¡Ay, mi Dios! El país se vistió de gala la semana pasada recibiendo al evento "Mujeres Desafiantes de Centroamérica". Un encuentro que prometía mover montañas y vaya que lo hizo, chava. Por primera vez, Costa Rica fue la sede de este magno evento regional, convirtiéndose en el punto neurálgico donde brilló el talento de nuestras hermanas centroamericanas. Se respiraba un ambiente de inspiración, compañerismo y pura determinación, diay.
Más de veinte panelistas, unas verdaderas cargas, nos regalaron sus experiencias y conocimientos. Este encuentro, ya un clásico de la Revista Estrategia & Negocios (E&N), sirvió para proyectar ese talento que a veces se esconde, impulsar la inclusión que tanto necesitamos y conectar a esas empresas y líderes que están apostando por la equidad. Uno se queda pensando qué estaría haciendo si tuviera esa visión, jeje.
Y ojo, porque no todo fue cuento de hadas. El evento también puso el foco en los desafíos reales que enfrentan las mujeres en el mundo de los negocios, las finanzas, el liderazgo y las tecnologías del futuro. Según el reciente “Ranking PAR Aequales”, aunque muchas empresas tienen políticas contra el acoso sexual (un 85%), todavía hay brechas enormes. Resulta que más de la mitad de los empleados han escuchado comentarios machistas, y un porcentaje preocupante ha sufrido insinuaciones o favores inapropiados. ¡Qué sal!
Entre las empresas que destacaron en este ranking, Schneider Electric, AstraZeneca y Merck Panamá demostraron un compromiso genuino con la igualdad de género. Schneider Electric, por ejemplo, tiene un protocolo súper completo contra el acoso. AstraZeneca está empoderando a jóvenes científicas en riesgo, y Merck Panamá ofrece apoyo a sus colaboradoras con temas de fertilidad. ¡Un nivelazo! Y Ricoh Centroamérica se llevó el primer puesto, impulsando la diversidad, la equidad y los objetivos de desarrollo sostenible.
Uno de los paneles más interesantes fue el dedicado a las inversiones. Marcela Castillo de Castillo Hermanos compartió cómo, pese a las críticas de su papá (“los números no son para las mujeres”), perseveró y encontró su lugar en las finanzas. Reina Irene Mejía de Citi destacó la importancia de vencer los propios temores al fracaso, mientras que Gloriana Carballo de la Asociación Fintech de Centroamérica contó cómo se enamoró del mundo de las finanzas y la tecnología. ¡Todas unas máquinas, diay!
También tuvimos el caso de éxito de Erika Looser, gerente comercial de Elmerc, quién nos recordó que la verdadera aventura está en transformar los desafíos en oportunidades. Empezó en el ecoturismo, pero la vida le dio un giro inesperado al heredar la empresa familiar. Con ingenio y valentía, logró convertirla en un referente del cuidado personal y ahora cuenta con una planilla de 40 colaboradores, 80% mujeres. Y con el apoyo del programa Una Mano para Crecer de Walmart pudieron superar los momentos difíciles de la pandemia.
Pero la cosa no termina ahí, chavos. Dianne Medrano, CEO de Centenario Internacional, nos invitó a ser CEOs de nuestras propias vidas. Nos recordó que debemos ir más allá de los problemas laborales, conectar con nuestro propósito y aceptarnos tal cual somos, con nuestras virtudes y defectos. ¡Menos control, más amor! Porque al final del día, lo que importa es dejar huella en este mundo.
Ahora sí, vamos al grano. Después de escuchar todas estas historias inspiradoras, tengo una pregunta para ustedes: ¿qué pasos concretos podemos tomar, como individuos y como sociedad, para cerrar definitivamente la brecha de género en el ámbito empresarial y promover un liderazgo femenino aún más sólido y diverso en Centroamérica?
Más de veinte panelistas, unas verdaderas cargas, nos regalaron sus experiencias y conocimientos. Este encuentro, ya un clásico de la Revista Estrategia & Negocios (E&N), sirvió para proyectar ese talento que a veces se esconde, impulsar la inclusión que tanto necesitamos y conectar a esas empresas y líderes que están apostando por la equidad. Uno se queda pensando qué estaría haciendo si tuviera esa visión, jeje.
Y ojo, porque no todo fue cuento de hadas. El evento también puso el foco en los desafíos reales que enfrentan las mujeres en el mundo de los negocios, las finanzas, el liderazgo y las tecnologías del futuro. Según el reciente “Ranking PAR Aequales”, aunque muchas empresas tienen políticas contra el acoso sexual (un 85%), todavía hay brechas enormes. Resulta que más de la mitad de los empleados han escuchado comentarios machistas, y un porcentaje preocupante ha sufrido insinuaciones o favores inapropiados. ¡Qué sal!
Entre las empresas que destacaron en este ranking, Schneider Electric, AstraZeneca y Merck Panamá demostraron un compromiso genuino con la igualdad de género. Schneider Electric, por ejemplo, tiene un protocolo súper completo contra el acoso. AstraZeneca está empoderando a jóvenes científicas en riesgo, y Merck Panamá ofrece apoyo a sus colaboradoras con temas de fertilidad. ¡Un nivelazo! Y Ricoh Centroamérica se llevó el primer puesto, impulsando la diversidad, la equidad y los objetivos de desarrollo sostenible.
Uno de los paneles más interesantes fue el dedicado a las inversiones. Marcela Castillo de Castillo Hermanos compartió cómo, pese a las críticas de su papá (“los números no son para las mujeres”), perseveró y encontró su lugar en las finanzas. Reina Irene Mejía de Citi destacó la importancia de vencer los propios temores al fracaso, mientras que Gloriana Carballo de la Asociación Fintech de Centroamérica contó cómo se enamoró del mundo de las finanzas y la tecnología. ¡Todas unas máquinas, diay!
También tuvimos el caso de éxito de Erika Looser, gerente comercial de Elmerc, quién nos recordó que la verdadera aventura está en transformar los desafíos en oportunidades. Empezó en el ecoturismo, pero la vida le dio un giro inesperado al heredar la empresa familiar. Con ingenio y valentía, logró convertirla en un referente del cuidado personal y ahora cuenta con una planilla de 40 colaboradores, 80% mujeres. Y con el apoyo del programa Una Mano para Crecer de Walmart pudieron superar los momentos difíciles de la pandemia.
Pero la cosa no termina ahí, chavos. Dianne Medrano, CEO de Centenario Internacional, nos invitó a ser CEOs de nuestras propias vidas. Nos recordó que debemos ir más allá de los problemas laborales, conectar con nuestro propósito y aceptarnos tal cual somos, con nuestras virtudes y defectos. ¡Menos control, más amor! Porque al final del día, lo que importa es dejar huella en este mundo.
Ahora sí, vamos al grano. Después de escuchar todas estas historias inspiradoras, tengo una pregunta para ustedes: ¿qué pasos concretos podemos tomar, como individuos y como sociedad, para cerrar definitivamente la brecha de género en el ámbito empresarial y promover un liderazgo femenino aún más sólido y diverso en Centroamérica?
