Quién no haya percatado de ver a estos personajes?, en chancletas y sus típicas camisas hawaianas merodeando como mendigos del buen sexo en cualquier bulevar josefino o casino de las cercanías del parque Morazán. Es aquel típico señor gordo, tonto, de un caminado peculiar, canoso que desayuna en el presidente donde le toca dar propinas desde el mesero hasta el piedrero que afuera le quiere limpiar las chancletas.
Primero fueron unos cuantos, luego se volvieron una plaga, y es que no hay que hacerse de la vista gorda para notar que se han multiplicado muchísimo más que los compañeros nicaragüenses, a veces andan con mujeres de buen ver, claro, recién salidas del colegio si es que lo terminaron, pero a estas se les nota a leguas las estrías producto de uno o más retoños, altaneros y a veces hasta abusivos, poco a poco se han adueñado de los lugares, así como muchos ticos han reclamado como los nicaragüenses nos hicieron colapsar y perder nuestro sistema de seguro social, es como los gringos han hecho que colapsen nuestros lugares gastronómicos, de ocio y de buen vestir…
Ahora todo es agringado, ya los precios median los dólares o en sus equivalencias, si no eres macho, hasta los mismos ticos grandulones y tontones que les llaman guardas de seguridad o mejor dicho en idioma gringo “bouncers”, te hacen mala cara y te dicen que no eres bienvenido.
Vino a imponerse, y son pocos los que se retractan,,, Ahora todos quieren tener un amigo gringo, porque esto significa fiesta, dólares, mujeres fáciles, vida de lujos y una que otra estafa a otro gringo…
Primero fueron unos cuantos, luego se volvieron una plaga, y es que no hay que hacerse de la vista gorda para notar que se han multiplicado muchísimo más que los compañeros nicaragüenses, a veces andan con mujeres de buen ver, claro, recién salidas del colegio si es que lo terminaron, pero a estas se les nota a leguas las estrías producto de uno o más retoños, altaneros y a veces hasta abusivos, poco a poco se han adueñado de los lugares, así como muchos ticos han reclamado como los nicaragüenses nos hicieron colapsar y perder nuestro sistema de seguro social, es como los gringos han hecho que colapsen nuestros lugares gastronómicos, de ocio y de buen vestir…
Ahora todo es agringado, ya los precios median los dólares o en sus equivalencias, si no eres macho, hasta los mismos ticos grandulones y tontones que les llaman guardas de seguridad o mejor dicho en idioma gringo “bouncers”, te hacen mala cara y te dicen que no eres bienvenido.
Vino a imponerse, y son pocos los que se retractan,,, Ahora todos quieren tener un amigo gringo, porque esto significa fiesta, dólares, mujeres fáciles, vida de lujos y una que otra estafa a otro gringo…