Bajo la coyuntura actual y considerando lo que compone el PLN en la actualidad, no creo que ninguna convención le gane a Rodrigo Arias, esto porque PLN ya no es manejado por liberacionistas, sino por aristas no importa cual haya sido su pasado partidario.
Usted en el PLN encuentra ex mariachis, ex comunistas, ex libertarios. Todo aquel con algún grado de aspiraciones y capaz de sobar levas, ocupa espacio rápidamente. Los verdaderos cuadros locales han sido desplazados de una manera increíble.
Ambos Arias apuestan al poder mediático, a la mega propaganda, al uso de los grandes medios publicitarios. De esa manera, desprecian a todos los dirigentes locales que otrora constituían el PLN y movilizaban a las gentes a las elecciones.
Quizás solo un retorno de Chema Figueres, no estoy seguro, digo tan solo quizás, podría si acaso aglutinar a estos dirigentes desplazados e integrarlos de nuevo.
PLN es como una habitación de un motel: la persona que lo necesita está allí un ratito para lo que iba, sin haber estado antes ni pretender seguir estando en el futuro.
El PAC perdió su oportunidad histórica, lo único que le queda es hacer un album de fotos y en el futuro desempolvarlo y recordar cuando casi, casi, casi ... y solo casi. Como la solterona que enseña a sus amigas las fotos con los novios que tuvo, todos de mucha alcurnia, pero al final, ¡se quedó solterona!
My certero su análisis. La cuestión es que yo veo que esto es producto de la misma voluntad popular, que demonizó en extremo el bipartidismo, y ahora vive con las consecuencias.
El gran problema del país es que, si bien existen visiones contrapuestas (como en toda democracia), la toma de decisiones tarda un mundo. Además, que la fragmentación de los partidos políticos, con un partido acaparando la mayoría de preferencias (pero no la mayorái absoluta) nos tiene en un constante estado de politiquería y retórica más allá de la necesaria. Donde lamentablemente, entre más mal le va a mi rival, mejor estoy yo. Es ua carrera al fondo del barril, que no ayuda en nada.
El supremo ridículo ha sido el intento de la oposición de quitarle el directorio al PLN. En primer lugar, es un asunto tan insignificante, que otros parlamentos del mundo lo despachan rápido, sin pen ni gloria.
En segundo lugar, lo cual es más grave, es que los partidos opositores muestran ser más oportunistas que el mismo PLN, al sacrificar principios uniéndose en una coalición con partidos con que no tienen mucho en común. En los países serios, la primera mayoría parlamentaria siempre tiene el primer derecho a formar gobierno, porque, quiérase o no, refleja mejor la voluntad popular. O si nó, díganme los partidarios del PAC o el ML si pensaban, antes de las elecciones, que era factible entrar en una alianza entre los dos partidos, cuando Otto Guevara y Alberto Cañas se trataban "tan bien".
La segunda falla es el sistema de financiamiento público de la campaña: si por mandato Constitucional se decidió aportar del fisco para evitar la influencia desmedida de intereses económicos en la política, la experiencia ha demostrado su total fracaso. Como puede verse, los partidos gastan la mayor parte del tiempo buscando quién les preste plata durante la campaña, para luego pagar esos préstamos meses después de las elecciones, con el dinero que el TSE les da después de llenar una liquidación de sueldos que es un monumento a los trámites estúpidos: es mejor fiscalizar las finanzas del partido como un todo.
La contribución depende además del resutlado de la elección donde se compite, en lugar de la anterior. Esto agrega un problema de incertidumbre que impacta en el costo de pedir préstamos para financiar uan campaña que supuestamente se financia con dineros públicos: ahí los que ganan o pierden en grande son los bancos.
Como ven, somos los actores de nuestros propios enredos. En financiamiento de campañas se fiscaliza en exceso lo que no es necesario, mientras que no se fija en lo esencial, que es las finanzas del partido como un todo. No se ha logrado incluso incluir las contribuciones en especie, que es más fundamental.
Para resolver estos entuertos debería haber dos reformas:
La primera, eliminar el subcociente de la elección de diputados, o al menos elevar el subcociente de la mitad del cociente a 3/4 partes. De esta manera, se hace más difícil a partidos "turecas" elegir un diputado. Eso incentivará más a los políticos a formar coaliciones que cualquier llamado a la unidad o esas estupideces. Hya ue entender que los políticos (incluso los santitos del PAC) les interesa obtener el poder. Pues bien, con esos cambios, harán los acuerdos y alianzas con personas de afinidad ideológica, y le presentarán al país un programa más coherente con que contrastar al PLN.
Eso permitirá la formación de grandes coaliciones, que harán el trámite político más expedito.
La segunda reforma es volver al reparto de la Deuda Política con base a los resultados de la elección anterior, y si se lanza de nuevo en la elección actual. De esa manera, cada partido sabrá con gran certeza cuánto recibirá del TSE por contribución pública: no será necesario hacer tantas maromas financieras que de uera parecen turbias. Y los bancos no recibirán jugosas gaancias por asumir un riesgo que a todas luces no es necesario.
Con esas reformas, creo que le país marcharía mejor, y la retórica al menos se calmaría un poco en ars de trabajar por asuntos más serios.