Bueno, maes, para los que siguen el novelón de Liberación Nacional, les traigo el último capítulo que está mejor que serie de Netflix. Resulta que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) finalmente les dio luz verde. La nueva Asamblea Nacional del PLN, esa que armaron hace poco, tiene el aval para seguir adelante y escoger a los candidatos a diputados para las elecciones del 2026. Uno diría: “¡qué buena vara!”, ya pueden empezar a mover las fichas. Pero como en toda buena historia tica, hay un giro en la trama que les puede costar un platal, y el problema tiene nombre y apellido: San Ramón.
La vara es que en el cantón de San Ramón no han logrado renovar sus estructuras, y eso tenía a un poco de gente con el Jesús en la boca. Se presentó un recurso de amparo electoral preguntando si con ese pendiente se podía seguir. Al final, los magistrados del TSE básicamente dijeron que el despiche de un solo cantón no puede frenar a todo el partido. En la resolución, explican que la “conducta omisiva de un grupo reducido” no puede “frustrar el cumplimiento del principio democrático”. En tico simple: el berrinche o la falta de quórum de los ramonenses no va a parar la maquinaria verdiblanca a nivel nacional. Así que este sábado 13 de setiembre, la asamblea va porque va en el Centro de Convenciones.
Pero, ¡cuidado! Aquí es donde la puerca tuerce el rabo. El TSE fue clarísimo en una cosa: pueden elegir candidatos, sí, pero si quieren ver un solo cinco de la deuda política, más les vale que arreglen el asunto en San Ramón. El Tribunal advirtió que “no se le podrán desembolsar dineros públicos” mientras ese pendiente no esté resuelto. Y no estamos hablando de menudos, maes. Para que se hagan una idea, en las elecciones pasadas del 2022, el PLN se embolsó casi ¢6.000 millones por este concepto. Fue el partido que más plata recibió. Perder ese dineral para una campaña sería, en una palabra, un desastre.
Mientras tanto, el show debe continuar. Este sábado los asambleístas liberacionistas tienen brete: elegir las nóminas para las diputaciones. El candidato presidencial, Álvaro Ramos, ya mandó a decir cómo quiere los encabezados por género y, además, tiene la potestad de meter a un candidato “de a dedo”, el famoso “candidato nacional”. El rumor que suena más fuerte para ese puestazo es Álvaro Ramírez, su actual jefe de campaña. Si el nombre les suena, es porque Ramírez también buscó la vicepresidencia con José María Figueres en el 22. Parece que en política, todo queda en familia, ¿verdad?
Así que el PLN está en una carrera contra el reloj con dos pistas. Por un lado, tienen que correr para definir sus candidatos y armar la papeleta este fin de semana. Por otro, tienen hasta el 28 de setiembre para lograr que los delegados de San Ramón por fin se reúnan y hagan quórum, algo que ya falló el pasado 6 de setiembre por solo diez personas. La pregunta del millón queda en el aire. ¿Ustedes qué creen, maes? ¿Lograrán arreglar el enredo en San Ramón a tiempo, o se van a jalar una torta y se van a quedar sin ese platal para la campaña? ¿Pura estrategia para meter presión o de verdad se les salió de las manos la vara?
La vara es que en el cantón de San Ramón no han logrado renovar sus estructuras, y eso tenía a un poco de gente con el Jesús en la boca. Se presentó un recurso de amparo electoral preguntando si con ese pendiente se podía seguir. Al final, los magistrados del TSE básicamente dijeron que el despiche de un solo cantón no puede frenar a todo el partido. En la resolución, explican que la “conducta omisiva de un grupo reducido” no puede “frustrar el cumplimiento del principio democrático”. En tico simple: el berrinche o la falta de quórum de los ramonenses no va a parar la maquinaria verdiblanca a nivel nacional. Así que este sábado 13 de setiembre, la asamblea va porque va en el Centro de Convenciones.
Pero, ¡cuidado! Aquí es donde la puerca tuerce el rabo. El TSE fue clarísimo en una cosa: pueden elegir candidatos, sí, pero si quieren ver un solo cinco de la deuda política, más les vale que arreglen el asunto en San Ramón. El Tribunal advirtió que “no se le podrán desembolsar dineros públicos” mientras ese pendiente no esté resuelto. Y no estamos hablando de menudos, maes. Para que se hagan una idea, en las elecciones pasadas del 2022, el PLN se embolsó casi ¢6.000 millones por este concepto. Fue el partido que más plata recibió. Perder ese dineral para una campaña sería, en una palabra, un desastre.
Mientras tanto, el show debe continuar. Este sábado los asambleístas liberacionistas tienen brete: elegir las nóminas para las diputaciones. El candidato presidencial, Álvaro Ramos, ya mandó a decir cómo quiere los encabezados por género y, además, tiene la potestad de meter a un candidato “de a dedo”, el famoso “candidato nacional”. El rumor que suena más fuerte para ese puestazo es Álvaro Ramírez, su actual jefe de campaña. Si el nombre les suena, es porque Ramírez también buscó la vicepresidencia con José María Figueres en el 22. Parece que en política, todo queda en familia, ¿verdad?
Así que el PLN está en una carrera contra el reloj con dos pistas. Por un lado, tienen que correr para definir sus candidatos y armar la papeleta este fin de semana. Por otro, tienen hasta el 28 de setiembre para lograr que los delegados de San Ramón por fin se reúnan y hagan quórum, algo que ya falló el pasado 6 de setiembre por solo diez personas. La pregunta del millón queda en el aire. ¿Ustedes qué creen, maes? ¿Lograrán arreglar el enredo en San Ramón a tiempo, o se van a jalar una torta y se van a quedar sin ese platal para la campaña? ¿Pura estrategia para meter presión o de verdad se les salió de las manos la vara?