¡Ay, Dios mío! La capital está consternada con la desaparición de Leandra, un nene de apenas cinco añitos que se fue tragado por una alcantarilla en Purral el viernes pasado. Una verdadera torta lo que ha pasado, porque ahora todo el mundo está preguntándose cómo es posible que esto siga ocurriendo en medio de la ciudad.
Todo empezó cuando Leandra, jugando cerca de su casa, intentaba alcanzar su chancleta que había rodado hacia una boca de alcantarilla. Según testigos, el niño resbaló y cayó dentro, siendo rápidamente arrastrado por la fuerza de las aguas pluviales. Desde entonces, la preocupación se ha apoderado de sus familiares y vecinos, quienes no pierden la esperanza de encontrarlo sano y salvo.
Desde el primer instante, los equipos de rescate iniciaron una ardua labor de búsqueda en la zona de Purral, pero las condiciones climáticas adversas y la oscuridad de la noche dificultaron enormemente las tareas. Se utilizaron drones con cámaras térmicas y se realizaron recorridos exhaustivos por la quebrada, pero desafortunadamente no lograron dar con ninguna pista sobre el paradero del pequeño.
Ahora, la estrategia de búsqueda ha cambiado radicalmente. Expertos determinaron que las fuertes lluvias habían desplazado el agua hacia el río Torres, así que los cuerpos de emergencia redirigieron todos sus esfuerzos para rastrear el cauce fluvial. “Estamos cubriendo todo el largo del río, desde la desembocadura en Purral hasta las cercanías del Museo de los Niños”, explicó Marlon Zamora de Cruz Roja, quien lidera las operaciones de rescate. "Si no tenemos resultados positivos aquí, continuaremos, vamos a agotar todas las posibilidades."
La tarea no es fácil, diay. El río Torres, especialmente en época de lluvia, puede ser bastante bravo y caudaloso. Las corrientes son fuertes y hay muchos obstáculos que dificultan el avance de los equipos de rescate. Además, la visibilidad es limitada en algunos tramos debido a la vegetación densa que cubre las riberas. Pero no se andan con rodeos, los rescatistas están poniendo toda la carne al asador para traer de vuelta a Leandra.
Esta tragedia ha encendido nuevamente las alarmas sobre el estado precario de la infraestructura sanitaria de San José. Muchas de las alcantarillas de la capital están obsoletas, deterioradas y carecen de sistemas de seguridad adecuados. Esto facilita que niños pequeños puedan caer accidentalmente dentro de ellas, representando un grave peligro para su integridad física. Varios vecinos expresaron su indignación por la falta de mantenimiento y la ausencia de medidas preventivas en la zona.
El caso de Leandra ha conmocionado a la comunidad y ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de realizar inversiones significativas en la modernización y mejora de la infraestructura urbana. Además, es fundamental implementar campañas de concientización dirigidas a padres y cuidadores, instándoles a estar siempre vigilantes y a enseñarles a sus hijos los riesgos asociados a jugar cerca de alcantarillas y otros lugares peligrosos. Ver esta situación es un brete que nadie quisiera vivir, ver a una madre buscando desesperadamente a su hijo...
Con la esperanza aún viva, los equipos de rescate continúan su incansable labor, mientras la familia de Leandra espera ansiosamente cualquier señal de vida. ¿Ustedes creen que se deberían implementar rejas en todas las alcantarillas de la ciudad para prevenir tragedias similares en el futuro, o consideran que otras medidas serían más efectivas?
Todo empezó cuando Leandra, jugando cerca de su casa, intentaba alcanzar su chancleta que había rodado hacia una boca de alcantarilla. Según testigos, el niño resbaló y cayó dentro, siendo rápidamente arrastrado por la fuerza de las aguas pluviales. Desde entonces, la preocupación se ha apoderado de sus familiares y vecinos, quienes no pierden la esperanza de encontrarlo sano y salvo.
Desde el primer instante, los equipos de rescate iniciaron una ardua labor de búsqueda en la zona de Purral, pero las condiciones climáticas adversas y la oscuridad de la noche dificultaron enormemente las tareas. Se utilizaron drones con cámaras térmicas y se realizaron recorridos exhaustivos por la quebrada, pero desafortunadamente no lograron dar con ninguna pista sobre el paradero del pequeño.
Ahora, la estrategia de búsqueda ha cambiado radicalmente. Expertos determinaron que las fuertes lluvias habían desplazado el agua hacia el río Torres, así que los cuerpos de emergencia redirigieron todos sus esfuerzos para rastrear el cauce fluvial. “Estamos cubriendo todo el largo del río, desde la desembocadura en Purral hasta las cercanías del Museo de los Niños”, explicó Marlon Zamora de Cruz Roja, quien lidera las operaciones de rescate. "Si no tenemos resultados positivos aquí, continuaremos, vamos a agotar todas las posibilidades."
La tarea no es fácil, diay. El río Torres, especialmente en época de lluvia, puede ser bastante bravo y caudaloso. Las corrientes son fuertes y hay muchos obstáculos que dificultan el avance de los equipos de rescate. Además, la visibilidad es limitada en algunos tramos debido a la vegetación densa que cubre las riberas. Pero no se andan con rodeos, los rescatistas están poniendo toda la carne al asador para traer de vuelta a Leandra.
Esta tragedia ha encendido nuevamente las alarmas sobre el estado precario de la infraestructura sanitaria de San José. Muchas de las alcantarillas de la capital están obsoletas, deterioradas y carecen de sistemas de seguridad adecuados. Esto facilita que niños pequeños puedan caer accidentalmente dentro de ellas, representando un grave peligro para su integridad física. Varios vecinos expresaron su indignación por la falta de mantenimiento y la ausencia de medidas preventivas en la zona.
El caso de Leandra ha conmocionado a la comunidad y ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de realizar inversiones significativas en la modernización y mejora de la infraestructura urbana. Además, es fundamental implementar campañas de concientización dirigidas a padres y cuidadores, instándoles a estar siempre vigilantes y a enseñarles a sus hijos los riesgos asociados a jugar cerca de alcantarillas y otros lugares peligrosos. Ver esta situación es un brete que nadie quisiera vivir, ver a una madre buscando desesperadamente a su hijo...
Con la esperanza aún viva, los equipos de rescate continúan su incansable labor, mientras la familia de Leandra espera ansiosamente cualquier señal de vida. ¿Ustedes creen que se deberían implementar rejas en todas las alcantarillas de la ciudad para prevenir tragedias similares en el futuro, o consideran que otras medidas serían más efectivas?
