¡Aguante, pura vida! Aquí les va la nota, porque esto sí que está que arde. Científicos de varios países han sacado un invento que parece sacado de película de ciencia ficción: una inteligencia artificial capaz de predecir si nos vamos a enfermar, ¡y hasta con años de anticipación! Esto viene dando vuelta en redes y la verdad, me dejó pensando cómo le haremos con toda esta tecnóloga.
Según los expertos, esta IA, llamada Delphi-2M, funciona analizando historiales clínicos de miles de pacientes. Piensen en eso, un montón de datos, pruebas médicas, recetas... Todo metido en una máquina que luego escupe predicciones. La base de datos que usaron es la del UK Biobank, un verdadero tesoro de información genética y médica de casi medio millón de personas. Lo curioso es que usan una tecnología parecida a la de ChatGPT, pero en lugar de conversar sobre temas random, esta se dedica a buscar patrones en nuestras enfermedades. ¡Imagínate tener un chatbot que te diga si vas a desarrollar diabetes!
Moritz Gerstung, el tipo alemán que lidera la investigación en el Centro Alemán de Investigación contra el Cáncer, explica que la IA aprende “la gramática de un texto”, pero en vez de letras, maneja secuencias de diagnósticos. En otras palabras, analiza cómo evolucionan las enfermedades en las personas y detecta señales de alerta mucho antes de que aparezcan los síntomas. Dice que puede incluso predecir el riesgo de un ataque al corazón con más precisión que teniendo en cuenta solamente la edad u otros factores conocidos. ¡Eso sí que es darle la vuelta al brete!
Ahora bien, esto no quiere decir que ya podemos tirar nuestra póliza de seguro médico. Los investigadores recalcan que Delphi-2M todavía necesita pasar por muchas pruebas y validaciones antes de que pueda ser usada en hospitales o consultorios. De hecho, ya la probaron con datos de casi dos millones de daneses, pero aún hay margen para mejorar. Lo bueno es que ya estamos viendo resultados prometedores y la posibilidad de prevenir enfermedades antes de que nos agarren con los pantalones abajo.
El potencial de esta tecnología es enorme, chavala. Podríamos personalizar tratamientos, hacer chequeos preventivos más efectivos y hasta optimizar los recursos del Sistema Nacional de Salud, que ya saben, siempre anda justo de billetes. Un compañero mío que trabaja en el Hospital Calderón Herval comenta que esto podría aliviar bastante la presión en urgencias, porque se podrían enfocar los recursos en las personas que realmente tienen un alto riesgo de complicaciones. Claramente, esto es una vara muy grande que tenemos que manejar con cuidado para evitar salarnos en las estadísticas.
No somos los únicos que estamos jugando con la idea de usar la IA para predecir enfermedades. Ya existen programas como QRISK3 en Inglaterra, que evalúan el riesgo cardiovascular, pero Delphi-2M promete ir más allá. Según dicen, esta puede analizar simultáneamente una amplia gama de enfermedades y hacerlo a lo largo de un período prolongado. Ewan Birney, otro de los autores del estudio, asegura que esto es un paso significativo hacia una modelización predictiva en medicina que es escalable, interpretable y ética. Vamos, que queremos usar la tecnología para mejorar la salud de todos, sin meternos en líos morales ni violar la privacidad de nadie.
Gustavo Sudre, el profe del King’s College de Londres que entiende un buen de IA médica, lo describe como un “paso significativo”. Y vaya que lo es, porque significa que podríamos estar entrando en una nueva era de la medicina preventiva, donde las enfermedades no nos pille desprevenidos. Pero también plantea interrogantes importantes sobre cómo proteger nuestros datos personales y cómo asegurarnos de que estos sistemas sean justos e imparciales. Porque, díganlo conmigo, ¡no queremos que la IA nos discrimine por nuestro código genético!
En fin, esta inteligencia artificial nos da una probadita del futuro de la medicina, y aunque todavía queda camino por recorrer, es claro que la tecnología tiene el potencial de transformar nuestra relación con la salud. Ahora, dime tú, ¿estarías dispuesto a compartir tu historial médico con una IA para recibir predicciones personalizadas sobre tu salud? ¿Te sentirías cómodo sabiendo que una máquina puede anticipar tus futuros problemas de salud, o preferirías vivir sin saber?
Según los expertos, esta IA, llamada Delphi-2M, funciona analizando historiales clínicos de miles de pacientes. Piensen en eso, un montón de datos, pruebas médicas, recetas... Todo metido en una máquina que luego escupe predicciones. La base de datos que usaron es la del UK Biobank, un verdadero tesoro de información genética y médica de casi medio millón de personas. Lo curioso es que usan una tecnología parecida a la de ChatGPT, pero en lugar de conversar sobre temas random, esta se dedica a buscar patrones en nuestras enfermedades. ¡Imagínate tener un chatbot que te diga si vas a desarrollar diabetes!
Moritz Gerstung, el tipo alemán que lidera la investigación en el Centro Alemán de Investigación contra el Cáncer, explica que la IA aprende “la gramática de un texto”, pero en vez de letras, maneja secuencias de diagnósticos. En otras palabras, analiza cómo evolucionan las enfermedades en las personas y detecta señales de alerta mucho antes de que aparezcan los síntomas. Dice que puede incluso predecir el riesgo de un ataque al corazón con más precisión que teniendo en cuenta solamente la edad u otros factores conocidos. ¡Eso sí que es darle la vuelta al brete!
Ahora bien, esto no quiere decir que ya podemos tirar nuestra póliza de seguro médico. Los investigadores recalcan que Delphi-2M todavía necesita pasar por muchas pruebas y validaciones antes de que pueda ser usada en hospitales o consultorios. De hecho, ya la probaron con datos de casi dos millones de daneses, pero aún hay margen para mejorar. Lo bueno es que ya estamos viendo resultados prometedores y la posibilidad de prevenir enfermedades antes de que nos agarren con los pantalones abajo.
El potencial de esta tecnología es enorme, chavala. Podríamos personalizar tratamientos, hacer chequeos preventivos más efectivos y hasta optimizar los recursos del Sistema Nacional de Salud, que ya saben, siempre anda justo de billetes. Un compañero mío que trabaja en el Hospital Calderón Herval comenta que esto podría aliviar bastante la presión en urgencias, porque se podrían enfocar los recursos en las personas que realmente tienen un alto riesgo de complicaciones. Claramente, esto es una vara muy grande que tenemos que manejar con cuidado para evitar salarnos en las estadísticas.
No somos los únicos que estamos jugando con la idea de usar la IA para predecir enfermedades. Ya existen programas como QRISK3 en Inglaterra, que evalúan el riesgo cardiovascular, pero Delphi-2M promete ir más allá. Según dicen, esta puede analizar simultáneamente una amplia gama de enfermedades y hacerlo a lo largo de un período prolongado. Ewan Birney, otro de los autores del estudio, asegura que esto es un paso significativo hacia una modelización predictiva en medicina que es escalable, interpretable y ética. Vamos, que queremos usar la tecnología para mejorar la salud de todos, sin meternos en líos morales ni violar la privacidad de nadie.
Gustavo Sudre, el profe del King’s College de Londres que entiende un buen de IA médica, lo describe como un “paso significativo”. Y vaya que lo es, porque significa que podríamos estar entrando en una nueva era de la medicina preventiva, donde las enfermedades no nos pille desprevenidos. Pero también plantea interrogantes importantes sobre cómo proteger nuestros datos personales y cómo asegurarnos de que estos sistemas sean justos e imparciales. Porque, díganlo conmigo, ¡no queremos que la IA nos discrimine por nuestro código genético!
En fin, esta inteligencia artificial nos da una probadita del futuro de la medicina, y aunque todavía queda camino por recorrer, es claro que la tecnología tiene el potencial de transformar nuestra relación con la salud. Ahora, dime tú, ¿estarías dispuesto a compartir tu historial médico con una IA para recibir predicciones personalizadas sobre tu salud? ¿Te sentirías cómodo sabiendo que una máquina puede anticipar tus futuros problemas de salud, o preferirías vivir sin saber?