¡Ay, corre que corre la bola! Se nos fue Don Armando Acuña, figura histórica del periodismo radial costarricense. A sus 85 años, el hombre que tantas mañanas nos despertaba con su voz potente y sus comentarios directos, decidió colgar los tenis, pa'l otro lado. La noticia llegó ayer por medio de su hija, Malena, en Facebook, y bueno, ahí se puso el ambiente... qué pena, de verdad.
Don Armando, un nombre que resonaba en cualquier casa donde alguien sintonizara Radio Sonora, Radio Monumental o Radio Musical. Fue pura trayectoria, mi pana, años dedicados a informar y analizar, desde la capital hasta Guatemala, trabajando en producciones del Canal 7. Un brete el currículum del señor, así no hay quien le gane.
Como bien dijo su hija en su publicación, “hoy el cielo se ilumina con una nueva voz”. Qué palabras, ¿eh? Ese dolor mezclado con orgullo de tener un papá como él. Describió a su padre como un periodista valiente, incansable y tenaz, que jamás se mordió la lengua cuando la cosa andaba turbia. Un tipo recio, sin pelos en la lengua, que siempre defendió la verdad a capa y espada. Y ni hablar de su cariño por el fútbol americano, ¡era re fan!
Me imagino a Don Armando debatiendo acaloradamente sobre estrategias deportivas, riéndose a carcajadas con sus amistades. Pero más allá de eso, Malena resaltó la faceta de padre ejemplar, ese hombre que siempre estuvo presente, dando consejos y apoyo incondicional. Que lindo ver ese lado humano de las figuras públicas, ¿verdad?
Pero no todo fue tragedia en la vida de Don Armando. El señor sabía disfrutar de las cosas buenas, de compartir con sus seres queridos, de celebrar los pequeños logros. Era un tipo completo, mi pana, un ejemplo a seguir para muchos jóvenes periodistas que lo tomaron como referencia. Esa vara alta que él levantó es un legado imborrable para el gremio.
Y hablando de legado, no podemos olvidarnos de su participación en la fundación del Colegio de Periodistas. Un paso fundamental para profesionalizar la actividad y defender los derechos de los comunicadores. Su ausencia deja un vacío enorme en la institución, pero también un ejemplo de compromiso y ética profesional que esperamos emular.
El ex presidente Luis Guillermo Solís también mandó sus condolencias, diciendo que Don Armando nunca fue tímido en sus críticas, incluso hacia él mismo durante su administración. Eso demuestra su honestidad intelectual, su capacidad de cuestionar y buscar la verdad, sin importarles las consecuencias. Un mae así es oro puro, diay.
En fin, la partida de Don Armando Acuña es una tristeza colectiva para todos los costarricenses. Su voz se apagó, pero su memoria quedará grabada en nuestros corazones. Legó un granito de arena al periodismo nacional, sin duda alguna. Ahora me pregunto, ¿qué opinan ustedes? ¿Cuál fue su recuerdo más grato de Don Armando Acuña y cómo creen que su legado seguirá inspirando a las nuevas generaciones de periodistas?
Don Armando, un nombre que resonaba en cualquier casa donde alguien sintonizara Radio Sonora, Radio Monumental o Radio Musical. Fue pura trayectoria, mi pana, años dedicados a informar y analizar, desde la capital hasta Guatemala, trabajando en producciones del Canal 7. Un brete el currículum del señor, así no hay quien le gane.
Como bien dijo su hija en su publicación, “hoy el cielo se ilumina con una nueva voz”. Qué palabras, ¿eh? Ese dolor mezclado con orgullo de tener un papá como él. Describió a su padre como un periodista valiente, incansable y tenaz, que jamás se mordió la lengua cuando la cosa andaba turbia. Un tipo recio, sin pelos en la lengua, que siempre defendió la verdad a capa y espada. Y ni hablar de su cariño por el fútbol americano, ¡era re fan!
Me imagino a Don Armando debatiendo acaloradamente sobre estrategias deportivas, riéndose a carcajadas con sus amistades. Pero más allá de eso, Malena resaltó la faceta de padre ejemplar, ese hombre que siempre estuvo presente, dando consejos y apoyo incondicional. Que lindo ver ese lado humano de las figuras públicas, ¿verdad?
Pero no todo fue tragedia en la vida de Don Armando. El señor sabía disfrutar de las cosas buenas, de compartir con sus seres queridos, de celebrar los pequeños logros. Era un tipo completo, mi pana, un ejemplo a seguir para muchos jóvenes periodistas que lo tomaron como referencia. Esa vara alta que él levantó es un legado imborrable para el gremio.
Y hablando de legado, no podemos olvidarnos de su participación en la fundación del Colegio de Periodistas. Un paso fundamental para profesionalizar la actividad y defender los derechos de los comunicadores. Su ausencia deja un vacío enorme en la institución, pero también un ejemplo de compromiso y ética profesional que esperamos emular.
El ex presidente Luis Guillermo Solís también mandó sus condolencias, diciendo que Don Armando nunca fue tímido en sus críticas, incluso hacia él mismo durante su administración. Eso demuestra su honestidad intelectual, su capacidad de cuestionar y buscar la verdad, sin importarles las consecuencias. Un mae así es oro puro, diay.
En fin, la partida de Don Armando Acuña es una tristeza colectiva para todos los costarricenses. Su voz se apagó, pero su memoria quedará grabada en nuestros corazones. Legó un granito de arena al periodismo nacional, sin duda alguna. Ahora me pregunto, ¿qué opinan ustedes? ¿Cuál fue su recuerdo más grato de Don Armando Acuña y cómo creen que su legado seguirá inspirando a las nuevas generaciones de periodistas?