Diay, maes, no sé si ya vieron la última vara del ICE con el famoso 5G. Uno aquí, esperando como un fiebrazo poder bajarse una película en tres segundos, y resulta que la “Experiencia Piloto Kölbi 5G” es más enredada que un cable de audífonos viejo. La noticia suena tuanis en el papel: seis meses de 5G gratis para probar la tecnología del futuro. ¡A cachete!, diría uno. Pero apenas uno empieza a leer la letra menuda, se da cuenta de que el ICE y kölbi se jalaron una torta monumental con la logística de este asunto. No es tan fácil como activar una opción en el celular; esto requiere una serie de maromas que ya de entrada le quitan las ganas a cualquiera.
Vamos al grano del despiche. Para poder conectarse a la red 5G, usted no se va a conectar a la red de kölbi de siempre. No, señor. Tiene que usar la red de RACSA, la hermana casi olvidada del ICE. Esto significa que su celular necesita tener dos SIMs activas al mismo tiempo: su SIM de siempre de kölbi para las llamadas y el 4G, y una eSIM (la virtual) para conectarse a RACSA cuando, y solo cuando, encuentre una de las poquísimas antenas 5G. El chunche tiene que estar haciendo un “roaming” interno, brincando de una red a otra como un chapulín. Si no lo configura para que lo haga automático, le toca a pata. ¡Imagínense el dolor de cabeza! Estar en media calle y tener que cambiar la red manualmente solo porque se movió doscientos metros. Es el equivalente tecnológico a tener que empujar el carro para que arranque.
Y si usted pensaba que ese era el único pero, agarrese. La cobertura es un chiste, con todo respeto. El mapa que publicaron parece un queso gruyer, con más huecos que cobertura real. De entrada, Limón y Puntarenas quedaron totalmente por fuera. ¡Salados! Y en las otras provincias, la señal 5G está disponible en unos cuantos cantones y distritos súper específicos. O sea, usted puede tener 5G en su casa, pero cruza la calle para ir a la pulpería y ¡pum!, de vuelta a la era del 4G. Además, la lista de teléfonos compatibles es, por ahora, exclusiva para ciertos modelos de la marca Honor. Si usted tiene un iPhone de última generación o el Samsung más nuevo, lo sentimos, pero de momento no juega en esta mejenga. Es un plan piloto tan exclusivo que casi nadie puede participar.
Ahora, para ser justos, hay una razón técnica detrás de este enredo. El ICE está montando una red 5G “Stand Alone” (SA). En tico, eso significa que están construyendo la autopista nueva desde cero, sin usar los mismos postes y el asfalto de la carretera vieja (el 4G). A largo plazo, esto es lo correcto, porque una red SA pura es mucho más potente y veloz. El problema no es el “qué”, sino el “cómo”. Sacar un plan piloto que en lugar de emocionar a la gente, la pone a hacer piruetas con dos SIMs y a cazar zonas de cobertura, se siente como un gol en propia puerta. Lejos de generar expectativa, lo que genera es la sensación de que todavía falta un brete enorme y que, quizás, se apresuraron a anunciar algo que no estaba listo para el público.
Al final, la vara queda así: tenemos un primer vistazo a una tecnología increíble, pero envuelta en una burocracia técnica que la hace impráctica para el 99% de las personas. Es un piloto que parece más un experimento de laboratorio interno que una prueba real para clientes. La idea es buena, la intención probablemente también, pero la ejecución es, francamente, un desastre. Se aplaude el esfuerzo por modernizar la red, pero no se puede ignorar que la experiencia de usuario que proponen es, como mínimo, frustrante y confusa.
Así que, les pregunto a ustedes, foreros: ¿Se la jugarían con todo este enredo de la doble SIM y el roaming interno solo por probar el 5G durante seis meses? ¿O creen que es mejor esperarse a que el ICE saque algo más sencillo y que de verdad funcione para todos?
Vamos al grano del despiche. Para poder conectarse a la red 5G, usted no se va a conectar a la red de kölbi de siempre. No, señor. Tiene que usar la red de RACSA, la hermana casi olvidada del ICE. Esto significa que su celular necesita tener dos SIMs activas al mismo tiempo: su SIM de siempre de kölbi para las llamadas y el 4G, y una eSIM (la virtual) para conectarse a RACSA cuando, y solo cuando, encuentre una de las poquísimas antenas 5G. El chunche tiene que estar haciendo un “roaming” interno, brincando de una red a otra como un chapulín. Si no lo configura para que lo haga automático, le toca a pata. ¡Imagínense el dolor de cabeza! Estar en media calle y tener que cambiar la red manualmente solo porque se movió doscientos metros. Es el equivalente tecnológico a tener que empujar el carro para que arranque.
Y si usted pensaba que ese era el único pero, agarrese. La cobertura es un chiste, con todo respeto. El mapa que publicaron parece un queso gruyer, con más huecos que cobertura real. De entrada, Limón y Puntarenas quedaron totalmente por fuera. ¡Salados! Y en las otras provincias, la señal 5G está disponible en unos cuantos cantones y distritos súper específicos. O sea, usted puede tener 5G en su casa, pero cruza la calle para ir a la pulpería y ¡pum!, de vuelta a la era del 4G. Además, la lista de teléfonos compatibles es, por ahora, exclusiva para ciertos modelos de la marca Honor. Si usted tiene un iPhone de última generación o el Samsung más nuevo, lo sentimos, pero de momento no juega en esta mejenga. Es un plan piloto tan exclusivo que casi nadie puede participar.
Ahora, para ser justos, hay una razón técnica detrás de este enredo. El ICE está montando una red 5G “Stand Alone” (SA). En tico, eso significa que están construyendo la autopista nueva desde cero, sin usar los mismos postes y el asfalto de la carretera vieja (el 4G). A largo plazo, esto es lo correcto, porque una red SA pura es mucho más potente y veloz. El problema no es el “qué”, sino el “cómo”. Sacar un plan piloto que en lugar de emocionar a la gente, la pone a hacer piruetas con dos SIMs y a cazar zonas de cobertura, se siente como un gol en propia puerta. Lejos de generar expectativa, lo que genera es la sensación de que todavía falta un brete enorme y que, quizás, se apresuraron a anunciar algo que no estaba listo para el público.
Al final, la vara queda así: tenemos un primer vistazo a una tecnología increíble, pero envuelta en una burocracia técnica que la hace impráctica para el 99% de las personas. Es un piloto que parece más un experimento de laboratorio interno que una prueba real para clientes. La idea es buena, la intención probablemente también, pero la ejecución es, francamente, un desastre. Se aplaude el esfuerzo por modernizar la red, pero no se puede ignorar que la experiencia de usuario que proponen es, como mínimo, frustrante y confusa.
Así que, les pregunto a ustedes, foreros: ¿Se la jugarían con todo este enredo de la doble SIM y el roaming interno solo por probar el 5G durante seis meses? ¿O creen que es mejor esperarse a que el ICE saque algo más sencillo y que de verdad funcione para todos?