Mano, ¿quién diría que tener un carrito eléctrico iba a traer tanto rollo? Resulta que somos los ticos los que más nos estresamos al buscar dónde enchufarle pilas a nuestros carros híbridos y eléctricos mientras salimos de paseo, según un estudio gringo. ¡Imagínate la bronca!
La Global EV Alliance, una organización que junta a amantes de los carros eléctricos de todo el planeta, hizo una encuesta a finales del año pasado, y nosotros, los costarricenses, salimos campeones... pero no precisamente en alegría. Un 80% de los encuestados, principalmente varones entre 34 y 54 años (la mayoría nuevos en este brete de la movilidad eléctrica), admitieron estar preocupados por la carga.
Para ponerle un poco de perspectiva, el estudio revela que el 87% de nosotros estamos re contentos con nuestro carro eléctrico, ¡y hasta preferiríamos otro igual que uno a gasolina! Dicen que solo un 2% se arrepentiría de haber hecho el cambio, eso sí, con una condición: tener dónde enchufarle sin drama.
Pero ahí viene el problema, mi pana. A pesar de toda esa satisfacción, aparecemos en el puesto tres mundial en ansiedad por cargar en carretera. Superados solamente por India y Brasil. ¡Nosotros, tranquilos, buscando un punto de carga rápido que funcione! Según la investigación, el 94% de nosotros siente que ir de paseo en un eléctrico necesita más planificación que en un carro normal, y un tercio se asusta de quedarse tirado sin pila a medio camino.
¿Y por qué tanta angustia? Pues, simple: hay poca cobertura de puntos de carga rápida, sobre todo afuera de San José, y muchos de esos que existen andan pachuchos, o peor, directamente averiados. Imagínate, vas llegando cansado a algún carretero, buscas el cargador y te toca el susto porque está apagado… ¡qué torta!
Esto nos obliga a andar estudiando rutas como si fuéramos navegantes en alta mar, planificando cada parada para recargar. Pura tensión, especialmente cuando queremos escaparnos a algún balneario o montaña el fin de semana. Ya saben, la cultura de viajar en Costa Rica es parte esencial de nuestra idiosincrasia, y que un carro eléctrico limite esa libertad, pues da pena.
Ahora bien, no todo es causa perdida. La buena noticia es que la gente está súper contenta con la movilidad eléctrica. Veinte percentios quieren seguir apostándole a estos vehículos. Hay esperanza. Pero el gobierno y las empresas privadas tienen que ponerse las pilas (con permiso del chiste). Necesitamos ampliar la red de cargadores rápidos y asegurarnos de que funcionen como relojito, para que la experiencia eléctrica sea tan fiable como la de los carros tradicionales. Si no, la ansiedad por la carga va a frenar el avance de esta tecnología que promete un futuro más limpio para el país.
En fin, parece que tenemos un desafío grande por delante. Lograr que la infraestructura de carga vaya de la mano con el entusiasmo de los costarricenses por los carros eléctricos. La pregunta del millón, mis queridos lectores del Foro: ¿Qué medidas creen ustedes que deberían tomarse URGENTEMENTE para aliviar esta ansiedad por la carga y hacer que los paseos en carro eléctrico sean más relajados y placenteros?
La Global EV Alliance, una organización que junta a amantes de los carros eléctricos de todo el planeta, hizo una encuesta a finales del año pasado, y nosotros, los costarricenses, salimos campeones... pero no precisamente en alegría. Un 80% de los encuestados, principalmente varones entre 34 y 54 años (la mayoría nuevos en este brete de la movilidad eléctrica), admitieron estar preocupados por la carga.
Para ponerle un poco de perspectiva, el estudio revela que el 87% de nosotros estamos re contentos con nuestro carro eléctrico, ¡y hasta preferiríamos otro igual que uno a gasolina! Dicen que solo un 2% se arrepentiría de haber hecho el cambio, eso sí, con una condición: tener dónde enchufarle sin drama.
Pero ahí viene el problema, mi pana. A pesar de toda esa satisfacción, aparecemos en el puesto tres mundial en ansiedad por cargar en carretera. Superados solamente por India y Brasil. ¡Nosotros, tranquilos, buscando un punto de carga rápido que funcione! Según la investigación, el 94% de nosotros siente que ir de paseo en un eléctrico necesita más planificación que en un carro normal, y un tercio se asusta de quedarse tirado sin pila a medio camino.
¿Y por qué tanta angustia? Pues, simple: hay poca cobertura de puntos de carga rápida, sobre todo afuera de San José, y muchos de esos que existen andan pachuchos, o peor, directamente averiados. Imagínate, vas llegando cansado a algún carretero, buscas el cargador y te toca el susto porque está apagado… ¡qué torta!
Esto nos obliga a andar estudiando rutas como si fuéramos navegantes en alta mar, planificando cada parada para recargar. Pura tensión, especialmente cuando queremos escaparnos a algún balneario o montaña el fin de semana. Ya saben, la cultura de viajar en Costa Rica es parte esencial de nuestra idiosincrasia, y que un carro eléctrico limite esa libertad, pues da pena.
Ahora bien, no todo es causa perdida. La buena noticia es que la gente está súper contenta con la movilidad eléctrica. Veinte percentios quieren seguir apostándole a estos vehículos. Hay esperanza. Pero el gobierno y las empresas privadas tienen que ponerse las pilas (con permiso del chiste). Necesitamos ampliar la red de cargadores rápidos y asegurarnos de que funcionen como relojito, para que la experiencia eléctrica sea tan fiable como la de los carros tradicionales. Si no, la ansiedad por la carga va a frenar el avance de esta tecnología que promete un futuro más limpio para el país.
En fin, parece que tenemos un desafío grande por delante. Lograr que la infraestructura de carga vaya de la mano con el entusiasmo de los costarricenses por los carros eléctricos. La pregunta del millón, mis queridos lectores del Foro: ¿Qué medidas creen ustedes que deberían tomarse URGENTEMENTE para aliviar esta ansiedad por la carga y hacer que los paseos en carro eléctrico sean más relajados y placenteros?
