¡Ay, Dios mío! Quién lo iba a decir, ¿verdad, maes? El caso de Kevin Ford, aquel señor que se hizo viral allá por el 2022 por el regalito humilde que le dieron después de 27 años trabajando como agua va, ha tomado un giro que te deja boquiabierto. Después de tanta pena y lágrima, parece que la vida le está devolviendo la mano con intereses, ¡y vaya si lo está haciendo!
Si no lo recuerdan, Ford era un cocinero en Nevada, Estados Unidos, que recibió una bolsa de caramelos, una entrada de cine y un vaso como muestra de agradecimiento por sus años de servicio. La poca considerción que le brindaron por tanto tiempo entregado encendió las alarmas en redes sociales y puso de manifiesto cómo algunas empresas a veces olvidan valorar a sus empleados más fieles. Fue un verdadero despiche, ¡qué barbaridad!
Pero, como dicen por ahí, 'de cualquier mierda hay salida'. Gracias al poder de internet y a la bondad de gente que ni siquiera conocía a Ford, una campaña en GoFundMe arrasó con las donaciones, recolectando más de medio millón de dólares – ¡unas 210 millones de colones, diay!– transformando por completo el destino de este buen hombre.
Ahora, lejos quedó esa triste imagen de la mochila y los caramelos. Ford, con la ayuda de su hija Seryna, está a punto de abrir su propio food truck, un sueño que parecía imposible hace apenas unos años. El vehículo, llamado 'K27Y' (Kevin 27 Years), es un homenaje a su historia y a la lealtad que demostró a su empleador durante tantos años.
Y no crean que esto es un proyecto a solas, ¡para nada! Seryna, que estudió cocina en Le Cordon Bleu, aportará toda su experiencia y talento al negocio. Según nos cuentan, el menú inicial estará lleno de clásicos como hamburguesas y hot dogs, pero también tendrán preparativos especiales en honor a la prometida de Ford, quien es de origen filipino. Ya les advierto, ¡va a estar a cachete, maes!
Ford aún tiene pensado jubilarse de su antiguo empleo en mayo de 2025, cumpliendo así 30 años de arduo trabajo. Imaginen la satisfacción de dejar atrás esa experiencia, sabiendo que gracias a la solidaridad de la gente pudo construir su propio camino y emprender un negocio que promete darle muchas alegrías a él y a su familia. Es una verdadera inspiración, ¡tremendo nivel!
Esta historia es un claro recordatorio del impacto positivo que podemos tener cuando nos unimos para apoyar a quienes lo necesitan. Nos demuestra que, incluso en tiempos difíciles, siempre existe esperanza y que la bondad humana puede lograr cosas extraordinarias. Además, me da una vara tremenda ver cómo alguien que recibió tan poco reconocimiento finalmente está cosechando los frutos de su esfuerzo y dedicación.
En fin, esta es una historia que nos invita a reflexionar sobre el valor del trabajo, la importancia de la gratitud y el poder de la comunidad. Pero dime tú, ¿crees que las empresas deberían replantearse cómo reconocen y recompensan la lealtad de sus empleados, o debería haber otras formas de honrar a los trabajadores a largo plazo?
Si no lo recuerdan, Ford era un cocinero en Nevada, Estados Unidos, que recibió una bolsa de caramelos, una entrada de cine y un vaso como muestra de agradecimiento por sus años de servicio. La poca considerción que le brindaron por tanto tiempo entregado encendió las alarmas en redes sociales y puso de manifiesto cómo algunas empresas a veces olvidan valorar a sus empleados más fieles. Fue un verdadero despiche, ¡qué barbaridad!
Pero, como dicen por ahí, 'de cualquier mierda hay salida'. Gracias al poder de internet y a la bondad de gente que ni siquiera conocía a Ford, una campaña en GoFundMe arrasó con las donaciones, recolectando más de medio millón de dólares – ¡unas 210 millones de colones, diay!– transformando por completo el destino de este buen hombre.
Ahora, lejos quedó esa triste imagen de la mochila y los caramelos. Ford, con la ayuda de su hija Seryna, está a punto de abrir su propio food truck, un sueño que parecía imposible hace apenas unos años. El vehículo, llamado 'K27Y' (Kevin 27 Years), es un homenaje a su historia y a la lealtad que demostró a su empleador durante tantos años.
Y no crean que esto es un proyecto a solas, ¡para nada! Seryna, que estudió cocina en Le Cordon Bleu, aportará toda su experiencia y talento al negocio. Según nos cuentan, el menú inicial estará lleno de clásicos como hamburguesas y hot dogs, pero también tendrán preparativos especiales en honor a la prometida de Ford, quien es de origen filipino. Ya les advierto, ¡va a estar a cachete, maes!
Ford aún tiene pensado jubilarse de su antiguo empleo en mayo de 2025, cumpliendo así 30 años de arduo trabajo. Imaginen la satisfacción de dejar atrás esa experiencia, sabiendo que gracias a la solidaridad de la gente pudo construir su propio camino y emprender un negocio que promete darle muchas alegrías a él y a su familia. Es una verdadera inspiración, ¡tremendo nivel!
Esta historia es un claro recordatorio del impacto positivo que podemos tener cuando nos unimos para apoyar a quienes lo necesitan. Nos demuestra que, incluso en tiempos difíciles, siempre existe esperanza y que la bondad humana puede lograr cosas extraordinarias. Además, me da una vara tremenda ver cómo alguien que recibió tan poco reconocimiento finalmente está cosechando los frutos de su esfuerzo y dedicación.
En fin, esta es una historia que nos invita a reflexionar sobre el valor del trabajo, la importancia de la gratitud y el poder de la comunidad. Pero dime tú, ¿crees que las empresas deberían replantearse cómo reconocen y recompensan la lealtad de sus empleados, o debería haber otras formas de honrar a los trabajadores a largo plazo?
