A ver, maes, para que entiendan el despiche que se tienen montado el AyA y las municipalidades de Cartago y Paraíso. La vara es sencilla, pero como todo en este país, se enreda en burocracia hasta que parece un problema de física cuántica. Resulta que las munis brumosas están hasta la coronilla de lo que les cobra Acueductos y Alcantarillados por el agua "cruda" —o sea, el agüita pura y simple antes de que la traten y la manden por el tubo a nuestras casas—. Sienten que les están metiendo un golazo con el precio y ya no están dispuestas a seguir pagando a ciegas.
La situación se puso tan tensa que tuvo que meter la cuchara la Defensoría de los Habitantes. Convocaron a todo el mundo a una encerrona para ver si dejaban de tirarse indirectas por la prensa y se sentaban a hablar como gente civilizada. En esa reunión, los representantes de Cartago y Paraíso llegaron con los tacos de frente: no solo le devolvieron al AyA su borrador de contrato lleno de correcciones, sino que fueron clarísimos en que el principal punto del pleito es la plata. No más, no menos. Exigen, y con toda la razón del mundo, que la ARESEP (la Autoridad Reguladora) se ponga las pilas, haga un estudio técnico serio y defina una tarifa justa y específica para este servicio. Se acabó el "pague porque yo digo".
Y aquí es donde la trama se pone buena, casi como de serie de Netflix. La Muni de Cartago, muy proactiva, contó que ya había tanteado el terreno con la ARESEP para empezar a mover el famoso estudio tarifario. ¿El problema? La ARESEP no puede mover un dedo si el AyA no le suelta toda la información técnica que necesitan para hacer los cálculos. Es como querer hacer un queque sin que te den la receta ni los ingredientes. La pelota, entonces, quedó picando en la cancha del AyA, que tiene todos los datos bien guardaditos bajo siete llaves.
Ante la presión, la Gerente General del AyA salió a decir, con cara de póker, que "tranquilos todos", que será a finales de agosto cuando presenten los datos requeridos. ¿Finales de agosto? Diay, uno no puede evitar ser malpensado. Suena a la excusa perfecta para patear la bola unos meses más, esperando que el impulso se enfríe o que a las munis se les acabe la paciencia. Mientras tanto, los ciudadanos de Cartago y Paraíso seguimos en el medio, viendo cómo dos instituciones gigantes juegan al gato y al ratón con un tema tan vital como el costo del agua. ¡Qué nivel de eficiencia!
Al final, la Defensoría logró sacar dos acuerdos mínimos para no decir que la reunión fue una pérdida de tiempo. Primero, los abogados del AyA y de las munis van a intentar redactar un nuevo convenio, pero dejaron clarísimo que la vara del precio queda en el aire, dependiendo de ese estudio que sigue en el limbo. Segundo, la Defensoría ahora se quita el sombrero de mediador y se pone el de vigilante. Van a estar encima tanto del AyA como de la ARESEP para que esta novela avance. Básicamente, la Defensoría dijo: "Bueno, ya los sentamos a hablar, ahora les toca a ustedes resolver, pero los vamos a estar fiscalizando de cerca". Un desenlace que no resuelve nada de fondo, pero que al menos pone un cronómetro a la inacción.
La pregunta del millón, foro: ¿Creen que el AyA de verdad va a entregar esa info en agosto, o esto es solo la movida clásica para alargar el chicle y que las munis se cansen? ¿Estamos viendo una torta burocrática en tiempo real o el inicio de una negociación seria? Los leo.
La situación se puso tan tensa que tuvo que meter la cuchara la Defensoría de los Habitantes. Convocaron a todo el mundo a una encerrona para ver si dejaban de tirarse indirectas por la prensa y se sentaban a hablar como gente civilizada. En esa reunión, los representantes de Cartago y Paraíso llegaron con los tacos de frente: no solo le devolvieron al AyA su borrador de contrato lleno de correcciones, sino que fueron clarísimos en que el principal punto del pleito es la plata. No más, no menos. Exigen, y con toda la razón del mundo, que la ARESEP (la Autoridad Reguladora) se ponga las pilas, haga un estudio técnico serio y defina una tarifa justa y específica para este servicio. Se acabó el "pague porque yo digo".
Y aquí es donde la trama se pone buena, casi como de serie de Netflix. La Muni de Cartago, muy proactiva, contó que ya había tanteado el terreno con la ARESEP para empezar a mover el famoso estudio tarifario. ¿El problema? La ARESEP no puede mover un dedo si el AyA no le suelta toda la información técnica que necesitan para hacer los cálculos. Es como querer hacer un queque sin que te den la receta ni los ingredientes. La pelota, entonces, quedó picando en la cancha del AyA, que tiene todos los datos bien guardaditos bajo siete llaves.
Ante la presión, la Gerente General del AyA salió a decir, con cara de póker, que "tranquilos todos", que será a finales de agosto cuando presenten los datos requeridos. ¿Finales de agosto? Diay, uno no puede evitar ser malpensado. Suena a la excusa perfecta para patear la bola unos meses más, esperando que el impulso se enfríe o que a las munis se les acabe la paciencia. Mientras tanto, los ciudadanos de Cartago y Paraíso seguimos en el medio, viendo cómo dos instituciones gigantes juegan al gato y al ratón con un tema tan vital como el costo del agua. ¡Qué nivel de eficiencia!
Al final, la Defensoría logró sacar dos acuerdos mínimos para no decir que la reunión fue una pérdida de tiempo. Primero, los abogados del AyA y de las munis van a intentar redactar un nuevo convenio, pero dejaron clarísimo que la vara del precio queda en el aire, dependiendo de ese estudio que sigue en el limbo. Segundo, la Defensoría ahora se quita el sombrero de mediador y se pone el de vigilante. Van a estar encima tanto del AyA como de la ARESEP para que esta novela avance. Básicamente, la Defensoría dijo: "Bueno, ya los sentamos a hablar, ahora les toca a ustedes resolver, pero los vamos a estar fiscalizando de cerca". Un desenlace que no resuelve nada de fondo, pero que al menos pone un cronómetro a la inacción.
La pregunta del millón, foro: ¿Creen que el AyA de verdad va a entregar esa info en agosto, o esto es solo la movida clásica para alargar el chicle y que las munis se cansen? ¿Estamos viendo una torta burocrática en tiempo real o el inicio de una negociación seria? Los leo.