Ay, mi clave, qué vaina más grande se armó con esto del Mundial de Atletismo. Resulta que nuestra Diana Bogantes tuvo que lidiar con más problemas logísticos que una gallina en misa, y ahora la presidenta de la Fecoa, Geen Clark, sale a defenderse como si fuera la última batalla campana. ¡Imagínate! Desde que sacaron a la luz los tiquetes pagados por ella misma, la camiseta que consiguió como pudo y la falta de apoyo en la hidratación, la cosa explotó como caldera vieja.
Según fuentes cercanas a la federación, la situación era un verdadero brete. Parece que hubo una mezcla de malos entendidos, apreturas económicas y quizás hasta un poco de distracción. Pero ahí estaba Diana, representando al país con uñas y dientes, mientras la gente se preguntaba dónde quedaron los supuestos apoyos que prometieron. A ver, nadie espera palacios de oro, pero mínimo, unas condiciones dignas para un atleta que le pone el hombro a nuestro deporte.
Y la señora Clark, con toda la calma del mundo, dice que hicieron todo bien. Que realizaron una auditoría interna donde no encontraron ni chin ni changüeros. Pues mira, mae, la cosa no es solo lo que diga la auditoría, sino lo que vivio Diana en carne propia. Porque, dígame usted, ¿qué se siente tener que pedir prestado para ir a representar a tu país en un mundial? Yo creo que nadie debería pasar por eso, ¿usted cree?
Pero ojo, porque la cosa no queda ahí. El Icoder, que es el encargado de controlar estas cosas, ya abrió una investigación y mandó a citar a la Fecoa. Así que esto promete echar humo por todos lados. Dicen que hay una instrucción del Consejo Nacional del Deporte para revisar cómo se manejan los recursos destinados al atletismo. ¡Uf! Esto se puso picante, más que salsa Lizano en un casado.
Lo peor de todo es que la presidenta de la Fecoa parece estar más preocupada por la imagen de la federación que por el bienestar de los atletas. Sale diciendo que la prensa solo se fija en lo negativo y que olvidamos los logros del pasado. Ay, mi negra, así no va Costa Rica. Hay que reconocer cuando las cosas salen mal y buscar soluciones, no andar buscando excusas como quien busca arena en la playa.
Y hablando de dinero, resulta que la Fecoa anda con la soga al cuello. Le deben al Icoder unos 11 millones de colones, producto de un desfase en la liquidación presupuestaria del año 2021. ¡Once millones! Eso es suficiente para mandar a varios atletas a entrenar afuera. Según la presidenta, ahora están haciendo eventos para recuperar la plata, pero temen que si pagan la deuda, no les vuelvan a dar el presupuesto. ¡Qué patético! Parece que estamos atrapados en un círculo vicioso.
Además, la señora Clark lleva tiempo en la silla presidencial de la Fecoa, desde el 2015, y ya ha sido reelecta varias veces. Algunos dicen que se aferró al puesto como garrapato a chancho, y que es hora de darle oportunidad a gente nueva con ideas frescas. Aunque, dígame, ¿quién quiere meterse en este lío?
En fin, esta vaina se puso más complicada que resolver un cubo de Rubik con guantes. Y mientras tanto, nuestros atletas siguen sufriendo las consecuencias de la mala administración y la falta de planificación. Ahora pregúntole a usted, ¿considera que la Fecoa está manejando la crisis de manera adecuada o creen que deberían tomar medidas más drásticas para mejorar la situación de nuestros atletas y evitar que se repitan estos incidentes en futuras competencias internacionales?
Según fuentes cercanas a la federación, la situación era un verdadero brete. Parece que hubo una mezcla de malos entendidos, apreturas económicas y quizás hasta un poco de distracción. Pero ahí estaba Diana, representando al país con uñas y dientes, mientras la gente se preguntaba dónde quedaron los supuestos apoyos que prometieron. A ver, nadie espera palacios de oro, pero mínimo, unas condiciones dignas para un atleta que le pone el hombro a nuestro deporte.
Y la señora Clark, con toda la calma del mundo, dice que hicieron todo bien. Que realizaron una auditoría interna donde no encontraron ni chin ni changüeros. Pues mira, mae, la cosa no es solo lo que diga la auditoría, sino lo que vivio Diana en carne propia. Porque, dígame usted, ¿qué se siente tener que pedir prestado para ir a representar a tu país en un mundial? Yo creo que nadie debería pasar por eso, ¿usted cree?
Pero ojo, porque la cosa no queda ahí. El Icoder, que es el encargado de controlar estas cosas, ya abrió una investigación y mandó a citar a la Fecoa. Así que esto promete echar humo por todos lados. Dicen que hay una instrucción del Consejo Nacional del Deporte para revisar cómo se manejan los recursos destinados al atletismo. ¡Uf! Esto se puso picante, más que salsa Lizano en un casado.
Lo peor de todo es que la presidenta de la Fecoa parece estar más preocupada por la imagen de la federación que por el bienestar de los atletas. Sale diciendo que la prensa solo se fija en lo negativo y que olvidamos los logros del pasado. Ay, mi negra, así no va Costa Rica. Hay que reconocer cuando las cosas salen mal y buscar soluciones, no andar buscando excusas como quien busca arena en la playa.
Y hablando de dinero, resulta que la Fecoa anda con la soga al cuello. Le deben al Icoder unos 11 millones de colones, producto de un desfase en la liquidación presupuestaria del año 2021. ¡Once millones! Eso es suficiente para mandar a varios atletas a entrenar afuera. Según la presidenta, ahora están haciendo eventos para recuperar la plata, pero temen que si pagan la deuda, no les vuelvan a dar el presupuesto. ¡Qué patético! Parece que estamos atrapados en un círculo vicioso.
Además, la señora Clark lleva tiempo en la silla presidencial de la Fecoa, desde el 2015, y ya ha sido reelecta varias veces. Algunos dicen que se aferró al puesto como garrapato a chancho, y que es hora de darle oportunidad a gente nueva con ideas frescas. Aunque, dígame, ¿quién quiere meterse en este lío?
En fin, esta vaina se puso más complicada que resolver un cubo de Rubik con guantes. Y mientras tanto, nuestros atletas siguen sufriendo las consecuencias de la mala administración y la falta de planificación. Ahora pregúntole a usted, ¿considera que la Fecoa está manejando la crisis de manera adecuada o creen que deberían tomar medidas más drásticas para mejorar la situación de nuestros atletas y evitar que se repitan estos incidentes en futuras competencias internacionales?
