¡Ay, Dios mío, qué bronca! Aquí estamos otra vez, peleando por lo mismo. Resulta que la fracción del PUSC está echando humo porque dicen que algunos diputados –los del PLP, PLN, y hasta algunas diputadas que creíamos progresistas– quieren tumbar la ley que iba a hacer que los calmantes y demás medicinas fueran accesibles pa' todos. Como si fuera tan difícil, ¿verdad?
La cosa es que este proyecto, el expediente 23.234, ya había avanzado bastante. En septiembre aprobaron el primer debate con 40 votos a favor, así que uno pensaba que ya íbamos camino a tener un poquito más de alivio en el bolsillo, especialmente para aquellos que andamos apretaditos. Pero resulta que, de repente, sale esta consulta de constitucionalidad y todo se congela. ¡Se nos vino abajo!
Y ni hablar de los números. La bancada socialcristiana mandó unos datos bien duros, mostrando cómo los precios de los mismos medicamentos acá en Costa Rica son una exageración comparados con nuestros vecinos centroamericanos. Un Omeprazol que allá cuesta dos riales, acá te clava casi 21 mil colones. ¡Una estafa, diay! El Ibuprofeno también va por el mismo sendero, con diferencias abismales. ¿Cómo esperamos que la gente se cure si no puede costear los remedios?
La diputada Carballo, quien fue la que impulsó la iniciativa, quería fomentar la competencia entre las farmacias privadas, darle más protección al consumidor y eliminar esos contratos exclusivos que hacen que los precios se inflen como globos. Básicamente, buscaban romper ese monopolio que hay y permitir que la libre mercado haga su magia, aunque eso sí, con regulaciones claras para que nadie se aproveche.
Según el PUSC, estos diputados que están tratando de meterle freno al proyecto lo hacen “por motivos que desconocemos”. Uno se queda pensando, ¿será que tienen intereses ocultos? ¿Será que están recibiendo algún tipo de soborno de alguna farmacéutica? ¡Quién sabe! Lo cierto es que esto huele raro y no podemos dejarlo pasar así nomás. Hay que estar pendientes y exigir respuestas.
La fracción del PUSC ha reafirmado su compromiso con la ciudadanía y dice que no van a echarse para atrás. Han declarado que no se van a rendir ante aquellos que desde el principio se opusieron a bajar los precios de los medicamentos. Eso me gusta, verles con esa actitud firme, defendiendo los derechos de los más necesitados. ¡Eso es lo que necesitamos, diputados que le pongan huevo!
Pero, miren, señores, esto no es cosa del PUSC solamente. Esto es una lucha de todos los costarricenses. Necesitamos que la sociedad civil se levante y exija que esta ley se apruebe. No podemos seguir permitiendo que los empresarios farmacéuticos se llenen los bolsillos mientras nosotros sufrimos para comprar nuestras medicinas. Tenemos derecho a la salud, y eso implica tener acceso a medicamentos asequibles. ¡No nos quedemos callados!
Ahora les pregunto, mi gente: ¿Creen que realmente hay una motivación oculta detrás de este intento de frenar la ley, o simplemente se trata de intereses económicos legítimos disfrazados? ¿Qué medidas creen que deberíamos tomar para asegurar que este proyecto finalmente llegue a buen término y podamos acceder a medicamentos a precios justos? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan ustedes!
La cosa es que este proyecto, el expediente 23.234, ya había avanzado bastante. En septiembre aprobaron el primer debate con 40 votos a favor, así que uno pensaba que ya íbamos camino a tener un poquito más de alivio en el bolsillo, especialmente para aquellos que andamos apretaditos. Pero resulta que, de repente, sale esta consulta de constitucionalidad y todo se congela. ¡Se nos vino abajo!
Y ni hablar de los números. La bancada socialcristiana mandó unos datos bien duros, mostrando cómo los precios de los mismos medicamentos acá en Costa Rica son una exageración comparados con nuestros vecinos centroamericanos. Un Omeprazol que allá cuesta dos riales, acá te clava casi 21 mil colones. ¡Una estafa, diay! El Ibuprofeno también va por el mismo sendero, con diferencias abismales. ¿Cómo esperamos que la gente se cure si no puede costear los remedios?
La diputada Carballo, quien fue la que impulsó la iniciativa, quería fomentar la competencia entre las farmacias privadas, darle más protección al consumidor y eliminar esos contratos exclusivos que hacen que los precios se inflen como globos. Básicamente, buscaban romper ese monopolio que hay y permitir que la libre mercado haga su magia, aunque eso sí, con regulaciones claras para que nadie se aproveche.
Según el PUSC, estos diputados que están tratando de meterle freno al proyecto lo hacen “por motivos que desconocemos”. Uno se queda pensando, ¿será que tienen intereses ocultos? ¿Será que están recibiendo algún tipo de soborno de alguna farmacéutica? ¡Quién sabe! Lo cierto es que esto huele raro y no podemos dejarlo pasar así nomás. Hay que estar pendientes y exigir respuestas.
La fracción del PUSC ha reafirmado su compromiso con la ciudadanía y dice que no van a echarse para atrás. Han declarado que no se van a rendir ante aquellos que desde el principio se opusieron a bajar los precios de los medicamentos. Eso me gusta, verles con esa actitud firme, defendiendo los derechos de los más necesitados. ¡Eso es lo que necesitamos, diputados que le pongan huevo!
Pero, miren, señores, esto no es cosa del PUSC solamente. Esto es una lucha de todos los costarricenses. Necesitamos que la sociedad civil se levante y exija que esta ley se apruebe. No podemos seguir permitiendo que los empresarios farmacéuticos se llenen los bolsillos mientras nosotros sufrimos para comprar nuestras medicinas. Tenemos derecho a la salud, y eso implica tener acceso a medicamentos asequibles. ¡No nos quedemos callados!
Ahora les pregunto, mi gente: ¿Creen que realmente hay una motivación oculta detrás de este intento de frenar la ley, o simplemente se trata de intereses económicos legítimos disfrazados? ¿Qué medidas creen que deberíamos tomar para asegurar que este proyecto finalmente llegue a buen término y podamos acceder a medicamentos a precios justos? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan ustedes!