¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, ¿verdad, compas? Rodrigo Chaves, el presidente, anda contento hasta la punta del pelo después de que la Asamblea Legislativa le diera un frenazo al intento de sacarle del fuero. Parece que la cosa se calmó un tantito después de tanto revuelo mediático y político. Lo dicho en la inauguración del nuevo Área de Salud de Carrillo, en Guanacaste, fue pura alegría y agradecimiento, pa' que ya lo sepan.
La verdad es que el debate en la Asamblea fue una torta monumental. Por más de cinco horas, los diputados se rifaron hablando sobre si se levantaba o no el fuero presidencial. Era apretado, muchachos, con la Corte Suprema de Justicia pidiendo permiso pa' investigar al presidente por ese asunto del contrato con Christian Bulgarelli y el BCIE. Un brete, vamos... Al final, la votación quedó en 34 a favor de mantenerlo y 21 en contra. ¡Qué carga! A cuatro votos de llegar a los 38 necesarios para quitarle el fuero.
El presidente, claro, no se anduvo con rodeos y soltó unas cuantas frases bien sentidas. Dijo que amaneció feliz y esperanzado porque, según él, la patria escuchó a la gran mayoría de los costarricenses que no querían ver al presidente siendo intimidado. Ese mae sí que sabe cómo conectar con la gente, ¡diay! Agarró y les dio las gracias públicamente a esos 21 diputados que votaron en contra del desafuero, tachándolos de patriotas. ¡Patriotas! Eso suena a campaña política, pero bueno, él dice eso y nosotros reportamos.
Ahora, yo me pregunto qué tan patriótico es defenderse de una investigación judicial, ¿eh? Pero dejando eso de lado, Chaves siguió diciendo que su inmunidad es una garantía institucional, no un privilegio personal. Insistió en que nadie está por encima de la ley, aunque a muchos nos parezca que a veces hay excepciones. Su intención clara era dejar en claro que, pese a la votación, sigue cumpliendo con su deber y responsablemente siempre buscando brindar soluciones para los ciudadanos, claro que todo ello con el apoyo de su partido.
Y ahí va otra cosita que hay que aclarar: la acusación contra el presidente está ligada a ese contrato milionariísimo que se le dio al señor Bulgarelli, financiado precisamente por el BCIE. Esa vara ha generado muchísimo ruido, y parece que aún tiene tela que cortar. Algunos dicen que el tema es mucho más profundo y que hay intereses turbios metidos ahí. ¡Ya saben cómo es esto! Un día salió información así y otro día va cambiando; pero esperamos que la transparencia prevalezca
Pero volviendo a lo del presidente, él insistió en que los diputados tomaron la decisión con total independencia, analizando los hechos como debía ser. Dice que ellos decidieron el rumbo, y no fueron influenciados por nadie ni presión alguna. Ya saben, el poder de la opinión pública a veces puede hacer milagros, o al menos aparentarlos.
En fin, la votación cerró ese capítulo, por ahora. El presidente mantiene su fuero y seguirá adelante con su gestión, aunque siempre estará bajo la lupa. Y aunque algunos digan que esto es una victoria para la democracia, otros sostienen que simplemente demuestra la polarización extrema que vivimos en el país. ¡Qué nivel de cosas! Se nota que estamos en tiempos movidos, donde cada quien defiende su postura con uñas y dientes. Imaginen el próximo ciclo electoral, vaya…
Así que, mi gente, díganme ustedes: ¿creen que esta decisión fortalece realmente nuestras instituciones o simplemente es un acto de defensa política? ¿Hasta dónde debería llegar la protección de la inmunidad de un presidente y cuándo debe primar el derecho a la justicia?
La verdad es que el debate en la Asamblea fue una torta monumental. Por más de cinco horas, los diputados se rifaron hablando sobre si se levantaba o no el fuero presidencial. Era apretado, muchachos, con la Corte Suprema de Justicia pidiendo permiso pa' investigar al presidente por ese asunto del contrato con Christian Bulgarelli y el BCIE. Un brete, vamos... Al final, la votación quedó en 34 a favor de mantenerlo y 21 en contra. ¡Qué carga! A cuatro votos de llegar a los 38 necesarios para quitarle el fuero.
El presidente, claro, no se anduvo con rodeos y soltó unas cuantas frases bien sentidas. Dijo que amaneció feliz y esperanzado porque, según él, la patria escuchó a la gran mayoría de los costarricenses que no querían ver al presidente siendo intimidado. Ese mae sí que sabe cómo conectar con la gente, ¡diay! Agarró y les dio las gracias públicamente a esos 21 diputados que votaron en contra del desafuero, tachándolos de patriotas. ¡Patriotas! Eso suena a campaña política, pero bueno, él dice eso y nosotros reportamos.
Ahora, yo me pregunto qué tan patriótico es defenderse de una investigación judicial, ¿eh? Pero dejando eso de lado, Chaves siguió diciendo que su inmunidad es una garantía institucional, no un privilegio personal. Insistió en que nadie está por encima de la ley, aunque a muchos nos parezca que a veces hay excepciones. Su intención clara era dejar en claro que, pese a la votación, sigue cumpliendo con su deber y responsablemente siempre buscando brindar soluciones para los ciudadanos, claro que todo ello con el apoyo de su partido.
Y ahí va otra cosita que hay que aclarar: la acusación contra el presidente está ligada a ese contrato milionariísimo que se le dio al señor Bulgarelli, financiado precisamente por el BCIE. Esa vara ha generado muchísimo ruido, y parece que aún tiene tela que cortar. Algunos dicen que el tema es mucho más profundo y que hay intereses turbios metidos ahí. ¡Ya saben cómo es esto! Un día salió información así y otro día va cambiando; pero esperamos que la transparencia prevalezca
Pero volviendo a lo del presidente, él insistió en que los diputados tomaron la decisión con total independencia, analizando los hechos como debía ser. Dice que ellos decidieron el rumbo, y no fueron influenciados por nadie ni presión alguna. Ya saben, el poder de la opinión pública a veces puede hacer milagros, o al menos aparentarlos.
En fin, la votación cerró ese capítulo, por ahora. El presidente mantiene su fuero y seguirá adelante con su gestión, aunque siempre estará bajo la lupa. Y aunque algunos digan que esto es una victoria para la democracia, otros sostienen que simplemente demuestra la polarización extrema que vivimos en el país. ¡Qué nivel de cosas! Se nota que estamos en tiempos movidos, donde cada quien defiende su postura con uñas y dientes. Imaginen el próximo ciclo electoral, vaya…
Así que, mi gente, díganme ustedes: ¿creen que esta decisión fortalece realmente nuestras instituciones o simplemente es un acto de defensa política? ¿Hasta dónde debería llegar la protección de la inmunidad de un presidente y cuándo debe primar el derecho a la justicia?