A ver, maes, siéntense un toquecito porque esta vara está para alquilar balcón. Resulta que el futuro de nuestro recibo de luz para el 2026 es un misterio digno de novela. Por un lado, el ICE nos sale con un cuento de hadas de que más bien nos van a bajar la tarifa; por el otro, la Aresep nos da un sopapo de realidad y dice que el mismo ICE pidió un aumento que nos dejaría temblando. ¡Qué despiche más monumental! ¿Nos están tomando el pelo o es que simplemente no se hablan entre ellos?
Vamos por partes, como diría Jack. La versión color de rosa viene directo del ICE. El presi, Marco Acuña, salió hasta en un video a jurar y perjurar que no hay tal aumento. Es más, se mandó valiente y dijo que para el 1 de enero de 2026, si todo sale bien, tendríamos una rebajita del 2,6%. Según ellos, la información de un incremento del 40% es un error, una mala interpretación, un invento de algunos medios y, de paso, un manazo para la Aresep. En resumen, la versión del ICE es: "tranquilos todos, aquí no ha pasado nada, más bien les vamos a hacer un favorcito".
Pero justo cuando uno empieza a pensar "¡diay, qué buena nota!", llega la Aresep y nos tira el balde de agua fría. El ente regulador, que es el que al final tiene el sartén por el mango, sacó un comunicado diciendo que, en efecto, el ICE les mandó una solicitud de ajuste ordinario. Y los números son para que a uno se le caiga el pelo. Pongan atención: un aumento del 37,27% en distribución (eso es lo que nos pega directo en la casa y el negocio), un 10,56% más en alumbrado público y otros picos para generación y transmisión. O sea, alguien aquí no está diciendo la verdad y, sinceramente, la vara huele mal.
Lo que es realmente frustrante de todo este enredo es la incertidumbre que nos genera al tico de a pie. ¿Cómo planea uno el presupuesto del próximo año? ¿Le hacemos caso al video optimista del ICE o a los documentos oficiales que recibió la Aresep? Parece que las dos instituciones más importantes del sector eléctrico del país están jugando a tirarse la bola, y como siempre, los que quedamos en el medio del fuego cruzado somos nosotros. En cualquier brete serio, si dos departamentos clave se contradicen de una forma tan grosera, ruedan cabezas. Pero aquí, parece que es el pan de cada día.
Al final, o alguien en el ICE se jaló una torta monumental al mandar los papeles a la Aresep, o alguien nos está queriendo dorar la píldora para que el trancazo no se sienta tan feo cuando llegue. La única certeza es que la confianza en las instituciones se va al traste con estos papelones. Los salados, como siempre, somos los usuarios finales que solo vemos cómo nuestro dinero se vuelve cada vez más elástico, pero para el lado que no nos conviene. La pregunta para el foro es simple y directa: ¿A quién le creemos, maes? ¿Esto es pura hablada para manejar la opinión pública, o de verdad hay una explicación lógica para este circo?
Vamos por partes, como diría Jack. La versión color de rosa viene directo del ICE. El presi, Marco Acuña, salió hasta en un video a jurar y perjurar que no hay tal aumento. Es más, se mandó valiente y dijo que para el 1 de enero de 2026, si todo sale bien, tendríamos una rebajita del 2,6%. Según ellos, la información de un incremento del 40% es un error, una mala interpretación, un invento de algunos medios y, de paso, un manazo para la Aresep. En resumen, la versión del ICE es: "tranquilos todos, aquí no ha pasado nada, más bien les vamos a hacer un favorcito".
Pero justo cuando uno empieza a pensar "¡diay, qué buena nota!", llega la Aresep y nos tira el balde de agua fría. El ente regulador, que es el que al final tiene el sartén por el mango, sacó un comunicado diciendo que, en efecto, el ICE les mandó una solicitud de ajuste ordinario. Y los números son para que a uno se le caiga el pelo. Pongan atención: un aumento del 37,27% en distribución (eso es lo que nos pega directo en la casa y el negocio), un 10,56% más en alumbrado público y otros picos para generación y transmisión. O sea, alguien aquí no está diciendo la verdad y, sinceramente, la vara huele mal.
Lo que es realmente frustrante de todo este enredo es la incertidumbre que nos genera al tico de a pie. ¿Cómo planea uno el presupuesto del próximo año? ¿Le hacemos caso al video optimista del ICE o a los documentos oficiales que recibió la Aresep? Parece que las dos instituciones más importantes del sector eléctrico del país están jugando a tirarse la bola, y como siempre, los que quedamos en el medio del fuego cruzado somos nosotros. En cualquier brete serio, si dos departamentos clave se contradicen de una forma tan grosera, ruedan cabezas. Pero aquí, parece que es el pan de cada día.
Al final, o alguien en el ICE se jaló una torta monumental al mandar los papeles a la Aresep, o alguien nos está queriendo dorar la píldora para que el trancazo no se sienta tan feo cuando llegue. La única certeza es que la confianza en las instituciones se va al traste con estos papelones. Los salados, como siempre, somos los usuarios finales que solo vemos cómo nuestro dinero se vuelve cada vez más elástico, pero para el lado que no nos conviene. La pregunta para el foro es simple y directa: ¿A quién le creemos, maes? ¿Esto es pura hablada para manejar la opinión pública, o de verdad hay una explicación lógica para este circo?