “Se presentó un evento sísmico de magnitud 4,7 en el flanco sureste del volcán Tenorio…”. Bueno, sí, lo dijo así, pero lo que nosotros necesitamos saber es que después de ese brinco, vinieron las réplicas, unas más fuertes que otras, manteniedo a los vecinos pendientes. El Ovsicori, pa' que sepan, está monitoreando todo esto, así que toca estar atentos a sus actualizaciones. Uno nunca sabe cuándo va a dar otra vuelta la tierra, ¿verdad?
Y vaya que la Zona Norte se siente diferente, imagínate. En algunos lugares, la tierra agrietada te hace pensar dos veces antes de caminar. Algunos negocios tuvieron que cerrar porque la clientela obviamente prefirió quedarse en casa buscando refugio. Otros, simplemente estaban demasiado asustados para salir, pues el rumor corrió como pólvora por Whatsapp sobre qué tan fuerte podrían ser las próximas réplicas. Pa' colmo, dicen que algunas zonas perdieron energía, así que tocará llevar velas y linternas si la cosa se pone fea.
En redes sociales, la cosa explotó, como era de esperarse. #TemblorCostaRica fue trending topic en cuestión de minutos. Gente compartiendo fotos de estanterías vacías, gatos escondidos debajo de camas y vídeos tratando de capturar el momento exacto del temblor. También hubo varios que aprovecharon para recordar viejas historias de terremotos pasados, contándolas como si estuvieran pasando frente a nuestros ojos. ¡Imagínate la nostalgia!
Lo bueno es que, hasta ahora, no hay reporte de heridos graves ni daños estructurales mayores. Por supuesto, siempre hay alguna gotera o pared que necesita arreglar, pero nada que poner en peligro vidas humanas. Sin embargo, las autoridades insisten en mantener la calma y estar preparados ante cualquier eventualidad. Ya saben, tener un kit de emergencia listo, conocer los puntos seguros de su casa y, sobre todo, no correr como pollo sin cabeza si empieza a temblar.
Ahora bien, esto me lleva a preguntarme... ¿Estamos realmente preparados para un terremoto grande en Costa Rica? Tenemos simulacros, sí, pero cuántos sabemos realmente qué hacer en esos momentos de pánico? ¿Tenemos casas construidas bajo normas antisísmicas adecuadas en todas las zonas vulnerables? ¿Invertimos lo suficiente en prevención y educación para proteger a nuestra población? Esas son preguntas que deberíamos hacernos, no solo después de un temblor, sino constantemente.
Entonces, mias queridos lectores, cuéntenme... ¿Cómo vivieron ustedes el temblor? ¿Qué medidas tomaron para protegerse? ¿Creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para prepararnos ante un posible evento mayor? Déjenme sus opiniones abajo, necesito descargarme un poco de esta tensión, diay, ¡esta tierra anda nerviosa!
