Está una pareja joven en una playa nudista, cuando de repente la chica pega un salto: ¡Julián, se me ha metido un cangrejo en la vagina!
Inmediatamente el esposo la coge en brazos y se la lleva a la caseta de vigía, donde el vigilante de la playa, (también en pelotas) pregunta: Señora, que le pasa?
¡Se me ha metido un cangrejo allí mismo!
Bien, tranquila señora -el vigilante empieza a empalmarse-. Usted señor déjeme hacer a mí, que yo he sido entrenado para esto. Voy a meter mi pene dentro de la vagina de su señora pero del modo más profesional, a fin de lograr extraer el cangrejo. Usted señora intente estar quieta y en calma.
El vigilante se la mete a la mujer hasta la mitad y le pregunta: Señora ¿Voy bien por ahí?
No, no, no, más a la derecha.
El vigilante gira un poco y dice: ¿Ahí, señora?
¡No, no, aún más!
El vigilante sigue girando, mientras el novio de la chica mirando sudando por los nervios El vigilante vuelve a preguntar: ¿Ahí, señora?
¡Sí, ahí, ahí!
Entonces el vigilante empieza a penetrarla salvajemente gritando: ¡Quieta señora, a este cabrón lo mato yo a golpes!
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