¡Aguante, chinos! Parece que el ICE llegó con una buena noticia para aliviar los bolsillos: prometen una rebaja del 2,6% en las tarifas eléctricas para el próximo año, 2026. Esto, según dicen, gracias a unos ajustes técnicos y al balance de transacciones en el Mercado Eléctrico Regional. Suena chévere, ¿verdad? Pero como diría mi abuela, ‘no hay que creerle a los políticos ni a las apariencias’.
La explicación técnica, para los que nos esforzamos un poquito, es que esta bajada viene dada por el efecto neto de dos cosas: un ajuste ordinario que ya sabíamos y otro extraordinario relacionado con el Costo Variable de la Generación (CVG). El ICE asegura que tienen toda la información necesaria para respaldar este cálculo y que se lo van a pasar al regulador para que lo apruebe. Ahí queda eso, esperando a ver si realmente se materializa todo esto.
Pero claro, aquí siempre hay un pero. Según el comunicado del ICE, hay factores externos que escapan a su control y que pueden presionar las tarifas hacia arriba. Por ejemplo, el famoso “efecto rebote” debido al vencimiento de algunas liquidaciones de BOT (Build, Operate, Transfer) que se aplicaron en 2025. Eso suena a que la rebaja podría ser menor de lo anunciado o incluso desaparecer, dependiendo de cómo le vayan las cuentas. ¡Qué sal!
Y luego tenemos el tema de El Niño, que dejó secuelas económicas importantes. Resulta que tuvimos que importar y exportar energía regionalmente, lo que generó costos adicionales asociados al uso de la red de transmisión. Estos gastos también podrían afectar la tarifa final, contrarrestando el efecto positivo de la rebaja inicial. El gerente de finanzas del ICE, Keiner Arce, fue quien dio estos detalles, tratando de explicarlo todo con calma, pero uno percibe cierta tensión en sus palabras, ¿o me equivoco?
Lo cierto es que la situación energética en Costa Rica es compleja. Tenemos un compromiso con las energías renovables, lo cual es admirable, pero también dependemos de factores externos como el clima y los precios internacionales del combustible. Además, la infraestructura eléctrica necesita mantenimiento constante y actualizaciones, lo que implica inversiones significativas. No es fácil mantener las tarifas bajas en estas condiciones.
Algunos analistas sugieren que el anuncio del ICE es una estrategia política para calmar los ánimos de cara a las elecciones presidenciales del 2026. Dicen que buscan mostrar que están manejando bien la economía, aunque la realidad pueda ser diferente. Personalmente, creo que hay algo de verdad en eso, porque el momento elegido para hacer este anuncio parece muy conveniente... casi demasiado.
Para ponerle un poco de perspectiva histórica, recordemos que hace pocos años estábamos pagando tarifas eléctricas altísimas debido a la sequía prolongada. Ahora, con más lluvias y la mejora en la producción de energía hidroeléctrica, podríamos estar viendo una ligera reducción. Sin embargo, es importante recordar que la energía sigue siendo un recurso caro y que debemos consumirla de manera responsable, apagando las luces cuando no las necesitamos y utilizando electrodomésticos eficientes.
Así que ahí lo tienen, compadres. Una posible rebaja en las tarifas eléctricas que, como todo en este país, viene acompañada de muchas matices y posibles sorpresas. ¿Ustedes creen que el ICE cumplirá su promesa o es otra jugada política para ganar votos? Dejen sus opiniones abajo y debatamos qué tan realista es esta rebaja de tarifas, teniendo en cuenta todos los factores que mencionamos. ¡A darle!
La explicación técnica, para los que nos esforzamos un poquito, es que esta bajada viene dada por el efecto neto de dos cosas: un ajuste ordinario que ya sabíamos y otro extraordinario relacionado con el Costo Variable de la Generación (CVG). El ICE asegura que tienen toda la información necesaria para respaldar este cálculo y que se lo van a pasar al regulador para que lo apruebe. Ahí queda eso, esperando a ver si realmente se materializa todo esto.
Pero claro, aquí siempre hay un pero. Según el comunicado del ICE, hay factores externos que escapan a su control y que pueden presionar las tarifas hacia arriba. Por ejemplo, el famoso “efecto rebote” debido al vencimiento de algunas liquidaciones de BOT (Build, Operate, Transfer) que se aplicaron en 2025. Eso suena a que la rebaja podría ser menor de lo anunciado o incluso desaparecer, dependiendo de cómo le vayan las cuentas. ¡Qué sal!
Y luego tenemos el tema de El Niño, que dejó secuelas económicas importantes. Resulta que tuvimos que importar y exportar energía regionalmente, lo que generó costos adicionales asociados al uso de la red de transmisión. Estos gastos también podrían afectar la tarifa final, contrarrestando el efecto positivo de la rebaja inicial. El gerente de finanzas del ICE, Keiner Arce, fue quien dio estos detalles, tratando de explicarlo todo con calma, pero uno percibe cierta tensión en sus palabras, ¿o me equivoco?
Lo cierto es que la situación energética en Costa Rica es compleja. Tenemos un compromiso con las energías renovables, lo cual es admirable, pero también dependemos de factores externos como el clima y los precios internacionales del combustible. Además, la infraestructura eléctrica necesita mantenimiento constante y actualizaciones, lo que implica inversiones significativas. No es fácil mantener las tarifas bajas en estas condiciones.
Algunos analistas sugieren que el anuncio del ICE es una estrategia política para calmar los ánimos de cara a las elecciones presidenciales del 2026. Dicen que buscan mostrar que están manejando bien la economía, aunque la realidad pueda ser diferente. Personalmente, creo que hay algo de verdad en eso, porque el momento elegido para hacer este anuncio parece muy conveniente... casi demasiado.
Para ponerle un poco de perspectiva histórica, recordemos que hace pocos años estábamos pagando tarifas eléctricas altísimas debido a la sequía prolongada. Ahora, con más lluvias y la mejora en la producción de energía hidroeléctrica, podríamos estar viendo una ligera reducción. Sin embargo, es importante recordar que la energía sigue siendo un recurso caro y que debemos consumirla de manera responsable, apagando las luces cuando no las necesitamos y utilizando electrodomésticos eficientes.
Así que ahí lo tienen, compadres. Una posible rebaja en las tarifas eléctricas que, como todo en este país, viene acompañada de muchas matices y posibles sorpresas. ¿Ustedes creen que el ICE cumplirá su promesa o es otra jugada política para ganar votos? Dejen sus opiniones abajo y debatamos qué tan realista es esta rebaja de tarifas, teniendo en cuenta todos los factores que mencionamos. ¡A darle!
